Polémica por cámaras biométricas | El Nuevo Siglo
Sábado, 5 de Septiembre de 2015

Ante denuncias de irregularidades en la adquisición de equipos de seguridad que permitirían reconocer a los delincuentes en el sistema de transporte, el alcalde Gustavo Petro desmintió algún tipo de sobrecostos en la adquisición de las cámaras de reconocimiento biométrico utilizadas en Transmilenio.

Mientras la oposición en el Concejo de Bogotá indicó que el Fondo de Vigilancia pagó unos 387 millones de pesos por cada cámara de reconocimiento facial, cuando en el mercado valen 23 millones de pesos, el mandatario aclaró que “para la línea 123 se tiene un fuerte componente de cámaras y de aparatos de telecomunicaciones que desde cualquier punto de la ciudad puede comunicarse. Allí hay una plataforma que tramita la información de imagen y voz, y eso produce una serie de alertas para diferentes organismos del Distrito y de la Policía. ¿Qué vale más en el 123: las cámaras, la comunicación entre las cámaras y el punto, o la plataforma que está en el punto para tramitar la información? La plataforma vale más que las cámaras y la conectividad que hay que medirla en tiempo vale más que la plataforma”.

Para el mandatario no es cierto que cada cámara costó 350 millones. “Suman la plataforma tecnológica y la conectividad junto a las cámaras. Las cámaras biométricas capturan un rostro y lo confrontan con una base de datos. Allí se detecta con un alto grado de certeza. Al ubicar al probable 'sospechoso' o 'sospechosa' se emite una alerta a la Policía. Estas son cámaras usadas en aeropuertos y lugares de alto tráfico en el mundo”, precisó.

Petro criticó sobre cómo se concibió un sistema cerrado de televisión a parte de la Línea de Atención a Emergencias 123. “Esto se debió integrar a ella, para que la plataforma fuese la misma, lo que implica menores costos. Si tenemos varias plataformas, en Idiger, Transmilenio, la Policía, Bomberos y el CRUE, cada una con su sistema, con dificultades de diálogo entre sí, lo que tenemos es un costo innecesario, cuando se puede tener una sola plataforma multiagencia”, manifestó el burgomaestre.

“El problema de la plataforma es que el funcionario del Fondo de Vigilancia y sus amigos buscaron la forma de impedir que se adjudicara la plataforma. Las cámaras están funcionando en un sistema aparte de la línea 123; para lograrlo, dicha plataforma tiene que saltar tecnológicamente. Ese es el debate que hemos librado en las últimas semanas. Hay fuerzas políticas e intereses económicos, incluso dentro de la propia Administración, que quieren impedir el salto tecnológico”, concluyó Petro.

Sin embargo, el concejal Javier Palacio, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), criticó que, después de 6 meses del anuncio de la implementación de un moderno sistema de vigilancia con cámaras en Transmilenio, la central de monitoreo aún no esté lista.

El 16 de marzo, recordó el cabildante, el alcalde anunció la implementación de un moderno sistema de cámaras de vigilancia en Transmilenio con características de última tecnología, alta resolución y reconocimiento facial. Según la información suministrada por el Distrito, las cámaras fueron instaladas en Portal Américas, Portal Calle 80 y en las estaciones Ricaurte, Jiménez, Héroes, Las Aguas, Calle 39, Calle 26, Calle 22 y San Facón.

“Seis meses después de este anuncio tengo que informarles a los bogotanos que todo fue un engaño. Un sistema de cámaras de vigilancia es efectivo y da resultados si está conectado a una central de monitoreo y vigilancia, desde donde se grabe, supervise y se canalice la ayuda que se requiera, de la Policía o los organismos de socorro”, dijo el concejal.

Así mismo, sostuvo Palacio, en respuesta a un derecho de petición el gerente de Transmilenio, Sergio París, certificó que transcurridos seis meses del anuncio de Petro el centro de monitoreo aún no se encuentra en funcionamiento.

Palacio denunció que no sirve una cámara de súper alta tecnología si no está conectada a una central de monitoreo. “Es irresponsable hacer estos anuncios, en una ciudad sitiada por la delincuencia y donde el hurto callejero es el pan de cada día”.