A UN día de que comience en la Comisión Séptima de la Cámara el debate a las ponencias sobre el proyecto de reforma a la salud, el panorama político para la iniciativa se complica aún más.

Aunque no hubo confirmación oficial, ayer trascendió que el Gobierno estuvo tratando de buscar contactos con directivos y congresistas de los partidos Liberal, Conservador y de la U con el fin de avanzar en la posibilidad de convencerlos de que cambien su postura en torno a votar negativamente el proyecto oficialista.

Según se indicó en altas fuentes políticas, varios ministros, encabezados por el titular del Interior, Alfonso Prada, entre sábado y domingo trataron de establecer esos contactos, aunque hasta anoche no se conocían los resultados de dicha gestión.

La Casa de Nariño estaría insistiendo en que durante el debate de las ponencias se podría dar cabida a una parte de los ajustes en que esos tres partidos insisten como condición para apoyar la reforma.

Como se sabe, hay tres ponencias. La primera es la oficialista, radicada el 31 de marzo. También está una negativa, respaldada por el Centro Democrático y Cambio Radical. Y la última es una alternativa, propuesta por los liberales.

Tras las advertencias de conservadores, liberales y la U, en torno a que el Gobierno solo aceptó el 22 % de las observaciones y rechazó el 77 %, la titular de la cartera de Salud, Carolina Corcho, dijo que no le corresponde al Gobierno esa tarea, sino que ya es una labor del Congreso.

Como se sabe, las 133 modificaciones propuestas se enfocan en seis aspectos que son fundamentales: 1. Articulación de un sistema de salud mixto; 2. Creación y definición de las funciones y remuneración de las Gestoras de Salud y Vida para que sean administradoras del riesgo integral en salud, operativas, incluyendo contratación y auditoría que les garantice su permanencia en el tiempo. 3. Establecer una UPC suficiente y diferencial en cuanto a territorios y riesgo epidemiológico. 4. Garantizar la libre elección de los usuarios. 5. Las redes integradas e integrales de servicios deben ir desde los CAPS hasta la mediana y alta complejidad. 6. Fondos cuenta sin burocracia.

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Rifirrafe

De otro lado, la directora de la U, Dilian Francisca Toro, tuvo que salirle al paso a un trino del senador del Polo Democrático Wilson Arias, quien, trayendo a colación una denuncia periodística contra la dirigente política cuando era gobernadora del Valle, respecto a presuntos actos de corrupción con los pagos a los hospitales, advirtió que “… Toro & Cía tienen fundadas y largas razones para defender la salud de todos los colombianos. ¡De veras, no es chiste!”.

“Senador Arias, difundir infamias, falsas noticias, calumnias que ya puse en manos de la justicia, no es la forma de buscar el diálogo para discutir una reforma a la salud que salve vidas. Soy médica y me la juego por la salud de los colombianos; usted hace politiquería”, respondió Toro.

En el entretanto, hubo más reacciones a la decisión del representante liberal Dolcey Torres, quien el sábado anunció su respaldo al proyecto de salud, pese a la orden en contrario del jefe único de la colectividad, el expresidente César Gaviria.

“Por coherencia con mis principios y en concordancia con mis posiciones públicas, anuncio mi renuncia a la vocería del partido Liberal en la Cámara de Representantes. No puedo defender posturas que no comparto y mis convicciones me llaman a respaldar la reforma a la salud”, dijo el parlamentario.

A ello reaccionó la representante y ponente de la reforma en la Comisión Séptima, Marta Alfonso, del Pacto Histórico. “Apreciado colega Torres. Está usted del lado correcto de la vida, del pueblo que clama una reforma a la salud en Colombia; del lado de los hospitales que en la mayoría de municipios humildes es lo único que tienen para cuidar la vida y la salud de la gente. Gracias, representante”.

Así las cosas, a la ponencia que respaldan el Pacto Histórico, Verdes, curules de paz y Comunes solo le estarían faltando uno o dos votos para obtener los once respaldos que se requieren en la Comisión Séptima para avanzar el proyecto en primer debate.

Por su parte, el senador David Luna, de Cambio Radical, precisó que “construir una mejor salud es posible. Desde Cambio Radical proponemos tres ejes centrales que la fortalecerían: atención primaria y preventiva; cubrimiento, servicio y territorialización; e infraestructura, especialistas y aseguramiento”.

¿Más renuncias?

El sábado circularon versiones en torno a que el Gobierno habría ampliado las peticiones de renuncias a viceministros y funcionarios de los partidos Liberal, Conservador y de la U, que pese a ser de la coalición parlamentaria petrista, advierten que no votarán positivamente la ponencia oficialista debido a que no se incluyeron los ajustes al articulado que se habían acordado con el presidente Petro.

Como se sabe, el viernes se anunció que el Ejecutivo urgió las cartas de renuncia a los viceministros de Vivienda, en representación del partido Liberal, Felipe Arbouin y Aníbal José Pérez. Así como a Carlos Eduardo Enríquez y María Constanza García, viceministros de Transporte a nombre del partido Conservador; también a los viceministros Nohora Mercado y Sergio Octavio Valdés, en el Ministerio de las TIC a nombre de la U.

Sin embargo, ayer se indicó que a la viceministra García no le habrían pedido esa renuncia, bajo la tesis de que no es cuota conservadora.

El sábado trascendió que también se le pidió la renuncia a Roger Carrillo, presidente de Coljuegos, quien proviene del conservatismo.

Igual estaría pasando con otros altos cargos de agencias e institutos.

Durante el fin de semana las reacciones a esta petición de renuncias –que se tendrían que estar protocolizando hoy, primer día hábil de la semana– fueron encontradas.

Para los voceros de la oposición, se trata de una especie de “chantaje” y presión indebida del Gobierno a los partidos de centro-derecha de su coalición.

Incluso, hubo algunas voces que consideraron que, dado que en la Alianza Verde también hay peros a la reforma a la salud, la Casa de Nariño igualmente debería proceder a quitarles cuotas burocráticas.

Por el momento, todo parece indicar que a partir de mañana se empezará a definir si se mantiene o se rompe la coalición parlamentaria gubernamental. No se descarta, incluso, que algunos partidos puedan salirse de la misma en medio del fuerte debate a las reformas a la salud, pensional y laboral.

Un proyecto lesivo: exministro Ruiz

El exministro de Salud Fernando Ruiz no solo recalcó que la ponencia de la reforma fue radicada el 31 de marzo “casi a hurtadillas” y sin tener en cuenta los comentarios de los partidos.

“Es un proyecto de ley lesivo, que tiene connotaciones muy críticas para la población colombiana. Allí es donde los colombianos debemos tener claridad de lo que esto representa. Nos quieren vender un sistema público, estatizado, en donde el Estado se transforma en el garante, entre comillas, de los servicios de salud. Y un sistema que no arroja posibilidades de mejorar ni de construir sobre lo que hemos construido”, agregó.

Ruiz insistió en que el Gobierno quiere presentar como ejemplo el sistema de salud español, pese a la “crisis en que se encuentra: casi 800 mil pacientes llevan más de seis meses esperando que les hagan una cirugía, citas de espera con más de 95 días, más de nueve días para tener una consulta de un médico familiar o de un médico general. Todo esto con una estructura pública totalmente burocratizada, petrificada, que es lo que nos promete este proyecto”.

“Los colombianos deben ser conscientes de lo que esto significa y darle a entender al Gobierno Nacional el rechazo a este proyecto y la posibilidad que tiene el Congreso de realmente pasar una ley que sea muy nociva para la población colombiana. Ese mensaje debe llegar al Congreso y debemos transmitirlo todos en la protección de la seguridad social nuestra y de nuestras familias”, puntualizó.