La exportación de animales vivos con fines de consumo, especialmente bovinos, es un tema que está pendiente de ser regulado por parte del Congreso de la República, al tiempo que a nivel internacional organizaciones protectoras han lanzado campañas para prohibir esta actividad porque, dicen, que en la mayoría de los casos estos seres sufren crueles maltratos por las condiciones deficientes de transporte.
Por esta razón, Sinergia Animal envió una carta hace algunas semanas al Congreso colombiano, firmada por 10 ONG internacionales provenientes de Colombia, Nueva Zelanda, Reino Unido, Estados Unidos, Brasil, Perú y Ecuador, para pedirle celeridad frente a los proyectos de ley que contemplen finalizar con esta práctica.
La misiva le solicitó a la Comisión Quinta de la Cámara de Representantes “que impulse un debate juicioso e integral de esta propuesta, sin obstaculizarla”. El llamado se realizó después de que se aplazara la discusión sobre el proyecto de ley Nº 273/20 que establecía la prohibición.
La exportación de animales vivos para consumo ha sido objeto de controversia en todo el mundo. Señalaron las ONG en la misiva al Congreso que las investigaciones han evidenciado cómo miles de animales son transportados en hacinamiento, soportando temperaturas extremas y muriendo por enfermedades o por las condiciones alarmantes de insalubridad.
“La descripción de estos largos viajes es aterradora. Miles de animales que se cocinan vivos, muchos cubiertos por montañas de sus propios desechos, con lesiones e infecciones y muriendo aplastados o por inanición, muchas veces sin agua o comida. Sin ningún tipo de auxilio ni control, con una agonía que puede extenderse hasta por semanas o hasta meses”, explicó Karen Reyes, vocera para Colombia de Sinergia Animal.
En la carta se especifica que los animales que “sobreviven a este calvario”, llegan a países donde son sacrificados con métodos y prácticas que no cumplen con las normativas estipuladas por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE). “Se han registrado cortes de tendones, retorcimiento y ruptura de colas, puñaladas en ojos, patadas y golpes, entre otros”.
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Los proyectos
El Congreso de la República se ha interesado en este tema polémico, pues también entra en juego que si bien la exportación de ganado vivo es una actividad aún incipiente para el sector ganadero del país, puede ser prometedora a futuro.
Precisamente el proyecto que refirieron las ONG internacionales y nacionales en su carta al Congreso, el 273 de 2020 Cámara, por el cual se prohíbe la exportación de animales en pie con fines de consumo, iniciativa que fue presentada por parlamentarios de distintos partidos, se hundió en días pasados por tránsito de legislatura sin haber recibido el primer debate.
En la exposición de motivos señalaba dicho proyecto que el objeto “es erradicar el sufrimiento extremo e innecesario producido a los animales que son exportados en pie por vía marítima, con fines de consumo”.
La iniciativa fue construida con el apoyo de AnimaNaturalis, que es la organización iberoamericana más grande por la defensa de los derechos de los animales, y de Animals International, organización de origen australiano que se enfoca en el bienestar de los animales de granja y de aquellos que son exportados vivos.
Frente a este proyecto los miembros del sector privado que conforman el Consejo Nacional de la Cadena Cárnica Bovina-CNCCB, órgano consultivo del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, enviaron una comunicación a la Comisión Quinta de Cámara en la que rechazaron “la solicitud de darle trámite legislativo a esta prohibición, que a nuestro criterio, es un asunto meramente técnico y sobre el cual existen políticas y normativas internacionales, ligadas a procesos de inspección, vigilancia y control por parte de las autoridades sanitarias”.
Por otro lado hay un proyecto, aprobado en primer debate en la Comisión Quinta del Senado, que busca establecer condiciones de sanidad, bienestar y cuidado animal en el manejo de bovinos con fines de consumo y exportación.
La iniciativa del senador Carlos Manuel Meisel Vergara (partido Centro Democrático) declara la carne bovina de origen colombiano como producto nacional dinamizador de la economía, promueve su consumo y determina los criterios de salubridad, sanidad, bienestar y cuidado animal que deberán asegurarse en el manejo de los bovinos en territorio nacional, en actividades previas y al transportarlos desde los predios a aeropuertos, pasos fronterizos terrestres o puertos de embarque.