Editorial | El Nuevo Siglo
El problema de poner fechas “fatales” al proceso de paz radica, precisamente, en casos como los que actualmente se presentan. Porque tal y como están las cosas pensar que la firma del fin del conflicto podrá conseguirse el anunciado 23 de marzo de 2016, dentro de los primeros tres meses del próximo año, parecería inviable.
 
El divertido  episodio en el que el presidente de la República, Juan Manuel Santos, le recuerda al país que él es el dueño de la chequera no debería pasar a mayores. Se trata, simplemente, de recordar que es el jefe del Gobierno que pretende la revolución de la infraestructura, luego de décadas de negligencia y atraso.
 
El  plebiscito, en términos originales, es el acto por medio del cual se convoca a la plebe para que tome una decisión. Es de allí, de donde viene su raíz etimológica, cambiada posteriormente por la de pueblo. Sea lo que sea, se trata de conseguir la mayor voluntad política posible en torno de un asunto de difícil trámite por otros organismos o autoridades.
 
¿Cuándo publicarán el Acuerdo de Justicia?
Proceso parece cada vez más árbol de navidad
CADA  día es menos lo que se sabe sobre el proceso de paz entre el Gobierno y las Farc porque las discrepancias entre las partes crecen a tutiplén. Todo se debe, por supuesto, a las diferencias existentes en torno del Acuerdo de Justicia que se anunció con bombos y platillos y se devolvió como un bumerán.
Posturas de empresarios, sindicatos y Gobierno
Las realidades económicas y laborales
 
EDITORIAL.TAL y como lo dijimos ayer es difícil especificar y darle un marco al tenebroso asalto terrorista que sufrió París, el pasado viernes 13. De alguna manera uno podría definir el terrorismo como una guerra sin guerra. Es decir, por fuera de toda instancia convencional o humanitaria.
 
Sorprende que el proceso de paz, después de los anuncios que lo han venido dando prácticamente por cumplido a satisfacción, haya subido en las encuestas de un modo relativamente exiguo. Así se demuestra, ciertamente, en los últimos sondeos publicados en los medios de comunicación.
 
La  prevaricación o prevaricato es la conducta típica, antijurídica y culpable por medio de la cual un funcionario público, por acción u omisión, desborda o falta a sus competencias.
Plebiscito, un mecanismo inviable
El tres por uno de la asamblea constituyente