La extorsión: un delito que se multiplica en el país | El Nuevo Siglo
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Sábado, 17 de Junio de 2023
Redacción Nacional

ANTE EL registro de 22.365 casos de extorsión en los últimos 30 meses en Colombia, el Grupo Gaula de la Policía Nacional viene adelantando una amplia estrategia de combate a este flagelo con más de 1.200 agentes, en coordinación con 70 fiscales especializados y tecnología de punta.
De acuerdo con las estadísticas del Ministerio de Defensa Nacional, la Policía y la Fiscalía, en el 2021 se registraron 8.342 denuncias de extorsión en sus diferentes modalidades. Esta cifra subió en 2022 a los 9.791 casos y este año ya van 4.232 noticias criminales.

Obviamente, existe un alto subregistro en este campo, ya que muchas víctimas no se arriesgan a denunciar por temor a ser blanco de represalias de los delincuentes.

El director encargado de la división Antisecuestro y Antiextorsión (Gaula) de la Policía, coronel Élver Vicente Alfonso Sanabria, en diálogo con EL NUEVO SIGLO indicó que gracias a una exigente labor de investigación en los primeros seis meses del año en curso han sido capturadas 1.235 personas bajo la sindicación del delito de extorsión.
“De estas aprehensiones, 931 personas registran detención carcelaria, 238 quedaron en libertad por orden de jueces y otras 66 esperan que se resuelva su situación jurídica por parte de las autoridades competentes”, explicó.

Las estadísticas registran 4.232 denuncias de extorsión en todo el país, siendo los departamentos de Antioquia, Valle del Cauca, Atlántico, Cundinamarca, Tolima, Cauca, Norte de Santander, Chocó, Meta y Bolívar los más afectados por esta modalidad criminal. Incluso, la isla de San Andrés registra dos casos de extorsión.

Desde el 1° de enero a la fecha se han ejecutado cinco macrooperaciones con un total de 658 capturas, de estas 510 por el delito de extorsión. También se llevaron a cabo 66 operaciones y 46 desarticulaciones de grupos delincuenciales que se especializan en este ilícito.

En estos operativos han sido capturados cabecillas de diferentes redes criminales, entre ellos alias ‘Chinga’, segundo de la red de apoyo del sexto frente ‘Dagoberto Ramos’; alias ‘La Johana’ o ‘Vanesa’, cabecilla financiera de ‘Los Rastrojos’ y de ‘Los Costeños’ y compañera sentimental de alias ‘El Negro Ober’, cabecilla principal de esta estructura multicrimen.

Además se logró una significativa afectación a la banda de ‘Los Caicedo’, con seis capturas. Tenían una renta criminal de más de 50 millones de pesos mensuales. 

Igualmente se golpeó a ‘Los Costeños’, ‘Los Cachete’, ‘Las Palmas’, entre muchos otros.
En Cundinamarca, por ejemplo, se logró la desarticulación del grupo de delincuencia común organizado ‘Los Coterráneos’, con ocho capturas. Igualmente se golpeó al frente ‘Erlin Pino Duarte’ del ‘Clan del Golfo’ con 13 capturas.

Otro golpe contundente se le dio al llamado ‘Tren de Aragua - Sector La 38’, con 17 capturas por orden judicial y cuatro en flagrancia.

Como se ve, a diario las autoridades operan contra estas bandas de extorsionistas pero, lamentablemente, el delito se continúa multiplicando. Esta semana, por ejemplo, se denunció que en varias ciudades de la costa Caribe, especialmente en Barranquilla, la ola de este ilícito está afectando a múltiples sectores de la población. Las víctimas van desde empresarios, comercios, transportistas, vendedores ambulantes, proveedores, taxistas, camioneros e incluso hasta expendedores de tinto.

En otras ciudades la extorsión también está creciendo. En muchos casos se trata de delincuencia común que se hace pasar por integrantes de grupos armados ilegales para ‘meter más miedo’ a sus víctimas.

Estrategia de combate

Frente a la creciente complejidad de este flagelo, Alfonso Sanabria explicó que el Gaula está desarrollando una estrategia, en coordinación con el Ministerio de Defensa, a partir del despliegue de esquemas de prevención, investigación criminal e inteligencia. Incluso se trabaja en la presentación de un proyecto de ley que permita la regulación de simcard, e-sim y otras tecnologías a través de las cuales se perpetra este delito.

“También se trabaja en articulación interinstitucional con las empresas prestadoras de servicios de telecomunicaciones y el sector financiero para generar controles y líneas de comunicación directa para la atención de casos de extorsión. Se busca la materialización de una prevención dinámica y accionable, generando mayor cobertura en territorio, pedagogía en sectores económicos y llegando a los sitios más afectados por este delito”, sostuvo el coronel.

En ese marco se da el despliegue de ocho macrooperaciones bajo la articulación de capacidades anticipativas, investigativas y de gestión comunitaria, como mecanismo accionable para la contención criminal.

Se cuenta con ocho regiones antisecuestro y antiextorsión distribuidas a nivel país; tres Gaula Metropolitanos en Bogotá, Cali y Medellín; 28 Gaula departamentales y más de 1.200 policías integrantes del servicio Antisecuestro y Antiextorsión. También se cuenta con 70 fiscales especializados Gaula, desplegados a nivel nacional bajo una coordinación especializada desde la Fiscalía.

“El ente acusador se encarga de verificar el avance de los procesos investigativos de cada despacho, realizar acompañamiento y visitas en terreno para buscar mejoras y soluciones en materia investigativa y procedimental. Estos despachos fiscales poseen como policía judicial a funcionarios del Gaula Policía y Gaula Militar”, explicó el alto oficial.



De igual manera avanzan nuevas medidas para atacar la extorsión desde las cárceles. “En articulación con el director del Inpec se realizan acciones para combatir la corrupción y falta de transparencia de funcionarios adscritos a esa institución penitenciaria, que permiten o hacen parte de la materialización de este flagelo delictivo. Como apoyo técnico se solicita y se realizan bloqueos a los dispositivos móviles (IMEI) que son identificados en llamadas extorsivas realizadas desde los centros penitenciarios”, afirmó Alfonso.

De acuerdo con el coronel, también se implementan procesos de prevención focalizada, dando acompañamiento y asesoría a los distintos segmentos empresariales y económicos del país, que son el porcentaje de mayor afectación por este fenómeno delictivo. 

No pague

Según el coronel, con el propósito de fortalecer la campaña “¡Yo no pago, yo denuncio!”, que se ha convertido en una marca registrada del Gaula, se creó una estrategia comunicacional bajo el eslogan “¡No dejes que te engañen! Juntos prevenimos el delito. Córtale la conexión a la extorsión, cuelga y marca 165”. 

Esta última herramienta le permite a la ciudadanía entender que puede ser víctima del delito de extorsión a través de llamadas engañosas. Por eso la línea 165 está dispuesta a atender los requerimientos las 24 horas del día, así como a entregar recomendaciones para contrarrestar este flagelo.

Esa línea recibe un promedio de 330 llamadas al día, con un 80% de efectividad frente a la atención.

Tipología del delito 

La extorsión se presenta con diferentes modalidades, entre ellas carta extorsiva, exigencia directa, llamadas telefónicas y amenazas a través de redes sociales. En algunas ocasiones, las bandas criminales acuden a varias de estas vías para crear más temor en las víctimas y lograr el pago de las cantidades de dinero que piden.

Según el coronel Alfonso, se toman en cuenta los conceptos de modalidad, modus operandi, medios de contacto, autores y formas de pago como los principales elementos que dinamizan esta conducta delictiva, para enfrentar las diferentes modalidades de extorsión, entre ellas:

1. Modalidad clásica: 
Los victimarios hacen parte de grupos al margen de la ley o se hacen pasar como miembros de estas estructuras, intimidando de forma selectiva a sus víctimas: empresarios, ganaderos, comerciantes, agricultores, tenderos o gente del común. La principal amenaza es que si no hay pago se atentará contra la integridad de las víctimas, sus familiares o sus bienes.

Modus operandi: exigencia única, menor cuantía, para la devolución de bienes.

2. Modalidad digital
Tiene como principal foco de origen las cárceles, aunque también se han identificado registros en zonas urbanas y rurales fuera del entorno de prisiones. Esto demuestra la mutación delictiva hacia otros campos y actores criminales. Para cumplir la extorsión, los delincuentes toman contacto con sus víctimas empleando diferentes medios digitales y con una retórica específica las constriñen hasta obligarlas a entregar dinero o transacciones económicas a terceras personas. Usualmente el pago de la exigencia se efectúa una sola vez.

Modus operandi: falso servicio, suplantación, falsa encomienda, hacerse pasar por grupos armados al margen de la ley. También se acude a la retención de información y la sextorsión.