EL NUEVO SIGLO: En su opinión, ¿cómo terminará 2024 en seguridad?
GUILLERMO LEÓN LEÓN: Como lo anunciamos el año pasado, con un acrecentamiento de los problemas de seguridad y sin ningún avance en la paz total. No hay avances y ninguno qué mostrar es lo primero que uno se da cuenta.
Ese deterioro de la seguridad está evidenciado en la pérdida del control territorial; el aumento de las economías ilícitas; en la gobernanza criminal y en los resultados de la Fuerza Pública que, precisamente, lo que nos llenan hoy es de expectativas a raíz de unos cambios que hicieron en el dispositivo y en el despliegue estratégico de las fuerzas y los cambios que se dieron.
ENS: Usted habla de otra preocupación, ¿cuál?
GLL: Sí, nos dejan con otra enorme incertidumbre y es el anuncio del ministro de Defensa Nacional de que el hecho de que no se hubiera aprobado la ley de financiamiento va a tener unos enormes impactos, no solo al bienestar y a la dignidad, como llamaban el programa de nuestros hombres de la Fuerza Pública, sino también en las capacidades operativas.
Nos llena de incertidumbre porque lo primero que uno dice es que el Estado no puede abandonar y no hay razón para justificar el abandono en los territorios o la disminución en las capacidades o el no cumplimiento de la misión constitucional de la Fuerza Pública por temas presupuestales, porque el Gobierno tiene todas las capacidades y competencias para hacer los ajustes necesarios para garantizar que se pueda cumplir la misión constitucional de toda la Fuerza Pública en el territorio.
Ante eso, no hay ninguna excusa válida, para eso hay recursos que se dejaron de ejecutar en otras dependencias, hay programas que se pueden suspender con el fin de que esos recursos se destinen a financiar al de la Fuerza Pública, pero no se puede descuidar la misión constitucional de las Fuerzas Armadas porque se podría entrar, inclusive, en una situación de omisión al no cumplirla como está establecido.
ENS: ¿Entonces el Gobierno debe, como sea, garantizar recursos para las Fuerzas Militares y la Policía?
GLL: No hay excusa del Ejecutivo para conseguir los recursos y hacer las gestiones y movimientos presupuestales que garanticen los medios económicos necesarios para fortalecer las capacidades y la operatividad de las Fuerzas Armadas. Hoy más que nunca en razón al crecimiento de la amenaza como se ha venido suscitando en los territorios. Entonces se requiere un esfuerzo contundente con toda la fortaleza de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional para ganarle territorio a la violencia que se ha apoderado de algunos sectores de la Patria.
ENS: También creció la extorsión…
GLL: Claro, hablo de todo. Primero, crecieron todas las organizaciones al margen de la ley, entre el 5% y el 9% se incrementó el número de delincuentes que están en estas organizaciones. Segundo, las economías ilícitas se incrementaron y están rentando más que nunca, y cuando se habla de economías ilícitas nos referimos al narcotráfico, la minería ilegal, contrabando, tráfico de migrantes, trata de personas, extorsión, que asola a muchas partes del territorio.
ENS: ¿Cómo ve la situación por el reclutamiento forzado?
GLL: El reclutamiento de los menores está aumentado y disparado y llega a cifras del 100%, como lo mencionó el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Estos son temas preocupantes porque lo que siente uno es que estas organizaciones han aprovechado los diálogos para situarse o reposicionarse en los territorios y para aumentar sus rentas ilícitas y para lograr, de alguna manera, en medio del territorio su fortalecimiento en la organización en el número de hombres y adquirir nuevas capacidades, como lo que ocurrió con los drones.
ENS: No solo reclutan niños, sino que los están asesinando…
GLL: Eso es un ejemplo de cómo ellos desarrollan unas estrategias para lograr ese reclutamiento a través del engaño, a través de ilusionar a los niños generándoles expectativas de mejor calidad de vida, de recursos y, en fin, diversas formas de engaños. Pero cuando ya están adentro y se dan cuenta que eso no era lo que les habían dicho, son totalmente draconianos en las medidas que toman para evitar la deserción, para poderlos retener y llegan inclusive a condenarlos a ejecuciones con el fin de que generen un escarmiento para quienes se quieran volar y, por supuesto, no permitir que se salgan de esas estructuras.
Es un ejemplo de cómo se están violando los derechos humanos de menores de edad con total impunidad y sin ningún atisbo de piedad con esos niños.
ENS: ¿Se puede decir que el Estado está perdiendo la soberanía?
GLL: Pasa lo que mencionó el senador Humberto de la Calle que el Estado colombiano está perdiendo la soberanía y tiene en riesgo la soberanía en ciertos territorios, y eso es lo que vemos hoy en día. Acuérdese que ese control territorial abarca varios aspectos: el control social, el control político y el control económico.
El tema económico no solamente es el usufructo de estas economías ilícitas, sino que también ellos han penetrado las economías, por decirlo, formales. Los recursos de allá, distinto a lo que pasaba hace algún tiempo, ahora lo que hacen es empezar a adquirir fincas y llenarlas de ganado de tal manera que aparentemente se vuelven negocios, recursos o dineros lícitos. El tema de apoderarse de las economías en los municipios, de la inversión en las empresas de transporte que movilizan la carga, los negocios en los mismos municipios. Es decir, casi como dicen, lavando el dinero al frente de todo el mundo.
ENS: ¿Cuál es la gobernanza criminal?
GLL: La gobernanza son los que hoy están proveyendo los bienes y servicios que le corresponden al Estado. Son los que hoy definen los problemas de convivencia en las comunidades, establecen normas sociales de comportamiento, censan, carnetizan a la población, son los que hacen las obras públicas, son las que las inauguran. Esto es todo lo que nosotros llamamos el fenómeno de la gobernanza criminal.
ENS: ¿Qué pasará con la soberanía nacional si no compran los aviones que reemplazarán a los Kfir?
GLL: Lamentamos que todavía el Gobierno no asuma la tarea y la responsabilidad de que la FAC no pierda sus capacidades. Este año se retiraron del servicio los primeros Kfir y seguramente el año entrante se retirarán otros tantos, y lo que vamos a ver es un desmedro de la capacidad de defensa estratégica del país.
Afectará misiones como el control del espacio aéreo, la lucha contra el narcotráfico, el mantener la soberanía, que por supuesto es una responsabilidad del Ejecutivo. La FAC ha presentado todos los análisis y estudios necesarios para que el Gobierno tome la decisión, pero vemos con mucha preocupación cómo no se ha tomado para empezar ya a reemplazar los aviones.
Como se sabe, estos reemplazos no se dan de la noche a la mañana. Esos procesos también son largos, tienen problemas precontractuales, contractuales y después de ejecución del contrato, porque tienen tiempos que no son de semanas ni de meses y a veces puede llegar hasta un año o dos para recibir el avión, dependiendo de la decisión que se tome.
Y en la medida en que más pase el tiempo, vamos a tener más posibilidades de caer en un bache donde no vayamos a tener aviones para responder ante cualquier situación que requiera la defensa de la Patria.