Expectativa por resultados del Ejército en las calles | El Nuevo Siglo
Diana Rubiano El Nuevo Siglo
Sábado, 18 de Septiembre de 2021
Redacción Nacional

El miércoles anterior se inició en la capital de la República, así como en algunas otras ciudades, el apoyo militar a la Policía ante el incremento de la inseguridad urbana, a través de patrullajes mixtos en las zonas más problemáticas. La efectividad de esta medida se verá en unas dos semanas cuando se hagan nuevas mediciones sobre los delitos de mayor impacto que están afectando a la ciudadanía, como robo de celulares y de bicicletas, atracos, hurto a residencias, entre otros.

EL NUEVO SIGLO siguió consultando voces autorizadas sobre esta iniciativa que ha sido polémica para algunos que la ven inadecuada porque la seguridad urbana es función de la Policía;  en tanto que otros entienden que es una asistencia necesaria por la coyuntura de la grave inseguridad que se presenta y que son los mismos alcaldes, como en el caso de Bogotá con Claudia López, los que han solicitado esta ayuda al Gobierno nacional.



Las primeras ciudades que están desarrollando patrullajes combinados de Policía y Ejército son Bogotá, Cali, Barranquilla, Cúcuta y Soacha, en los cuales por parte de esta última institución participa principalmente Policía Militar, que por su preparación encajaría de mejor forma en el concepto de seguridad urbana.

Estos militares  en su labor de apoyo no actúan de manera autónoma sino que acompañan y respaldan a los uniformados de la Policía, que son los que directamente interactúan con los ciudadanos.

El general (r) Luis Ernesto Gilibert, quien fue director de la Policía Nacional, indicó que “antes que nada, así lo quieran desconocer,  eso se llama asistencia de militar.  Cuando la Policía tiene problemas en el orden público, se le sale de sus capacidades,  siempre físicas,  recurre a las autoridades y las  autoridades invocan la ley y piden asistencia militar".

Añadió que la asistencia militar es muy importante, "es la presencia del Ejército respaldando y apoyando las acciones de la Policía, eso es una actuación pasajera, esa es una estrategia pasajera, eso no es para quedarse. El apoyo se da, la situación se restablece y los militares vuelven a su cuartel".

El general (r) indicó que en esta situación "los militares hacen presencia en apoyo y actúan en la medida que la ley se lo permite.  Siempre están encuadrados dentro de grupos de policías que son los que actúan frente a la ciudadanía.  El Ejército está respaldando y haciendo presencia, y enfrentando si las cosas se salen de su normal transcurrir, que casi nunca se presenta estando el Ejército  porque los alteradores del orden público cuando ven la presencia del Ejército, pues lógicamente deponen sus intereses y bajan su accionar".

Agregó el general (r) Gilibert que "indudablemente eso va a dar unos resultados positivos,  no va a ser una solución radical a la problemática de seguridad, pero sí vamos a tener un refresco por unos días mientras que la Policía vuelve a tomar un segundo aire y desarrolla unas estrategias para luego seguir enfrentado sola la situación. Pero es bueno, es saludable la presencia del Ejército, que la ciudadanía entienda que la Fuerza Pública está unida, que la Fuerza Pública es una y defienden tanto la soberanía  como el orden público interno".

Por su parte Daniel Mejía Londoño, exsecretario de Seguridad de Bogotá, sostuvo que “esos patrullajes mixtos de Policía y Ejército ayudan a hacer más presencia en las calles, ayudan a que se genere una percepción de presencia de personal de la Fuerza Pública, y en esa medida puede un poco atenuar la sensación de inseguridad que se vive en las ciudades”.

No obstante dio cuenta que “las evaluaciones que hay de  medidas  similares que se han tomado en el pasado no son muy positivas en cuanto a reducción de los delitos que ocurren. Sí puede generarse una reducción temporal de la percepción de inseguridad".

Agregó que como este personal del Ejército "no puede hacer procedimientos de Policía, no puede hacer capturas, no puede hacer incautaciones, no puede hacer una cantidad de cosas, verificación de antecedentes, etcétera, pues de alguna manera ese efecto es simplemente temporal hasta que los delincuentes se dan cuenta que no pueden hacer mucho de las labores que hace normalmente la Policía".

En tanto que Gilberto Toro, director ejecutivo de la Federación Colombiana de Municipios, dijo que no es un asunto “de gustar o no gustar,  aquí el tema es que la  población está pidiendo seguridad,  está pidiendo control a estas manifestaciones de inseguridad que se están presentando, y cualquier mecanismo efectivo que implemente el Estado es bienvenido”.

El Directivo dijo que si “no tenemos suficientes agentes de policía para que puedan garantizar la seguridad y la convivencia en todos los municipios del país, pues toca apoyarse también en el Ejército,  institución creada para también apoyar y garantizar no solo la soberanía sino la seguridad”.

 

Más voces

Entre las opiniones que consultó en días pasados este Medio está el presidente nacional de Acore (Asociación Colombiana de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares), el coronel (r) John Marulanda, quien indicó que no es la tarea de los militares, pero dadas las circunstancias actuales pueden ayudar para “enviar un mensaje de seguridad y confianza a la ciudadanía”.

Agregó que la presencia de los militares en las calles ha sido beneficiosa en otras épocas en Bogotá y otras ciudades cuando ha sido necesaria.

Marulanda agregó que desde ningún punto de vista se puede considerar que se está militarizando las ciudades, pues no se está hablando de presencia de tropa y tanques, sino de grupos reducidos de uniformados que actuarían en zonas específicas.

Mientras que Camilo González Posso, director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), consideró que “no es buena opción poner a los militares en funciones de policía porque el militar está entrenado para el uso de las armas de fuego y para el combate”.

Añadió que estos asuntos de delincuencia urbana “no se van a neutralizar con fusiles, creo es que se necesita una acción policial reforzada, ordenada, con una política social preventiva frente a una catástrofe económica, que es lo que está en el fondo de todo el incremento de la criminalidad”.

Por su parte Jorge Restrepo, director del Cerac (Centro de Recursos para el Análisis del Conflicto), dijo sobre la presencia de integrantes del Ejército en las calles para ayudar en la seguridad, que “todos los estudios muestran que eso no tiene ninguna efectividad. No encuentro un argumento en el sentido de que eso tenga mayor efecto”.

Agregó el académico que si acaso tendría un efecto “sobre la percepción de seguridad en términos de efectos positivos. Y sí tiene efectos negativos: eso afecta la confianza de los ciudadanos en la Policía, desvía recursos de las Fuerzas Militares” a la atención de una tarea para la que no están preparados los soldados.