En reciente declaraciones, el expresidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez señaló que los impuestos y los subsidios, dos herramientas principales del Gobierno para reducir pobreza y construir equidad, pueden fracasar en el largo plazo.
A pesar de ser pilares fundamentales de la política fiscal del Gobierno, su efectividad está siendo cuestionada por el exmandatario, especialmente en un contexto donde la inversión privada se encuentra amenazada por una alta carga tributaria.
"Los impuestos están afectados por sus excesos. Las empresas tienen la más alta carga de acuerdo con el escalafón de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo, OCDE. Y en cuanto a las personas naturales, la tarifa marginal del 39%, con propuesta de subirla al 41%, es demasiada alta. La combinación de ambas pone a Colombia con más impuestos, a quienes pagan por supuesto, que muchos de los países desarrollados", señaló.
Esta situación ha llevado a una disminución en el recaudo tributario, que ya muestra tendencias por debajo de lo estimado, lo que pone en riesgo la sostenibilidad de los subsidios, que deberían ser temporales y marginales pero tienden a convertirse en cargas permanentes, según Uribe,
El impacto de esta política se haría evidente en el sector salud, los ciudadanos se vería obligados a gastar más de su propio bolsillo para acceder a servicios médicos, lo que agravaría aún más la desigualdad. Además, el crecimiento del gasto público, que se aproxima al 60% del total del presupuesto, está destinado principalmente a cubrir costos burocráticos que no generan un impacto significativo en el consumo a largo plazo.
"Si bien hay loterías que ayudan en el corto plazo, buena parte de sus ingresos no mejoran la tendencia de largo plazo", indicó el exsenador.
Por otro lado, el exmandatario señaló que el oro, cuyo precio ha alcanzado los 2,700 dólares por onza troy, enfrenta problemas relacionados con la ilegalidad y su conexión con grupos violentos.
El narcotráfico sigue siendo un problema creciente que exacerba la situación económica y social del país. Las "republiquetas" criminales y la destrucción ambiental son consecuencias directas de esta problemática, demandando una respuesta gubernamental efectiva y costosa para encontrar alternativas económicas viables para cientos de miles de colombianos.
En palabras del exmandatario: "Parece mentira pero todo indica que vamos para 12 mil millones de dólares de remesas del extranjero"
Finalmente, Uribe expresó que es la cosecha y el precio del café lo que le disipa dificultades al Gobierno. Cercana a los 14 millones de sacos, con muy buena calidad y el precio de la carga superior a 2,2 millones de pesos, esta cosecha ayuda a consumos en las regiones productoras.
Sin embargo, estas medidas no son suficientes para contrarrestar el miedo a invertir en un entorno donde el Estado es percibido como excesivamente grande y costoso. Sin cambios estructurales, Colombia podría continuar enfrentando dificultades en su lucha contra la pobreza y en su búsqueda por construir una sociedad más equitativa.