POR DECISIÓN unánime los presidentes de las altas cortes Constitucional, Suprema de Justicia y Consejo de Estado declararon ayer al abogado y excongresista Hernán Penagos como nuevo Registrador Nacional para el periodo 2023-2027. Entre los retos principales que tendrá están la implementación del Código Electoral, si supera el control de exequibilidad, y despejar dudas que surgieron sobre el preconteo de votación en las pasadas legislativas.

Así lo señalaron expertos consultados por EL NUEVO SIGLO: los exregistradores nacionales Carlos Ariel Sánchez y Luis Camilo Osorio Isaza; y el exregistrador Delegado para lo Electoral Alfonso Portela.

Para la elección del Registrador Nacional se llevó a cabo un proceso desde hace varios meses por las altas Cortes, el cual tiene como uno de sus aspectos fundamentales un concurso de méritos que establece la ley, en donde se tiene en cuenta la experiencia, los conocimientos y competencias de los aspirantes. Penagos fue escogido para Registrador de una lista de 10 aspirantes elegibles, que esta semana cada uno de ellos tuvo entrevista con los presidentes de las altas Cortes.

Retos del nuevo funcionario

El exregistrador nacional Luis Camilo Osorio dijo que “hay una doble función: la electoral y la de registro, las dos se compatibilizan. En los países donde nos han copiado el sistema han visto que es una manera de mantener la organización electoral permanentemente haciendo el oficio del registro. Ahí no hay posibilidad que eso se divida, porque se ha pretendido llevarla al poder Ejecutivo, eso no se puede hacer. Este es un poder independiente donde empieza por la transparencia del censo electoral”.

Osorio comentó que, sobre las tareas del próximo funcionario en el cargo, “el registrador es un ejecutivo que tiene dos responsabilidades dentro de la organización electoral: y es la dirección y gerencia de unas elecciones, que esa dirección y gerencia necesita ser gerente público, tener capacidades y conocimientos de qué es lo que se está proveyendo para una mejor facilitación de que todo el mundo tenga derecho a su voto libre”.

Por otro lado, es responsabilidad del registrador “la certeza que tiene que tener el país acerca de los resultados. Me preocupa mucho la externalidad que se le dio a la consolidación de las votaciones en manos de una empresa particular. Me parece que ahí tiene que haber suficientes elementos de control acerca de cómo son las consolidaciones de las votaciones, alta tecnología”.

Agregó que también es fundamental que siga la Registraduría en los comicios entregando resultados rápidos, “para después controlar”. Sin embargo, mencionó haciendo referencia a las elecciones legislativas de 2022, que “no podemos tener las situaciones que se perdieron 700.000 votos y aparecieron de un día para otro, eso no puede volver a ocurrir en el país”.

Finalmente, añadió que dentro de los controles que se requieren en las votaciones, debe estar “una auditoría de cibernética, de los más sofisticados elementos, porque cada voto vale por dos: porque se le quita a un candidato y se le pone a otro”.

Prioridad el Código Electoral

Mientras que el exregistrador Nacional, Carlos Ariel Sánchez, opinó: “Pienso que la prioridad que tiene el próximo registrador es, una vez la Corte falle lo que se refiere a ese nuevo Código Electoral, es precisamente que eso significa dos cosas: un cambio de estructuras, o sea se hace una estructura más voluminosa con más funcionarios, y, de otra parte, la adecuación a las nuevas normas de todos los procedimientos, que eso también es bastante significativo. Y, en tercer lugar, tomar una serie de decisiones estratégicas sobre el tema tecnológico, que todos los días tiene cambios”.

Una de las preocupaciones que dejaron las pasadas elecciones territoriales es que más de nueve millones de votos depositados no tuvieron efecto alguno porque resultaron nulos o no marcados. Algunos consideran que hay que simplificar el tarjetón electoral para la mejor compresión de los ciudadanos, y que, por ende, será una tarea del próximo registrador.

Sin embargo, Carlos Ariel Sánchez piensa que “ese no fue el problema, la gente vota nulo porque en una gran cantidad de sitios un día o dos días antes de elecciones, la autoridad electoral declaró que algunos candidatos tenían impedimentos para participar. Por ejemplo, en Santa Marta esta es la hora en que todavía están pensando en que podrían anular una candidatura, y uno dice: «cómo así que ya pasaron las elecciones y todavía están pensando si pueden revocar una inscripción»”.

Indicó que el mal no está en el tarjetón electoral, “el mal está en que aplicaron normas sin que existiera un procedimiento de ley estatutaria que autorizara esos procedimientos. En materia electoral las leyes son todas estatutarias, y aquí simplemente se abrogaron la posibilidad de aplicarlas violando los términos”.

Registro electoral

Por su lado, Alfonso Portela, exregistrador Delegado para lo Electoral, expresó sobre los retos del entrante titular en la Registraduría, que en “el caso del proceso electoral, especialmente en lo que tiene que ver con la tranquilidad de los resultados electorales y que la gente le tenga confianza”.

Añadió que “en ese orden de ideas, qué es lo que tendría uno como reto si fuera registrador Nacional: trabajar de una manera muy fuerte en el entendido que los procesos anteriores, especialmente, en el Congreso, dejaron algunas preocupaciones en la ciudadanía. Y ese tipo de preocupaciones son circunstancias que necesariamente el que vaya a regentar la entidad, pues tendrá que poner todo de su parte para que la ciudadanía vuelva a confiar en los resultados de las elecciones”.

Señaló, también Portela que una tarea principal para el entrante registrador Nacional es el nuevo Código Electoral, “en el entendido de que el nuevo Código tiene la implementación de una serie de retos como la parte electrónica del proceso electoral, el tema de la actualización del registro de los ciudadanos. Ahí hay un artículo que es bastante significativo porque los ciudadanos tendrán la obligación de registrarse a partir de las fechas que termine estableciendo la misma Corte Constitucional en el análisis del Código”.

Portela mencionó que a este asunto hay que ponerle cuidado porque lo que puede pasar es que “la gran mayoría de los ciudadanos no tomen en cuenta esa circunstancia y el censo puede quedar de alguna manera tocado porque no van a hacer el registro. Si no lo hacen, si bien la norma contempla algunas sanciones, pero esas sanciones hasta dónde tienen la capacidad de que los ciudadanos realmente hagan la modificación del registro electoral”.

Manifestó que ahí se puede presentar un cuello de botella, por lo tanto, el nuevo registrador tendrá que buscar los mecanismos para que la gente cumpla con este requisito.

Señaló, asimismo, que esto va ligado “a que los jurados de votación se van a dispensar de ese registro. Quiere decir que cuando se vaya a seleccionar los jurados de votación, ya no va a haber un sorteo y la selección como antiguamente se viene haciendo, sino que se van a tomar del censo electoral, y si eso no tiene la actualización suficiente, imaginen lo que puede pasar con los jurados de votación”.

Trayectoria de Penagos

Hernán Penagos es máster y especialista en Justicia Constitucional y Derechos Humanos, especialista en Servicios Públicos Domiciliarios y especialista en Derecho Administrativo. Profesor de Sistemas y Procesos Electorales en Escenarios de Postconflicto en la Universidad Sergio Arboleda, Derechos Políticos y Electorales en la Universidad de Buenos Aires (Argentina) y Derecho Administrativo en la Universidad de Manizales.

El nuevo registrador cuenta con una amplia trayectoria profesional en políticas públicas, desde su desempeño como magistrado del Consejo Nacional Electoral; integrante del Congreso, donde fue presidente de la Cámara; así como diputado de la Asamblea de Caldas.