Daños ambientales por El Quimbo fueron advertidos: Duque | El Nuevo Siglo
Lunes, 7 de Marzo de 2016

Las advertencias  sobre la problemática de la represa de El Quimbo fueron expresadas en su momento, pero nadie tomó nota de  ellas. Así lo dijo  el profesor e investigador, Santiago Duque, quien desarrolló un estudio del comportamiento de las represas en el Huila. Señala que antes de pensar en la construcción de más represas, lo que se tiene que hacer es solucionar los problemas ambientales que viene generando El Quimbo. Estas declaraciones las hace ad portas de un debate que se llevará a cabo en el Congreso en la Plenaria de Senado.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo es el problema ambiental que usted plantea con las dos represas en el Huila, Betania y El Quimbo?

SANTIAGO DUQUE:Básicamente, en la actualidad la cuenca alta del río Magdalena está regulada por dos embalses, Betania, y a partir del 2015 por El Quimbo. Quiere decir que el río es transformado y modificado dependiendo del funcionamiento de estos dos nuevos cuerpos de agua, que fueron construidos inicialmente para la generación  eléctrica. En el caso de Betania, años después fue considerado multipropósito con el fin de desarrollar actividad piscícola; entonces, hay nuevas condiciones ambientales que generan transformación en todo el ecosistema del Magdalena, en la parte alta dentro del Huila.

ENS: También se refiere a una mala calidad de aguas de El Quimbo. ¿Ambiental y técnicamente, sí era el mejor lugar para construir una represa?

SD:El de construir o no la represa ya es un asunto técnico e hidrológico y económico. En esa parte no tengo los elementos como para considerarlo. El Magdalena es un río grande, que tiene caudales superiores a 300 y 500 metros cúbicos por segundo en promedio en ese tramo donde fue construido El Quimbo. Todo embalse que se construye es un ecosistema nuevo, que transforma un río en un lago. Obviamente eso genera cambios, impactos y transformaciones ambientales que se evidencian en cualquier embalse, muy especialmente en las primeras etapas de vida. Eso no solamente le pasa a El Quimbo. Normalmente, como reciben agua con carga de nutrientes y de materia orgánica de la cuenca, y adicionalmente le tenemos que sumar la biomasa que también se descompone, inician un proceso que se llama eutrofización.

ENS: ¿O sea que los cambios son drásticos?

SD:Es decir, el embalse nace con una carga de nutrientes muy alta en sus primeras épocas, que pueden ser meses y años, dependiendo de cómo funcione el sistema, hasta que se genera una estabilización. Eso produce que en la parte profunda tienda a no tener oxígeno, requerido para hacer la descomposición rápida de la materia orgánica que fue inundada. Particularmente en El Quimbo está sucediendo eso, es decir, hubo un retiro importante de biomasa que no tiene descomposición rápida, y por eso son las condiciones que muestran hoy el embalse. El Quimbo está ubicado mil metros por debajo del nivel del mar, es decir, en la zona cálida colombiana y por eso sufre un proceso de estratificación técnica. 

ENS: Si el estudio de impacto advertía que la biomasa debía retirarse, ¿la decisión de modificar la licencia para permitirlo en un porcentaje no tuvo sustento técnico?

SD:El sustento técnico estuvo, porque la Universidad Nacional fue contratada específicamente para resolver inquietudes que la Agencia Nacional Ambiental tenía sobre la licencia ambiental. En el 2014 hicimos un estudio de cómo se debería comportar el embalse de El Quimbo, con las condiciones de ese entonces de las aguas del río Magdalena. Este es un tema de manejo integral, es un complejo que se debe manejar integralmente.

ENS: La exministra de Ambiente, Cecilia Rodríguez Rubio, ha señalado que la generación de emisiones de metano, es grave.  ¿Qué pasa con esto?

SD:El año pasado el presidente Santos estuvo en la Cumbre Mundial de Cambio Climático y sabemos que hay una intención internacional de hacer monitoreo más exigentes de lo que se llama gases de efectos invernadero, y los embalses del mundo son algunos de las posibles fuentes de gas en efectos invernadero. Es indiscutible que El Quimbo, como Betania, y muchos embalses de Colombia, pueden estar siendo fuentes importantes de efecto invernadero, porque están ubicados en la parte baja, están estratificados. Entonces, es un problema global,  por eso hay que monitorear para disminuir ese proceso.

ENS: Con los estudios que usted ha realizado en el Magdalena, particularmente en el Huila, ¿qué incidencia tendría la construcción de otras represas?

SD: La realidad es que la cuenca alta del Magdalena vive una transformación severa, sin embargo, sin El Quimbo y sin el posible nuevo embalse, quiere decir que debe haber un manejo integral de la cuenca. Primero se tiene que atacar el problema que es el manejo, y luego sí pensar en la construcción de otras represas.