Un día después de proclamarse campeón mundial de Fórmula 1, el neerlandés Max Verstappen (Red Bull) ganó el Gran Premio de Catar, este domingo en la carrera nocturna disputada en el circuito de Lusail.
Tras salir desde la pole position, Verstappen firmó su 14ª victoria en 17 pruebas este curso, aventajando a los McLaren del australiano Oscar Piastri y del británico Lando Norris.
"Los McLaren estuvieron de nuevo muy rápidos hoy y me hicieron la carrera difícil. Todavía quedan carreras y quiero ganarlas", dijo Verstappen, sobre los cinco grandes premios que restan hasta el final de temporada, en los que podría 'quemar' algunos récords tras proclamarse campeón el sábado durante la carrera-esprint.
Este domingo la carrera 'estándar' se complicó debido a las numerosas paradas en los 'stands' de los pilotos.
Los Mercedes se chocan
Debido a las dudas sobre la degradación de los neumáticos Pirelli en Lusail, la FIA tomó medidas e impuso a las escuderías la obligación de parar en tres ocasiones, además de no poder utilizar los mismos neumáticos durante más de 18 vueltas, bajo pena de descalificación, en una carrera que contó con 57.
Pronto empezaron a ocurrir cosas: en la primera curva los Mercedes de los británicos George Russell y Lewis Hamilton, que salieron de la segunda y de la tercera posición, chocaron, lo que provocó el abandono del segundo y la salida del coche de seguridad.
Cuando Hamilton, siete veces campeón mundial, intentó adelantar por el exterior, Russell se vio bloqueado entre su compañero y por Verstappen. Las dos Flechas de Plata hicieron un trompo.
Hamilton se mostró molesto en la radio. Cuando su ingeniero le preguntó si estaba bien, únicamente respondió: "Me vi obligado a salir por mi propio compañero".
Este abandono es un golpe duro para Hamilton, que pelea por la segunda plaza del Mundial con Sergio Pérez (Red Bull) y que tenía una buena ocasión para reducir la diferencia porque el mexicano salió desde la última posición tras ser sancionado.
Afortunadamente para Hamilton, Pérez, que tenía 29 puntos de ventaja antes de la carrera, terminó décimo tras recibir tres penalizaciones de cinco segundos por no respetar los límites de la pista, lo que le privó de entrar en los puntos.
Sainz fuera de juego
Hamilton se mostró más conciliador al final de la jornada: "En el momento pensé que había sido así (fuera por culpa de Russell) pero fue un incidente de carrera. Estoy preparado para tomar la responsabilidad. Fue muy apretado y George no tenía ningún lugar dónde ir. Tenía ganas de atacar y pasar delante, pero claramente no es un buen resultado".
Russell salvó los muebles para Mercedes con una importante cuarta plaza, vistas las circunstancias, pero la escudería alemana perdió una buena ocasión para distanciarse de Ferrari en la carrera por la segunda plaza del Mundial de constructores.
La Scuderia solo contó con un coche este domingo debido a que Carlos Sainz tuvo "un problema en el sistema de combustible de su coche", según el equipo.
El monegasco Charles Leclerc limitó las pérdidas con la quinta plaza, justo por delante del español Fernando Alonso (Aston Martin).