PESE A que desde hace varios años se advirtió que la flotilla de aviones de combate de Colombia estaba a punto de la obsolescencia, hoy el Estado no ha renovado las aeronaves, lo que significa un elemento grave de vulnerabilidad en seguridad estratégica para el país. Conforme transcurre el tiempo, Colombia pierde su capacidad disuasiva y la facultad de volar para dominar en el espacio aéreo la defensa de la soberanía. Al respecto, EL NUEVO SIGLO consultó con congresistas de las Comisiones Segundas del Senado de la República y Cámara de Representantes, quienes, desde diferentes orillas políticas, analizaron la realidad de la aeronáutica militar y las implicaciones que tiene para el país la demora en esta compra.

En el Senado de la República, los congresistas señalan que este es un tema delicado y en el que este Gobierno no va a avanzar. El senador Lidio García del Partido Liberal explicó que “sí es importante que el país tenga una nueva flota de aviones, los que están son obsoletos y no tienen ningún tipo de salida para poderlos remanufacturar siquiera, pues salen más costosos. Entonces, el Congreso conoce que hay un proceso de estudio de varias empresas, provenientes de distintos países que son los que fabrican este tipo de aviones”.

En entrevista con este Diario, la senadora Paola Holguín explicó que “uno no entiende por qué cuando el presidente Iván Duque anunció la compra de los aviones de combate, detuvo el proceso y terminó dejando el CONPES en manos de este gobierno actual, que era una decisión importante en materia de seguridad para el país”.

Sin embargo, el entrante ministro de Defensa Pedro Sánchez le dijo a este Medio “conozco la determinación del presidente de la República de reemplazarlos lo más pronto posible. Lo cierto es que esa decisión se va a tomar muy pronto, porque es una necesidad de la patria. El jefe de Estado es totalmente consciente de esa decisión”.

Congresistas de otros partidos lanzan alertas

Los parlamentarios de la Cámara de Representantes han expresado su preocupación al respecto.

La congresista Luz Ayda Pastrana de Cambio Radical dijo que “por el bien de Colombia y su seguridad, esperaríamos que sí. Sin embargo, el Gobierno nacional ha recortado significativamente los recursos destinados al sector defensa, lo que pone en riesgo la modernización de nuestra Fuerza Aeroespacial. Sin estos aviones, el país podría quedar en desventaja en materia de defensa y soberanía, afectando la capacidad de respuesta ante amenazas y desafíos en el ámbito nacional e internacional”.

Consecuentemente, la representante del Partido Conservador Juana Carolina Londoño manifestó que “este gobierno tiene un sesgo en contra del fortalecimiento de las Fuerzas Armadas eso se ha visto en todas las decisiones que ha tomado y que le conciernen a este sector. En ese sentido creo que hay un alto porcentaje de probabilidades de qué no actualicen la aviación que tanto necesita Colombia para cuidar sus fronteras, para luchar contra el narcotráfico y contra los grupos irregulares. Cuando un gobierno no tiene una política de seguridad clara no piensa en este tipo de cuestiones”.

A su turno, Carolina Giraldo de la Alianza Verde señaló que “Colombia enfrenta una crisis de seguridad innegable: más de 800 municipios están bajo amenaza de grupos armados ilegales, como advierte la Defensoría del Pueblo. Es necesario reforzar nuestra capacidad operativa; no es un lujo, es una urgencia. No solo habría que pensar en aviones, sino en tecnología para la inteligencia militar y otro tipo de equipos. La gran pregunta es si con el presupuesto nacional y sus aplazamientos va a ser posible contar con todos los equipos que se requieran. Recordemos que el presupuesto del sector defensa fue recortado en 34%. Teniendo en cuenta esa situación, también se podría buscar alternativas con cooperación internacional”.

Del mismo modo, el representante Luis Miguel López, también del Conservador sostuvo que “desde la comisión segunda hemos venido advirtiendo con firmeza la crisis que enfrenta la Fuerza Aérea, por la falta de aviones de combate modernos y la negligencia de este Gobierno de garantizar la seguridad. Por la falta de recursos la situación es crítica y el gobierno Petro sigue jugando con la seguridad del país, el presidente ha roto relaciones con socios estratégicos y proveedores de repuestos como los Kfir dejando en riesgo su operatividad. La falta de presupuesto para la renovación de aeronaves demuestra el desinterés del Gobierno por la soberanía y la seguridad”.