Impedir reelección local, retroceso en nuestra democracia: Ceballos | El Nuevo Siglo
Viernes, 24 de Julio de 2015

*Señaló que es corto el periodo de los gobiernos territoriales, mientras que en otros países es de cinco o seis años  

 

Prohibir con la reforma de Equilibrio de Poderes la reelección presidencial y cortar con la misma tijera para que se extendiera a los gobernadores y alcaldes, es un retroceso para nuestra democracia.

Así lo estima Miguel Ceballos, decano de la Escuela Política de la Universidad Sergio Arboleda, quien considera que por lo menos a nivel local se debe dejar abierta la posibilidad de premiar una buena gestión.

EL NUEVO SIGLO: ¿Hay quienes sostienen que cuatro años es un periodo muy corto para alcaldes y gobernadores, usted qué piensa?

Miguel Ceballos: Esa discusión ya se dio durante el debate de la Reforma de Equilibrio de Poderes, hay países en los cuales los periodos para alcaldes son de cinco-seis años. En mi opinión creo que es un periodo muy corto teniendo en cuenta que ya no van a poder ser reelegidos y en segundo lugar siempre estuve en contra de que no se aprobara la reelección para los alcaldes. La literatura académica y los ejemplos comparados en distintos países muestran que a nivel local, especialmente en el caso de los alcaldes, el electorado premia las buenas gestiones y es sano que esos alcaldes permanezcan en el poder en la medida que hacen una buena gestión.

Es muy triste que en el país se haya cortado con la misma tijera la prohibición de la reelección a nivel presidencial con la prohibición de la reelección a nivel local, creo que son dos ámbitos distintos y recordemos siempre que la democracia es local y las personas que están más cerca de la democracia a nivel local son los alcaldes.

En ese sentido creo que no hemos tenido un avance sino un retroceso en nuestra democracia.

ENS: Se espera que a los próximos gobernantes regionales les toque el posconflicto, ¿cree que son conscientes de ello los electores, el Gobierno ha hecho pedagogía?

MC: Creo que más que pedagogía, porque ya llevamos más de dos años y medio en el proceso, ha faltado debate y creo que el martes pasado en el debate de control político citado por el Congreso a través del Partido Liberal, el Partido de La U y el propio Centro Democrático, se ha dado un paso adelante. El escenario natural para el debate siempre ha debido ser el Congreso de la República y solo hasta dos años después se dio realmente un debate y un intercambio de ideas entre todas las fuerzas políticas del país.

Entonces, esto ya no es solamente un tema de pedagogía sino de intercambio abierto de ideas entre, no solamente los partidos políticos sino entre todas las fuerzas vivas del país, los sindicatos, los gremios, la academia, y creo que ha habido una especie de silencio expectante de todas las fuerzas vivas del país frente a este proceso que hoy debe cambiar esa situación porque si se habla de un posconflicto, ese posconflicto  se va a tener que dar en el escenario de nuevas autoridades electas a partir del 25 de octubre y posesionadas en el poder a partir de enero del año entrante.

Entonces vamos a tener un mapa, un atlas político de los partidos distinto y nuevo frente al cual primero el Gobierno tendrá que ser absolutamente garantista y claro en la defensa de los derechos políticos de todos los elegidos, que a su vez, tendrán que tener claridad sobre cuáles van a ser las condiciones para el posconflicto, ellos no se las van a inventar, esas condiciones están dadas por la Constitución, por la ley y por lo que los colombianos refrendemos con respecto a los acuerdos.

 

Desincentivo

 

Ceballos consideró que laimposibilidad para alcaldes y gobernadores de reelegirse “implica mucha mayor celeridad en la gestión, por un lado. Segundo, desincentiva un poco el ejercicio de la política como se hacía antes, es decir, recuerde que la reelección de los alcaldes estaba permitida pero no para periodos inmediatamente posteriores sino que tenía que el alcalde esperar un periodo para poderse reelegir. En ese sentido habrá una manera nueva de hacer política en la cual los alcaldes tendrán que aprobar sus planes de desarrollo y sus presupuestos de una manera más rápida para que haya una ejecución más eficiente en el periodo de gobierno para el cual fueron elegidos”.