A contundente voto castigo a Petro apuntan elecciones del domingo | El Nuevo Siglo
El presidente Petro apuntaba a mediados del año pasado a adueñarse del mapa político regional y local en octubre de 2023. Hoy, a cinco días de las urnas, ese objetivo se ve muy lejano. /Foto Facebook archivo campaña
Martes, 24 de Octubre de 2023
Redacción Política

 

SI EN Colombia las elecciones regionales y locales son consideradas como una especie de ‘plebiscito’ informal en torno a la gestión presidencial de turno, puesto que estos comicios se realizan quince meses después del relevo en la Casa de Nariño, todo hace prever, acorde a las encuestas sobre los favoritos para ganar las principales gobernaciones y alcaldías el próximo domingo, que la administración Petro se rajará en este examen de las urnas.

En los comicios de 2019 una de las principales conclusiones sobre sus resultados fue que el presidente Iván Duque, que había asumido el poder en agosto de 2018, se rajó en este ‘termómetro’ electoral territorial.

Principalmente porque las alcaldías de Bogotá, Cali, Medellín, las tres principales del país, quedaron en manos de dirigentes de izquierda y centroizquierda como Claudia López, Jorge Iván Ospina y Daniel Quintero. También pasó igual con Virna Johnson en Santa Marta. Todos ellos, claramente, eran más cercanos al candidato perdedor en la segunda vuelta presidencial quince meses atrás, Gustavo Petro, que a Duque o partidos de la coalición de centroderecha que dominaba el Congreso.

De igual manera, se leyó la llegada de Carlos Caicedo (excandidato presidencial de izquierda en 2018) a la gobernación del Magdalena, o de los candidatos independientes Juan Carlos Cárdenas (apoyado por el exalcalde independiente Rodolfo Hernández) a la alcaldía de Bucaramanga o de William Dau a la de Cartagena.

Además del avance de candidatos por firmas, así como independientes y de la Alianza Verde, en ciudades como Palmira, Buenaventura, Cúcuta, Villavicencio, Buenaventura o incluso en Manizales los mandatarios electos no vinieron de las fuerzas políticas tradicionales, muchas de ellas aliadas del gobierno Duque.  

Aunque Petro perdió con varios de sus candidatos en distintas regiones, lo cierto es que se esperaba que el Centro Democrático, del cual provenía Duque, avanzara de forma sustancial en gobernaciones y alcaldías, lo que no ocurrió. Perder alcaldías como las de Medellín y Bogotá fue muy sintomático de ello.


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De allí que, más allá de la ratificación de la supremacía electoral de los partidos Liberal y Conservador en la votación de concejos municipales y asambleas departamentales, la mayoría de los analistas y los propios dirigentes políticos señalaron que el avance de la centroizquierda y los independientes en las principales capitales del país y en cuotas de poder en gobernaciones, alcaldías, concejos, asambleas y JAL evidenciaba que el Gobierno nacional había perdido en este ‘plebiscito’ electoral de los comicios de mitaca.

Incluso, se recuerda que en el propio uribismo hubo voces que culparon a Duque del regular desempeño en las urnas y lo acusaron de haber ‘centralizado’ su gestión de gobierno, en lugar de implementar el discurso de centroderecha que lo llevó al poder en 2018, ganándole a Petro y el santismo que acababa ocho años de mandato. Para muchos analistas, sí hubo un voto castigo al Ejecutivo en las elecciones de octubre de 2019.

 

¿Y ahora?

Si se analiza lo que proyectan las encuestas para los comicios del próximo domingo, hay tres conclusiones innegables. La primera: la izquierda y los movimientos independientes van a salir de las principales alcaldías que conquistaron en 2019. La segunda: la mayoría de alcaldes que se mostraron aliados de Petro en su campaña y en estos quince accidentados meses de su mandato, salen con alta impopularidad y baja calificación de sus gestiones. Y, tercera: ninguno de ellos pudo proyectar candidatos viables a la sucesión.

De hecho, en Bogotá el más posible ganador -incluso en primer vuelta- será Carlos Fernando Galán (Nuevo Liberalismo), que perdió cerradamente con López cuatro años atrás. En Bucaramanga ocurre algo similar: Jaime Beltrán encabeza las encuestas para ganar este domingo, luego de perder en 2019 con Cárdenas. Tanto Galán como Beltrán son fuertes críticos del actual titular de la Casa de Nariño.

Otro caso sintomático es lo que ocurre en Medellín. El quinterismo (aliado incondicional del petrismo) aspiraba a seguir en la alcaldía con varios exsecretarios que se postularon, pero el más seguro ganador el domingo será el exburgomaestre, líder de oposición y excandidato presidencial Federico Gutiérrez (tercero en la primera vuelta en mayo de 2018, tras Petro y Rodolfo Hernández).

En Cali se proyecta algo similar, ya que el empresario Alejandro Eder encabeza las encuestas y lo apoyan todos los sectores y partidos que han estado en contra de la polémica gestión de Ospina, quien proviene del Polo Democrático y es petrista declarado.

En otros departamentos, así como en ciudades capitales y principales, los sondeos señalan que los candidatos de la coalición base del petrismo, es decir del Pacto Histórico, tienen poca chance de imponerse en las urnas este domingo.

La mayor evidencia de ello es lo que pasó en el Atlántico. Allí el Pacto se había empeñado en que le arrebatarían a la Casa Char la alcaldía de Barranquilla y la Gobernación. A hoy, sin embargo, Alejandro Char es el seguro ganador este domingo de su tercer mandato en la ciudad, en tanto que el liberal Eduardo Verano de la Rosa, apoyado por la mayoría de partidos de centro y centroderecha, incluyendo a Cambio Radical y la Casa Char, apunta también a repetir como titular departamental.

Nicolás Petro, hijo del Jefe de Estado y candidato perdedor a la gobernación en 2019 y quien apuntaba hace un año a ser la carta petrista para pelear por el Atlántico, tuvo que renunciar a la diputación y está sindicado en la Fiscalía en el marco de un escándalo que también tiene bajo la mira del ente acusador, la Procuraduría, el Consejo Nacional Electoral y la Comisión de Acusación de la Cámara a la financiación de la campaña presidencial del primer mandatario.

 

Voto castigo

Tras sacar 20 senadores y 25 representantes a la Cámara en las parlamentarias del año pasado e imponerse en la contienda presidencial, Petro y el Pacto Histórico se pusieron como primera meta trasladar ese predominio electoral al mapa político territorial en los comicios de octubre de 2023. Un capital de 11,2 millones de votos (con lo que ganó en segunda vuelta) era un plante fuerte para esa apuesta a mediados de 2022.

Sin embargo, a hoy, faltando cinco días para la cita en las urnas, lo que se prevé es que el Gobierno no podrá cumplir ese objetivo y, por el contrario, la izquierda sufrirá una debacle política.

Ese voto castigo se debe, en gran parte, no solo a las criticadas gestiones de los mandatarios salientes de Bogotá, Cali o Medellín, sino también a que tras quince meses de accidentado mandato Petro tiene una desaprobación promedio del 65% y se raja en la mayoría de las calificaciones sobre lo realizado en materia de seguridad, economía, empleo, salud, reformas legislativas, política petrolera y energética, subsidios, relaciones internacionales, inversión social, procesos de paz… Es innegable que hoy prima un escenario de incertidumbre, inestabilidad gubernamental (más de la mitad del gabinete removido) y escándalos políticos diarios.

De igual manera, la agenda legislativa se encuentra trabada ya que el Ejecutivo es minoría en el Congreso luego de que se rompió su coalición parlamentaria mayoritaria, ante la oposición de los partidos Conservador, la U y (en parte) Liberal a las reformas pensional, laboral y de salud.

Ese cortocircuito entre el Gobierno y las bases populares se hace evidente en que también viene perdiendo el pulso en las calles. Las marchas que ha convocado para respaldar las polémicas reformas tienen una asistencia regular, y en varias ocasiones han sido superadas por las de la oposición.

A ello se suma que el Pacto Histórico se atomizó en casi una decena de partidos con personerías jurídicas, en tanto que, debido a la misma impopularidad gubernamental, fracasó en su intención de hacer alianzas con partidos de centro y centroderecha para gobernaciones y alcaldías.

Visto todo ello, no resulta gratuito que dirigentes de la talla del expresidente Álvaro Uribe o Germán Vargas Lleras así como la mayoría de los voceros y candidatos de partidos como Centro Democrático, Conservador, La U, Liberal, Cambio Radical, MIRA, Colombia Justa y Libres, Nuevo Liberalismo y otras colectividades vean en los comicios de este domingo, no solo la oportunidad de un recambio en el poder departamental y municipal, sino un escenario político para expresar el creciente inconformismo con el gobierno Petro y el polémico norte que quiere fijarle al país. Un voto castigo.

En ese orden de ideas, el resultado de las urnas este domingo apunta a ser un ‘plebiscito’ popular de amplio espectro sobre la marcha de la administración Petro y todo indica que lo perderá.