Movidas definitivas para la baraja de candidatos a Alcaldía de Bogotá | El Nuevo Siglo
MIENTRAS que Juan Daniel Oviedo continúa al frente de las preferencias, la incursión de Bolívar mueve el ajedrez político y la gran incógnita continúa siendo Peñalosa
Jueves, 20 de Julio de 2023
Redacción Política

A 8 DÍAS del cierre de la inscripción de los candidatos a la Alcaldía de Bogotá, el partido de aspirantes ya prácticamente está lleno y, salvo a una sorpresa de última hora, ya se podría dar por sentado que está casi lista la nómina de quienes competirán por la sucesión de Claudia López.

Las últimas dos incógnitas tienen que ver con las aspiraciones del exsenador petrista Gustavo Bolívar y la del dos veces alcalde Enrique Peñalosa.

Sobre el primero, ya la noche del miércoles se dio por sentado al interior del Pacto Histórico que su candidatura sería oficializada el próximo lunes, aunque hasta ayer al cierre de esta edición no había una convocatoria oficial de esta coalición al respecto.

Sin embargo, el propio Bolívar sí fue muy activo en sus redes sociales sobre la materia. El martes ya había advertido que “si el criterio para escoger candidatos del Pacto Histórico es que tenga más plata y más votos y no más lealtad con las ideas progresistas y más compromiso con el cambio y la lucha contra la corrupción, el Pacto Histórico se seguirá llenando de manguitos”.

Ayer, en la mañana, ante los sectores del Pacto que empezaron a mostrarle apoyo por su lanzamiento, Bolívar señaló que el proceso todavía no se ha finiquitado. “…falta concretar dos temas para alcanzar la nominación. Estamos afinando acuerdos programáticos con los demás candidatos Carlos Carrillo y Heidy Sánchez, sin los cuales no se podrá concretar una candidatura”.

Sánchez, como se sabe, es concejal de Colombia Humana – Unión Patriótica, tanto que Carrillo, también cabildante, se postuló a nombre del Polo Democrático.

Sin embargo, es claro que el excongresista es quien más apoyo tiene al interior del Pacto para ser el candidato (según las encuestas internas), al tiempo que la mayoría de los sondeos electorales generales que se han realizado en las últimas semanas lo ubican en un quinteto de punta junto a Juan Daniel Oviedo (exdirector del DANE y aspirante por firmas), Jorge Enrique Robledo (exprecandidato presidencial y aspirante del partido Dignidad y Compromiso), Carlos Fernando Galán (exsenador y excandidato a la Alcaldía en 2019, hoy a nombre del Nuevo Liberalismo) y Rodrigo Lara (exsenador y candidato por firma).

Visto todo lo anterior, queda claro que Bolívar, uno de los más beligerantes escuderos del presidente Petro, tiene la primera opción para defender las banderas gubernamentales en la capital del país, aunque sobre su aspiración se cierne una gran sombra de duda, ya que algunos congresistas y juristas sostienen que podría estar inhabilitado, debido a que solo renunció a finales de diciembre pasado, bajo el convencimiento de que lo hacía un año antes de la posesión de los gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y ediles que serán elegidos el próximo 29 de octubre y cuya posesión será el 1 de enero de 2024.

Para algunos expertos, Bolívar debió haber renunciado en octubre pasado, un año antes de los comicios.

Cuenta regresiva

Estos 8 días que faltan para el cierre de las inscripciones también son determinantes para conocer si Peñalosa será finalmente candidato. En declaraciones a EL NUEVO SIGLO y a otros medios en los últimos meses, el también exprecandidato presidencial ha insistido en que no aspirará. Sin embargo, en muchos corrillos políticos, tanto nacionales como distritales, se insiste en que, ante las solicitudes de múltiples sectores, el dirigente está repensando esa negativa y podría dar la sorpresa en esta última semana de plazo para inscribirse.

De hecho, el propio Bolívar indicó que en el partido de las candidaturas faltaba el exalcalde. “A mí se me hace que a esta contienda le hace falta Enrique Peñalosa. Debería lanzarse a defender su obra en Bogotá.

No es sarcasmo”, indicó el aspirante petrista.

Peñalosa es muy activo en redes sociales, pero en sus últimos pronunciamientos no se ha referido en nada a una posible aspiración al Palacio Liévano, ya que sus trinos y críticas han estado dirigidas, principalmente al Gobierno Petro y a la alcaldesa López.

El ajedrez

De acuerdo con lo anterior, queda claro que un eventual lanzamiento de Peñalosa movería todo el ajedrez de este escenario de campaña, del que hacen parte también el exministro uribista Diego Molano (candidato por firmas) y el dirigente Nicolás Ramos.

Paradójicamente, la Alianza Verde, partido al cual pertenece la actual alcaldesa, cuya esposa, Angélica Lozano, asumió anoche la presidencia del Senado, no tiene candidato propio para los comicios de octubre. Tras una consulta interna, los concejales Lucía Bastidas, María Fernanda Rojas y Luis Carlos Leal no lograron el aval de la colectividad y, como se lo dijeron ayer a EL NUEVO SIGLO, ya quedaron por fuera de la competencia por la Alcaldía, y, de paso, tampoco integrarán la lista al Cabildo para repetir curul.



Los verdes, como se dijo, realizaron una consulta interna en la que ninguno de los tres concejales superó el 3%. Por el contrario, los nombres que ganaron sobre preferencias para la Alcaldía fueron de otras toldas: Juan Daniel Oviedo (22%), Carlos Fernando Galán (18%), Gustavo Bolívar (16%), Jorge Robledo (6%), Rodrigo Lara (6%) y Diego Molano (5%).

Se sabe, entonces, que los verdes están analizando la posibilidad de una coalición para la elección de la Alcaldía. “(…). Los resultados de esa consulta no son como tal obligatorios, sin embargo, sí dejan ver que el espíritu del partido es apostar por candidatos de centro, independientes de los partidos tradicionales y que puedan salirse del clima de polarización nacional entre petrismo y oposición, y planteen un programa que le sirva a la ciudad, que piensen en los intereses de los bogotanos y que no ubique a la Alcaldía necesariamente como una contraparte o un aliado político de la Casa de Nariño”, le dijo a EL NUEVO SIGLO una alta fuente de la Alianza Verde.

De hecho, en algunos sectores de esa colectividad hay simpatías divididas por Oviedo, Robledo y Galán, en tanto que analizan algunas propuestas de alianzas políticas que han realizado candidatos como Lara.

Este fin de semana será clave para avanzar en este aspecto. “(…). El tema de un co-aval a un determinado candidato no nos trasnocha, esa es pura mecánica política… Podemos esperar a que se termine de completar la nómina de candidatos porque es seguro que varios de los que hoy están no se van a terminar inscribiendo… Hay congresistas y dirigentes del partido que plantean que la decisión se tome solo después de que nos reunamos con esos candidatos que podrían ser afines a nuestra visión política, veamos exactamente qué proponen y evaluemos lo que más le conviene a la ciudad que, como le repito, es lo más importante… No se trata, y sería un error muy grave para el futuro de Bogotá, trasladar el pulso político de Gobierno y oposición a la ciudad… Mire lo que está pasando en Medellín, en donde la candidatura de (Federico) Gutiérrez está proyectada como para derrotar al petrismo y a su aliado (Daniel) Quintero, más que centrada en los temas que requiere la capital antioqueña”, avisó la alta fuente de los verdes a este diario.

Baraja definitiva

Como se ha mencionado, todavía no está completa ni es definitiva la baraja de candidatos que competirán por el segundo cargo de elección popular más importante del país. De hecho, este fin de semana, según los corrillos políticos, habrá muchas consultas de alto nivel y se podrían dar sorpresas políticas y electorales a partir del lunes, toda vez que el sábado 29 cierran las inscripciones.

El Gobierno, se sabe, está moviendo sus fichas porque entiende lo complicado que sería que la capital del país terminará en manos de un sector político opositor. Y los partidos de centroderecha apuntan, precisamente, a evitar que el Palacio Liévano siga en manos de la izquierda. Para ello no solo cuentan con el complicado escenario político, económico, social y, sobre todo, de seguridad que rodea el remate de la gestión de López, sino con la fuerte caída de la imagen y favorabilidad presidenciales en el centro del país.