EN UN punto crucial de la lucha contra los grupos armados ilegales que en el caso del Eln y las disidencias al mando de alias ‘Iván Mordisco’ arreciaron los ataques terroristas después de que el Gobierno suspendió el cese el fuego por sus incumplimientos, la Administración Petro y el Ministerio de Defensa determinaron un cambio en la estrategia desmantelando las cinco fuerzas de tarea conjunta que han sido determinantes en materia operacional en las últimas dos décadas; así como cambios en los comandos conjuntos. EL NUEVO SIGLO consultó la opinión de generales (r) sobre esta medida.
El general (r) Guillermo León León, fue comandante de la Fuerza Aérea Colombiana y actualmente presidente de Acore (Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares, subrayó que se debe entender “no es una orden del Gobierno ni del ministro, esto surge de los procesos propios naturales que tienen las Fuerzas de analizar los resultados y la estrategia para continuar en la misma línea o para hacer correcciones”.
Añadió que para “mí es responsable el ejercicio que hicieron de analizar lo que estaba pasando y también de proponer algunos cambios y ajustes al respecto”. Dijo que es “una cantidad de elementos que dan a decir que lo que se está haciendo hoy no está funcionando”.
El general (r) León explicó que los elementos de juicio que tiene la cúpula militar para esta decisión son que el control territorial está deteriorado en muchas partes del territorio nacional; los grupos armados al margen de la ley están creciendo entre un 4% y un 9%; las economías ilícitas también han aumentado y se han fortalecido generando recursos que alimentan los grupos armados.
Igualmente, que “empieza a sentirse un aumento en los hechos de violencia en los territorios donde hay marcada influencia de todos estos grupos: aumento de las masacres, aumento de asesinatos y amenazas a líderes sociales, aumento de hechos terroristas, el aumento de combates entre las Fuerzas Militares y estos grupos”.
El general (r) León explicó que las acciones que se tomaron para mejorar, una es “darle nuevamente al Ejército, en particular, porque la Fuerza Aérea y la Armada Nacional su manejo de los comandos conjuntos no es como la gente lo imagina que allí había aviones. No, la realidad era que eran estados mayores de planeación porque los medios de la Fuerza Aérea no se pueden repartir en comandos conjuntos porque no hay lo suficientes para darle una base aérea a cada comando conjunto”.
Añadió que entonces, el Comando del Ejército vuelve a darle preponderancia a la organización propia de esta fuerza, que son las divisiones, las brigadas y los batallones, “porque el énfasis que creo, estas son las lecturas que doy, es que al perderse el control territorial se retoman las divisiones que son las que tienen jurisdicción territorial clara y precisa con el fin de retomar ese control. Y lo refuerzan con aumentar el número de fuerzas de despliegue rápido (fudras) a 10 para entregárselas a cada división y que esta organización se focalice en los puntos donde la violencia en sus territorios está exacerbada o la presencia e influencia de los grupos armados organizados al margen de la ley”.
Aunque advirtió el general (r) León que “eso que ellos plantean tiene riesgos que es importante solucionar o prever para tratar de lograr el éxito que pretenden: uno, el hecho de que las operaciones conjuntas no desaparezcan, que se siga entendiendo que la sinergía de las fuerzas es importante para lograr los resultados y que el terreno ganado no se pierda”.
En segundo lugar el tema de la fusión de inteligencia, “que fue fundamental para tener el concurso de las capacidades de las inteligencias de cada fuerza y contribuir todas para detectar las amenazas y poder adelantar las operaciones”, explicó León. Dijo que en tercer lugar, que el concepto de apoyo mutuo, que es lo que reemplaza un poco el concepto de conjuntez, tenga canales definidos, rápidos, eficientes y perentorios, es decir, obligatorios, para que no se pierda la dinámica operacional”.
Remarcó que “estos tres elementos son claves para tener en cuenta y que se tenían claros con los comandos conjuntos y que si se pierden pues podría llevar al fracaso”.
Hay que sumar un cuarto elemento, colocó de relieve el general (r) León, “que es recuperar las capacidades de la Fuerza Pública porque hoy están disminuidas: tenemos menos personal que en el año 2015; y la disponibilidad de equipos militares está afectada por temas presupuestales o logísticos”. Dijo que ello es fundamental para tener todo el poder de combate.
Concluyó el presidente de Acore que “si bien los comandos se transforman y van a tener unas tareas de observación, análisis y algunos de planeamiento, es decir van a seguir funcionando en pequeños estados mayores, pueden ser activados en cualquier momento que se requiera. Van a estar latentes, pero con una tarea muy limitada, ya no van a ser operativos. Y las fuerzas de tarea lo que ellos plantean es que ya no van a ser conjuntas, sino que van a estar compuestas de una de las fuerzas en particular. La mayoría seguramente va a ser integradas por el Ejército Nacional.
No es lógico
El general (r) Héctor Velasco, fue comandante de la Fuerza Aérea Colombiana, dijo que “espero que el Comando de las Fuerzas Militares nos explique de qué se trata porque no veo experiencia operacional en algún país que nos permita hacer unos cambios tal como dice la prensa, entregar fuerzas de otras armas bajo el comando solamente del Ejército. Habrá un comandante de la fuerza más comprometido, pero siempre se tendrá bajo el mando del Comando de las Fuerzas Militares, que es el que tiene el mando de todas las fuerzas. No entiendo cómo pretendan continuar operaciones conjuntas bajo el mando del Ejército”.
Enfatizó Velasco que “no se puede delegar unas fuerzas a manos de otra fuerza. Precisamente los comandos conjuntos en tareas conjuntas que han tenido éxito se crean para agilizar las operaciones, y siempre mientras que el conflicto sea en el territorio serán bajo el mando de un militar”.
Explicó que así se hace “por doctrina, y la doctrina se forma con base en la experiencia”. Por ejemplo, dijo, si la operación de las fuerzas conjuntas fuera en San Andrés, le correspondería a la Armada comandarla.
Exministros critican esta decisión
El exministro de Defensa, Juan Pinzón, dijo en la red X que “desactivar el trabajo conjunto de las FFAA es una señal de incapacidad del Estado y señala que las FFMM y la Policía hoy no tienen los equipos ni los hombres suficientes y ni la capacidad operativa adecuada para proteger a los colombianos y garantizar el Estado de derecho”.
Añadió que “con esta decisión perdemos todos los colombianos y ganan los criminales y terroristas”.
En tanto que la exministra de Defensa y exvicepresidenta Marta Ramírez señaló en X que “Al acabar los Comandos y Fuerzas de Tarea Conjunta, dejan a todas las fuerzas vulnerables al no contar con el apoyo de las demás. Casos como este necesitan apoyo de la aviación”.