Como una respuesta del Congreso a la alta migración que se presenta en Colombia, calificó la senadora Emma Claudia Castellanos la Ley de Política Integral Migratoria.
Agregó que, entre otros, permitirá regular la migración venezolana, cerrando de paso la puerta a la xenofobia que se puede presentar por la presencia irregular de esta población.
EL NUEVO SIGLO: ¿Qué aporta esta ley para enfrentar el delito de la trata de personas?
EMMA CLAUDIA CASTELLANOS: Recordemos que en la última década creció en mil por ciento este tipo de delito, que es una alarma que tenemos que atender a través de la Política Migratoria, y ese es el primer paso que se hizo.
Entonces ante esta hay una ruta donde las autoridades van a tener las herramientas para establecer cómo combatir este tipo de delito, creo que el primer paso ya se dio. Colombia encabeza la lista de países víctimas de trata de personas, y es la manera de cerrarle el cerco a los victimarios.
Cuando se sanciona la política recordemos que en Colombia no teníamos sino un Conpes, entonces las autoridades ahora sí van a tener una ruta para que pueda actuar Migración y disminuir este tipo de delito.
ENS: ¿Qué hacer con migrantes que utilizan el territorio colombiano como trampolín para llegar a Estados Unidos, y quedan varados generando problemas humanitarios como se vio en Necoclí?
ECC: Esta ley trata tanto de migrantes como también de colombianos que viven en el exterior, porque a veces el colombiano mira 'solamente están pensando en el extranjero y qué de los colombianos'. O sea, la norma abarca no solamente el migrante para que tenga un camino, que la ley le especifique si realmente quiere residir en el país cómo hacerlo y si él va a tener una actividad laboral, como en cualquier parte del mundo, como en los Estados Unidos o en cualquier país donde haya una ley marco que establezca esos lineamientos y esos requisitos para que cualquier extranjero quiera vivir de una manera regular.
Pero del mismo modo se pensó en los 5 millones de colombianos que viven en el exterior que pudieran conectarse con el país, que pudieran entender que hay una oferta institucional y que de alguna otra manera esta es la casa de todos, a pesar de que ellos vivan en otros continentes.
Entonces a través de un trabajo con la Cancillería y también con las embajadas, es para que puedan retornar los migrantes nuevamente al país. Por un lado se piensa en los migrantes que sean regulares, que los gobernadores y los alcaldes tengan clara esa norma, que ahora falta reglamentarla, y también que hayan unos recursos específicos para atender a los migrantes, ya sea que vengan de Haití o de Venezuela o de cualquier otro país.
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ENS: ¿Hay incentivos para los colombianos que decidan regresar?
ECC: Sabemos que la mayoría de los colombianos que han vivido en el extranjero tienen una formación académica, entonces lo que estamos tratando es que ellos puedan homologar rápidamente sus especializaciones, sus grados, y esto va a ser un plus para que ese joven que retorne al país, pueda desarrollar su profesión, y eso es algo que tiene la ley.
ENS: ¿Qué adicional tiene esta Ley de Política Integral Migratoria frente a los migrantes venezolanos que ya cuentan con un estatuto temporal?
ECC: Es un estatuto temporal pero no había una ley, en este momento sí y tiene metas a corto, mediano y largo plazo. Entonces, la migración venezolana como de cualquier otro tipo, pero es la migración más grande, con esta ley se cierra la puerta a la xenofobia, que me parece que era tan peligroso en Colombia.
Segundo, le da la oportunidad al venezolano que quiera hacer las cosas bien en el país que entienda para regular y para ser residente en Colombia y más adelante si quiere hacerse ciudadano colombiano, como en cualquier país del mundo, país democrático y desarrollado.
Eso no lo tenía Colombia, teníamos como una deuda, por primera vez que el Congreso de Colombia por unanimidad de verdad saca una ley tan importante.
No nos quedamos solamente con la medida temporal que dio el Gobierno nacional sino ahora es la respuesta del Congreso, que es una política no solamente pensando en los venezolanos, es la política de Estado de largo plazo para que Colombia también sea un país receptor y una tierra amable para el extranjero que quiera venir y ser regular, y producir y ser familias que aporten también a la sociedad colombiana.