EL NUEVO SIGLO: ¿En qué consiste el proyecto de ley de bono escolar?
Paloma Valencia: El proyecto de bono escolar le da a los padres pobres y vulnerables de este país la posibilidad de escoger entre la educación pública y la educación privada pagada por el Estado sobre la base de que la libertad de elección ayuda a que los padres se involucren más en la educación y sobre todo tengan capacidad de decidir en torno al colegio en el que están sus hijos.
Este bono incluye el pago total de los derechos académicos y servicios complementarios: pagos de pensión, matrícula, costos de enseñanza, herramientas de aprendizaje, salud del estudiante, comidas, administración, útiles escolares u otros que el Ministerio de Educación considere pertinentes.
ENS: ¿En qué etapa está actualmente el proyecto?
PV: El proyecto fue aprobado en el primer debate de los cuatro por los que debe pasar. Actualmente, está cursando Comisión VI.
ENS: ¿Qué instituciones podrán participar?
PV: Todas las Institución Educativas Públicas participarán en el programa. Las Instituciones Educativas Privadas podrán participar si tienen un Proyecto Educativo Institucional (PEI) o el Proyecto Educativo Comunitario (PEC) aprobado, si tienen licencia de funcionamiento expedida por la Secretaría de Educación de la respectiva entidad territorial y deberán haber obtenido en las pruebas de Estado un promedio igual o superior al promedio de las instituciones de Educación Pública.
También deben manifestar de manera expresa ante el Ministerio de Educación el número de cupos que ofrecerán por grado académico al programa de Bono Escolar e incluir al menos 30% de los cupos para cada grado en el programa de bono escolar y los cupos deberán ser asignados por mérito académico.
ENS: ¿Por qué considera que el proyecto generó malestar en diversos sectores?
PV: Porque hay quienes consideran que los ciudadanos tienen que estar en la educación pública y esa es la visión del Gobierno. Cuando usted mira la Ley de Educación Superior lo que hay es un ataque a las universidades privadas y un deseo de disminuir el derecho de los colombianos a escoger.
Cuando uno habla de la libertad del ciudadano a escoger entre un servicio y otro, pues hay muchos a los que les genera inquietud. Nosotros estamos convencidos de que lo que es público es el derecho a la educación. De quién es el edificio y quién paga la nómina es un tema totalmente secundario, de manera que cuando se garantiza el acceso y la educación es de calidad, pues hay unas mejores condiciones.
Hay una preocupación en torno hacia el proyecto referente a afectar la educación pública y queremos que no sea así. Yo creo en que los colombianos puedan escoger entre la educación pública y la privada y que la pública reciba los mismos recursos que se le están dando a los privados. Lo que pasa es que lo que hoy tenemos es que con los mismos recursos hay posibilidad de comprar educación privada de más calidad.
ENS: ¿Qué razones podrían provocar un estancamiento en el avance de este proyecto hasta lograr convertirse en Ley?
PV: Están todos los enemigos de este proyecto que empiezan desde Fecode y pasan por todos los sectores de izquierda, que no les gusta la libertad de elección de los ciudadanos y que consideran que lo que debe primar son los servicios prestados por el Estado.
Nosotros estamos convencidos de que lo que es público es el derecho a la educación de calidad y todo lo que haya que hacer para que el ciudadano pueda tener mejor calidad con los mismos recursos, hay que hacerlo.
ENS: ¿Qué otras iniciativas considera usted, que deberían impulsarse desde el Congreso en beneficio de la educación en Colombia?
PV: Vendrá la discusión de la educación superior. Yo creo que Colombia tiene que regresar a ‘Ser Pilo Paga’ con algunas modificaciones, pero necesitamos abrir las oportunidades para que los estudiantes puedan obtener la mejor educación disponible por los mismos recursos que hoy se están invirtiendo. Creo que no podemos seguir en la idea de que la educación pública es mejor por ser pública, la educación de calidad es en lo que el Estado debe invertir.
Y se necesita una reforma inmediata que nos permita incorporar temas necesarios para la revolución de la automatización, desde programación de computadores hasta robótica, con un mejoramiento sustantivo en las habilidades matemáticas que son bastante insuficientes en todo el pensum de Colombia.