Con la estrategia del Gobierno de negociar el sometimiento a la justicia, podría verse reducida en cerca de un 35% la presión de los grupos armados ilegales en el país, señaló el analista del conflicto urbano y defensor de derechos humanos Luis Fernando Quijano, presidente de la Corporación para la Paz y el Desarrollo (Corpades).
Empero advirtió que desarmar grupos delincuenciales sin desmantelar las estructuras de los que actúan en la sombra, no tendría mucho efecto.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cree que la política de ‘Paz Total' del Gobierno puede tener impacto a nivel urbano?
LUIS FERNANDO QUIJANO MORENO: Digamos que son tres temas: el crimen urbano; el urbano-rural, que es una mezcla de lo urbano y lo rural; y lo tercero, lo que tiene que ver con el crimen transnacional con los diferentes rostros: mexicanos, turcos o venezolanos, como ‘Los Maracuchos’ o ‘El Tren de Aragua’; o los brasileños como el ‘Primer Comando Capital’, ‘La Federación’ y ahora el ‘Comando Vermelho’.
Hemos visto que la propuesta de ‘Paz Total’ va a tratar de cobijar grupos en el orden de lo urbano, en el tema de lo urbano-rural y que tendría que mostrar eso que el Estado va a concentrarse fuertemente en cómo parar el crimen transnacional.
Lo que hemos escuchado al Presidente es decir recientemente que el crimen transnacional es uno de los peligros más grandes que tiene la democracia en Colombia.
Vemos que toda esta tarea que está comenzando a hacer, y que me parece hay que valorar, es que no va a ser como se ha hecho en gobiernos anteriores, esperemos a ver que esto salga bien.
Lo que logramos ver es que se podría bajar la fuerza o presión de todos estos grupos armados un 30% o 35% a nivel nacional.
Estoy hablando, en el caso del Valle de Aburrá, de ‘La Oficina’, en el caso del departamento (Antioquia) el tema de AGC (Autodefensas Gaitanistas de Colombia), ‘Los Caparros’. Estamos hablando de todos los grupos armados que están en frontera, todo lo que está en el Valle, los ‘Flacos’, toda esa gente. Estamos hablando de lo que hay en Bogotá.
ENS: Hay escepticismo en algunos porque consideran que muchos grupos preferirán seguir en el narcotráfico y no aceptar someterse a la justicia, ¿qué piensa usted?
LFQM: Creo que acá hay que primero revisar qué papel cumplen los grupos armados, qué papel cumplen los jefes de los grupos armados y cuáles son los asuntos de las verdaderas mafias de nuestro país. O sea, las mafias del lavado de activos, del tema del pagadiario, del tráfico de drogas, incluso el tráfico interno o lo que se ha denominado microtráfico, la mafia del oro, y así sucesivamente.
Me parece que lo de desarmar grupos es importante, muchos van a querer hacerlo, otros no, y volvemos a recordar historias como la época del Cartel de Cali, cuando el Cartel del Norte dijo que no iba con la propuesta de negociación que tenía el Cartel de Cali con el gobierno en ese momento.
Vemos que desarmar grupos es importante pero ahora viene la otra tarea: ¿qué hacemos con esos que no tienen uniforme, pero que son los que se gozan las grandes fortunas del narcotráfico, del lavado de activos, del oro, pagadiario y demás? Ahí debería estar la fuerza del Estado, inteligencia y contrainteligencia, para enfrentar eso, porque desarmar grupos sin desmantelar las estructuras poderosas, los que son los llamados intocables, no generaría mucho en Colombia.
ENS: ¿Quiénes son los intocables que usted llama?
LFQM: Los que no portan uniforme o aparentemente no portan armas, pero son los que han auspiciado a ‘La Oficina’, en el caso de Antioquia; que han auspiciado a ‘Los Caparros’; a las mismas AGC; a los llamados ‘Conquistadores de la Sierra’, que eran los antiguos Pachenca; los que patrocinan a ‘Los Flacos’, en el Valle.
Hay varios que han detectado, un agente detectó a ‘Memo Fantasma’, al ‘Señor T’, se han detectado a muchos jefes poderosos que aparentan ser importantes empresarios, importantes personas del comercio que mezclan lo legal e ilegal.