El ‘campo minado’ para discusión del aumento al salario mínimo | El Nuevo Siglo
Foto Presidencia de la República
Martes, 29 de Noviembre de 2022
Redacción Política

En medio de una coyuntura económica bastante compleja, marcada por una inflación anual superior al 12%, tasas de interés altas y el riesgo de una recesión global, arranca hoy en firme la discusión para el aumento del salario mínimo en Colombia el próximo año.

Como se sabe, la remuneración básica en nuestro país que devenga más de 1,8 millones de trabajadores se encuentra en un 1 millón de pesos, tras el reajuste de 10,07%, equivalente a $91,474 pesos, que se consensuó, en diciembre pasado, entre el gobierno Duque, los empresarios y sindicatos. De esta forma, el sueldo básico más el subsidio de transporte se ubica hoy en $1.117.172.

La negociación del salario básico es, después de la aprobación de la reciente reforma tributaria, el reto político y económico más grande que tiene el gobierno del presidente Gustavo Petro en lo que resta de este año. De hecho, desde 1997 sólo se ha concertado en ocho ocasiones el incremento del sueldo básico.

Son cuatro los elementos básicos a tener en cuenta dentro de esta negociación. En primer lugar, está el costo de vida más alto de las últimas dos décadas. La inflación entre enero y octubre está en 10,86%, más del doble que la del año pasado, cuando en esos primeros diez meses fue apenas de 4,34%. Sin embargo, el dato que más alerta es el de la inflación anualizada (octubre 2021-octubre 2022), que se ubicó en 12,2%.

En segundo término está el dato de Productividad Total de los Factores (PTF) laborales. Este indicador (que condensa datos de consumo intermedio, producción empresarial, servicios de capital, servicios laborales y valor agregado) el año pasado fue de 1,19 %. Para algunos expertos en 2022 debería ser superior porque el impacto pandémico en la economía bajó sustancialmente frente a los dos años anteriores.

De otro lado, el desempleo se ubica en 10,7%. Si bien se ha mantenido la tendencia a la baja, todavía se encuentra por encima de los dos dígitos. 

A ello se suma que no se sabe qué va a pasar con los auxilios a la nómina creados por el gobierno Duque en medio de la pandemia. No es un tema menor, ya que más de 512 mil millones de pesos giró el Gobierno nacional a los empleadores entre julio de 2021 y septiembre pasado. Esos recursos permitieron crear 700 mil empleos para jóvenes entre 18 y 28 años y mujeres y hombres mayores de 28 años. Esto significa que con estos incentivos económicos se beneficiaron más de 25 mil.

El apoyo estatal continúa siendo del 25% de un salario mínimo por cada trabajador contratado entre 18 y 28 años, de 15% de un salario mínimo por cada mujer adicional mayor de 28 años y de 10% de un salario mínimo por cada hombre mayor de 28 años vinculado a la nómina, a empleadores que hayan recibido el apoyo en períodos anteriores, así como quienes no hayan recibido doce veces el beneficio.

De otro lado, las tasas de interés se encuentran en su punto más alto de los últimos años, ya que el Banco de la República, con el objetivo de enfriar la economía y reducir el consumo como estrategia para frenar la inflación, ya tiene sus tipos de referencia en 11%. Es decir, que hoy el dinero es más caro que un año atrás.

A lo anterior debe sumarse que el crecimiento de la economía colombiana se ha venido desacelerando lenta pero sostenidamente. Según el último reporte del DANE, en el tercer trimestre de 2022 (julio-septiembre) el Producto Interno Bruto (PIB) creció 7% respecto al mismo periodo del año pasado. Además, en lo corrido del año (enero-septiembre) el crecimiento es de 9,4%, lo que significa que no se igualará el récord del 10,8% logrado el año pasado.

Se calcula, entonces, que el PIB colombiano crecería a diciembre de este año alrededor del 8,5% y, más grave aún, el próximo año se presentaría una descolgada drástica, incluso hasta menos del 1%, por cuenta de un clima de recesión global que ya está declarado en varias de las principales economías del mundo.


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Otro escenario

Pero los anteriores no son los únicos elementos que influirán en la discusión del aumento del salario mínimo este año. Hay otros tanto o más importantes.

De un lado, está el efecto que tendrá la reforma tributaria aprobada por el Congreso al gobierno Petro y que empezará a regir el 1 de enero. Según los empresarios, las mayores tasas en renta, patrimonio, dividendos y otros tributos directos o indirectos afectarán la rentabilidad de las compañías, sus ciclos productivos, encarecerán la inversión y frenarán el arranque de nuevos proyectos, lo que finalmente, incidirá en una menor creación de empleos o incluso en congelamientos de nómina o su disminución.

En segundo lugar, están en curso sendas comisiones para estudiar las bases de las reformas laboral y pensional, cuyos articulados deberán ser llevados al Congreso el próximo año, según lo ha advertido el presidente Petro y su ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez.

Cada una de esas reformas tendrá un impacto superlativo en el escenario laboral. El Ejecutivo ya presentó los que llamó “pilares” de la reforma pensional, que no solo crean una mesada-auxilio para las personas que no alcanzan el tiempo ni las semanas de cotización para jubilarse, sino que, además, modifica de manera sustancial el funcionamiento y las coberturas de Colpensiones y los Fondos de Pensiones Privadas.

En cuanto a la reingeniería laboral, el Ejecutivo ha insistido en asuntos como la eliminación de todos los contratos por Órdenes de Prestación de Servicios (OPS) y el enganche a la nómina oficial de miles de empleados públicos provisionales. También busca reinstalar los pagos plenos por laborar domingos y festivos así como retornar al horario original de la jornada nocturna, entre otros.

A lo anterior deben sumarse otros elementos que son vitales para el mercado laboral. Por ejemplo, a partir del 1 de enero la jornada laboral en Colombia se reduce de 48 a 47 horas, y año tras año lo hará hasta llegar a 42, según ley aprobada en el anterior gobierno.

También debe tenerse en cuenta que la tipología del mercado laboral ha cambiado en Colombia, al punto que, según lo advirtió el propio Petro días atrás, hoy más del 60% de los trabajadores en Colombia devengan menos de un salario mínimo, lo que implica que la gran mayoría no cotizan a pensión ni seguridad social. Es decir, que el subempleo o el llamado ‘rebusque’ está disparado.

Igualmente, aunque el Gobierno viene anunciando una serie de medidas para tratar de abaratar el costo de los alimentos, que son el principal factor inflacionario, los analistas consideran que esos mecanismos no tienen efecto inmediato en la difícil situación de la mayoría de familias en Colombia que han visto disminuir de manera sustancial su capacidad de consumo y el poder adquisitivo del salario. Una circunstancia agravada por el desmonte parcial o menor cobertura de algunos subsidios como el Ingreso Solidario.

De hecho, sobre cómo la inflación se ‘come’ rápidamente el aumento salarial, el propio Presidente advertía días atrás que “de nada sirve crecer 10 % o 15 % (el salario mínimo) si la canasta familiar crece más. Se trata de que crezca el nivel de vida de las personas”.

El cronograma

Ese es, pues, el complejo escenario en que se desarrollará la negociación salarial que arranca mañana. Hasta el momento sindicatos ni el Congreso Gremial han avanzado cuál será su propuesta de reajuste salarial de entrada.

Se especula que las centrales obreras pedirían entre 14% y 17%, en tanto que los empresarios no ofrecerían el porcentaje de inflación causada a noviembre (que se conocerá el 5 de diciembre) más 1 o 1,5% de productividad. A su turno, el Ministerio de Trabajo pondría sobre la mesa temas como el salario relativo (que mide la diferencia entre el porcentaje de ingresos que van para los asalariados y el que reciben los dueños del capital).

Por lo pronto habrá que esperar cómo se desarrollan las sesiones de la Comisión de Concertación de Políticas Salariales y Laborales.

Según el cronograma acordado, hoy y mañana se reunirá la Subcomisión de Productividad. El próximo 5 de diciembre se instalará la Mesa de Concertación del salario mínimo de 2023. Cuatro días después sindicatos y Consejo Gremial deberán presentar sus ofertas para el incremento del sueldo básico.

Entre el 12 y el 15 de diciembre habrá jornadas de discusión y concertación. Este último día sería el primer vencimiento legal para concertación. El 19 de diciembre está fijado para la presentación del escrito de salvedades de las partes y el día 22 se discutirán las mismas en la Mesa. Todo ello teniendo en cuenta que, si no hay acuerdo tripartita, el 30 de diciembre es la fecha límite expedición del decreto de salario mínimo de 2023.