Columnistas | El Nuevo Siglo
BITÁCORA DE LA COTIDIANIDAD
¡Viva la muerte!
NO  cabe duda de que el derecho a vivir, garantizado universalmente, tanto en la legislación positiva como en los dogmas morales o religiosos de las diversas comunidades humanas, es  reconocimiento a una decisión inconsulta, que agradece o padece quien arriba a este valle de lágrimas sin su consentimiento, para sufrir desde el primer instante de su existencia la irrevocable pena de muerte que justa o injustamente lo condena inexorablemente.
HILANDO FINO
La cultura del avispado
CON  la muerte reciente de un bogotano que, por tratar de colarse con su mujer en un Transmilenio, fue atropellado por un vehículo, los medios enfocaron el problema y sus espacios se llenaron de imágenes de jóvenes atravesando las calles a la carrera, esquivando carros y buses, para llegar a forzar las puertas de los paraderos y colarse gratis en el trasporte público. Todo ante los ojos y las sonrisas de transeúntes, usuarios y algunos pocos policías que no tienen manera de detenerlos.
CERTIDUMBRES E INQUIETUDES
Como en kínder
EN  materia de equilibrio de poderes, la idea inicial, expuesta por el presidente Santos el día de su segunda posesión, tenía por eje el propósito de eliminar de la Carta Política la figura de la reelección, no solamente para el caso del Presidente de la República sino en cuanto a otros altos funcionarios.
PRISMA
De ciclo-rutas y bici-carriles
LA  Universidad Manuela Beltrán, preocupada por este proyecto tan sensible para la administración distrital y  los bogotanos, dedicó una buena parte de sus esfuerzos adelantando un estudio sobre el tema, trabajo que tuvieron la generosidad de permitirme y apoyado en él, no obstante lo extenso de su contenido, quiero hacer un resumen muy sucinto, con el fin de dar a conocer de mis respetados lectores, algunos aspectos importantes sobre el asunto.
UN LASTRE
La paz territorial
Colombia   arrastra con el lastre de un conflicto armado de más de medio siglo, que ha dejado tras de sí una larga estela de muerte y destrucción, con más de 7 millones de víctimas, mortales unas (más de 220 mil) y otras que han sido objeto del secuestro, el despojo, el desplazamiento forzado o del confinamiento, el ultraje y la tortura. Ello se ha constituido en un freno para su crecimiento, su desarrollo y progreso social.