Así va el tire y afloje por las curules del Congreso  | El Nuevo Siglo
COLOMBIA tiene el quinto Congreso más grande del continente y partir de marzo sumará 16 curules más
Foto Archivo
Domingo, 27 de Junio de 2021
Redacción Política

El Congreso de Colombia es el sexto en tamaño en América. Sin embargo, especialmente en medio de la emergencia por la pandemia, se ha dado una amplia discusión al respecto. Por un lado, están quienes buscan sumar curules porque consideran que se presenta un déficit de representación política y, por otro, son muchas las voces que urgen reducir el número de escaños porque es innecesaria la cantidad existente y, además, es imperativo ahorrar recursos para enfrentar crisis sanitaria.   

La Constitución Política prevé la elección del Senado por circunscripción nacional para ocupar 102 escaños, de los cuales dos curules de circunscripción especial están reservadas a la población indígena.

En tanto que en la Cámara por circunscripción regional cada uno de los 32 departamentos tiene derecho a representación de acuerdo al número de su población. A ello hay que agregar en esta Corporación por circunscripción especial dos curules para la población afrocolombiana; una para los indígenas; una para los colombianos en  el exterior, y una para los raizales de San Andrés. En total suman 168 curules en Cámara.

Reformas

Como se ve, la cantidad de escaños es muy alta y, lo más grave, es que las polémicas en torno a la pertinencia de esa cantidad crecen día tras día sin que se concrete una reforma.

Por ejemplo, la representación en Cámara de los colombianos en el exterior ha tenido varios cambios en los últimos años, pues originalmente la Constitución del 91 les otorgaba una curul, pero una reforma constitucional del 2013 hizo que sumaran otra, tomando para ello la que estaba reservada a las minorías políticas.

Pero esa conquista de los colombianos en el exterior apenas pudieron disfrutarla en las elecciones de 2014, pues la llamada “Reforma constitucional de Equilibrio de Poderes” del 2015 les quitó un cupo, entregándolo a los raizales de San Andrés y Providencia.

Pero esta curul destinada a los habitantes originarios del archipiélago caribeño no se eligió en los comicios del 2018 por falta de reglamentación, por lo cual ha estado vacía en el actual Congreso. Lo más preocupante es que podría seguir en ese estado en el próximo Legislativo que se escoja en los comicios de marzo próximo, debido a que no se ha hecho nada para reglamentarla.

La “Reforma de Equilibrio de Poderes” también creó dos curules, una en Cámara y la otra en Senado, para la fórmula a la Presidencia de la República que ocupara el segundo lugar en las elecciones, como una forma de darle voz a la oposición.

Como consecuencia, Gustavo Petro en el actual Congreso ocupa un escaño en Senado y Ángela María Robledo, quien fue su fórmula a la vicepresidencia en 2018, está en la Cámara.  


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Sumas habaneras

De igual manera el Acuerdo de Paz que firmó el anterior gobierno con la antigua guerrilla de las Farc modificó drásticamente el tablero de las curules, pues en cumplimiento del punto pactado en materia de participación política, el partido resultante del paso de esa organización de la clandestinidad a la vida civil (hoy “Comunes”) tiene garantizados 10 escaños en el Parlamento de 2018-2022 y 2022-2026. Son cinco en el Senado y cinco en la Cámara, automáticos y asegurados sin importar la votación que saquen.

Pero no fue el único cambio derivado del pacto habanero. Este también creó una circunscripción especial para las víctimas del conflicto armado. Se trata de 16 curules en la Cámara, que se esperaba se eligieran en los comicios del 2018 para ser ocupadas en el Congreso 2018-2022 y 2022-2026.

Sin embargo ello no se ha materializado debido a que la respectiva reforma constitucional que le daba vida a esos escaños se hundió en 2017 en la plenaria del Senado, pues en la votación de la conciliación la mesa directiva consideró que los 50 votos a favor no alcanzaban pues, se dijo, que para lograr la mayoría se requerían 52 votos, teniendo en cuenta que para ese entonces en la Corporación había 102 curules.

Luego se presentaron varios proyectos de acto legislativo para crear esas curules, pero no tuvieron acogida pues la coalición mayoritaria que respalda al presidente Duque no les abrió la puerta, teniendo en cuenta los reparos del partido de gobierno, el Centro Democrático, en torno a que se corre el riesgo de que los escaños queden en manos de personas puestas por las organizaciones criminales en las regiones, y no en las víctimas.

No obstante el pasado 21 de mayo la Corte Constitucional revivió esos 16 escaños al considerar que con los 50 votos a favor que recibió en 2017 dicho proyecto logró su aprobación.

En consonancia con este fallo la Corte ordenó a la Registraduría Nacional adecuar el calendario para las elecciones parlamentarias de marzo próximo, con el fin de darle cabida a las curules de las víctimas.

Inicialmente el Gobierno anunció que pediría la nulidad del fallo pero luego reversó la decisión.

Ambivalencia

Pero las anteriores no son los únicos casos para sumar o quitar curules.

Por ejemplo, en mayo pasado, en medio de la crisis por las protestas en todo el país, fue radicada una iniciativa de reforma constitucional que busca crear una circunscripción especial en el Congreso para jóvenes desde los 18 hasta los 28 años, que les aseguraría dos escaños en el Senado y dos en la Cámara.

La iniciativa fue presentada por parlamentarios del Partido de la U, la representante a la Cámara por el Valle, Norma Hurtado Sánchez, y el senador Andrés García Zucarddi.

En tanto, el parlamentario Jhon Arley Murillo, del Consejo Comunitario Ancestral de Comunidades Negras Playa Renaciente, insistió en que la población afrocolombiana merece tener una curul en Senado por circunscripción especial, teniendo en consideración que los indígenas gozan de dos escaños en esta Corporación.

Pero también hay intentos para recortar las curules. Por ejemplo, en noviembre pasado el expresidente Álvaro Uribe propuso un borrador de referendo que entre los 13 puntos que contiene plantea uno en pro de la “disminución del número de congresistas y congelamiento del salario”.

Ya el año pasado, parlamentarios del Centro Democrático presentaron una reforma constitucional para reducir el tamaño del Legislativo. La iniciativa fue archivada por vencimiento de términos.

El proyecto proponía que el Senado estaría integrado por 47 miembros elegidos en circunscripción nacional. Habría un escaño adicional para un senador elegido en circunscripción nacional especial por comunidades indígenas. 

En cuanto a la Cámara proponía que habría dos representantes por cada circunscripción territorial y uno más por cada millón de habitantes. 

Por circunscripciones especiales se elegirían tres 3 representantes: uno por las comunidades afrodescendientes, uno por las comunidades indígenas y otro por los colombianos en el exterior.

Otros partidos también han dicho ser de la tesis de que deben recortarse los escaños en ambas cámaras. Para hacerlo anuncian propuestas para impulsar referendos, plebiscitos y otros mecanismos de participación popular. El problema es que ninguno de ellos ha pasado de las palabras a la acción. Esto es: empezar a recoger las firmas para hacer una realidad la convocatoria a las urnas.

Como se ve, si bien al comienzo de este Congreso, varios partidos y hasta el presidente Iván Duque se mostraron de acuerdo con recortar el tamaño del Parlamento, para el 2022 habrá que escoger más curules.