Se mueve el ajedrez de cabezas de lista al Senado | El Nuevo Siglo
CATERINE IBARGÜEN, EFRAÍN CEPEDA Y MIGUEL URIBE TURBAY, cabezas de lista por La U, conservadores y Centro Democrático
El Nuevo Siglo
Viernes, 10 de Diciembre de 2021
Redacción Política

DESPUÉS de los ires y venires propios de la configuración de las listas al Congreso de la República, no parecería, hasta el momento, haber mayores sorpresas en quienes las van a encabezar.

En la gran mayoría de los casos las listas se organizarán bajo el voto preferente, por lo cual el número 1 no suscitará el mismo interés que cuando se organiza una lista cerrada. En este caso, como se sabe, el nombre escogido tiene un peso específico de importantes proporciones puesto que es el que jalona la mayor cantidad de votación.

Son muy pocas las veces, en Colombia, que se han llevado a cabo elecciones parlamentarias con listas cerradas. El caso más recordado fue, en efecto, la plancha encabezada por el expresidente Álvaro Uribe, en 2014, cuando se inauguró el partido Centro Democrático y obtuvo 2.045.564 votos para Senado.

Sin embargo, para las elecciones de 2018, el uribismo optó por una lista abierta (con voto preferente), encabezada por el mismo expresidente Uribe, quien sacó una votación unipersonal de 875 mil, jalonando de tal manera varias curules debido a la incidencia de ese volumen electoral en la cifra repartidora.

En esa ocasión, otra participación importante fue la del exalcalde de Bogotá, Antanas Mockus, quien como cabeza de la lista abierta de la Alianza Verde obtuvo 540 mil votos. En ese sentido también jalonó un número importante de curules.

En igual medida, pero en menor proporción, la lista del Polo Democrático, encabezada por Jorge Enrique Robledo, obtuvo una votación de 736.367, de los cuales 226 mil fueron por el parlamentario en mención, produciéndose el mismo fenómeno de arrastre.

Por su parte, para legislatura 2018-2022 también se estrenó la figura de que el segundo en votos en las elecciones presidenciales tenía derecho automático a una curul en el Senado. En ese sentido, el excandidato Gustavo Petro entró a la corporación como jefe de la oposición.

Ocurrió lo mismo con su fórmula vicepresidencial Ángela María Robledo, quien entró a la Cámara de Representantes, pero luego un fallo del Consejo de Estado anuló su escaño por una infracción a la norma sobre cambio de partido antes de elecciones.

No obstante, para 2022 los anuncios sobre cabezas de lista no han producido mayores sorpresas, al menos en lo que va del ejercicio que culmina el próximo lunes, cuando se cierran las inscripciones oficiales.

Como se recuerda, en los comicios de 2018 para el Senado (en un monto similar a los de la Cámara) se registraron 15.309.895 votos válidos. Por las listas fueron 14,4 millones de sufragios y 835 mil en blanco. Los nulos y no marcados sumaron un poco más de dos millones de votos, lo cual indica un hecho bastante negativo en el desarrollo de la democracia colombiana y una falta de pedagogía por parte de los órganos electorales pertinentes.

Partido de La U

Por lo pronto con miras a marzo próximo el ‘palo’ político es el de Caterine Ibargüen, cabeza de la lista abierta del partido de La U. Se trata de una deportista que permanece en el corazón de los colombianos por sus victorias mundiales en las competencias de salto largo y triple, así como por su desempeño en los Olímpicos durante la última década.

Si bien, Colombia ya ha contado con varios deportistas en la Cámara de Representantes, como María Isabel Urrutia o Willington Ortiz, en esta oportunidad tratarán de llegar al Senado a través de Ibargüen, que tiene en su haber no solo el ser una de las glorias nacionales sino el hecho de ser mujer frente a muchas listas encabezadas por hombres.

Vale recordar que Ibargüen reemplaza a Roy Barreras, quien había sido la cabeza de lista de esta colectividad en 2018. La campaña de la galardonada saltadora se centrará en el liderazgo femenino, la política para superar la pobreza y las mejores condiciones para el deporte colombiano, según dijo a EL NUEVO SIGLO.

El partido de La U, que hace parte de la coalición presidencial Equipo por Colombia, eligió hace cuatro años catorce senadores (con 1.853.054 votos), potencial disminuido ahora por la pérdida de investidura de Eduardo Pulgar y el deslizamiento del mismo Barreras y Armando Benedetti hacia el petrismo. 

Centro Democrático

En las últimas semanas una amplia polémica se dio al interior del Centro Democrático por la cabeza de lista al Senado, luego de que se cumplieran los procedimientos internos para seleccionar candidato a la Presidencia, que ganó Óscar Iván Zuluaga. El buen desempeño de la senadora María Fernanda Cabal en esa contienda, al quedar segunda, hizo presumir que llevaría el número 1 en la plancha al Senado por esa colectividad. De hecho, se mostró interesada en la materia y los demás precandidatos a la Presidencia que le siguieron en el escalafón también la respaldaron en ese propósito.

No es un punto menor puesto que con la salida del expresidente Uribe del Senado, a raíz de enfrentar un proceso judicial que se mantiene pendiente de confirmarse o no la preclusión, su reemplazo en la cabeza de lista tiene una amplia connotación dentro de las preeminencias partidistas. Además de que, dentro del método del voto preferente, llevar el numero 1 implica una dosis adicional de votos frente a los demás aspirantes.

Sin embargo, el exmandatario había tomado la determinación meses atrás de ofrecerle la cabeza de lista a Miguel Uribe Turbay, a quien el uribismo había respaldado, entre otras colectividades, en su aspiración a la Alcaldía de Bogotá en 2019. En estos comicios, Uribe Turbay, pupilo del exalcalde Enrique Peñalosa como Secretario de Gobierno en su última administración, quedó en cuarto lugar, obteniendo 420 mil votos.

De tal manera, Cabal, tras la confirmación de la designación de Uribe Turbay como cabeza de lista, escogió el número 100 de la misma, cerrando la plancha. Esta posición también puede generarle algunos votos adicionales, aunque no en la misma proporción del número 1, por cuanto es de fácil acceso en el tarjetón electoral al estar en el último lugar.

En esa medida, al interior de la lista del Centro Democrático ha quedado de alguna manera planteada la competencia entre el primero y el último de la lista. Lo cual, al mismo tiempo, redunda en el hecho de producir una mayor votación.

De un lado, pues, está Cabal, quien de este modo aspira a duplicar o triplicar sus votos, desde los 38 mil logrados en 2018. Incluso puede dar sorpresas superiores por cuanto se ha convertido en una líder que ha venido abanderando los postulados políticos uribistas y, de otra parte, es mujer.


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A su turno, Uribe Turbay deberá enfrentarse al hecho de que la elección a la Alcaldía es diferente a la de Senado, disminuyéndose naturalmente su votación entre la multiplicidad de aspirantes a la cámara alta.

El reto para él es mantener en marzo próximo una proporción razonable de su votación para la Alcaldía, llegándole a las bases uribistas. Tácticamente cuenta en su haber con el mismo apellido de su jefe, pero igualmente continúa siendo un albur, puesto que nunca ha hecho un ejercicio político exclusivo con el uribismo. En 2018 el expresidente Uribe, en su aspiración al Senado, obtuvo 201 mil votos en Bogotá y ahora, en dirección de revalidar ese potencial electoral en la capital, competirán tanto Cabal como Uribe Turbay, aparte de su exposición en otras regiones colombianas.

En todo caso, el Centro Democrático obtuvo 19 escaños en los comicios de 2018, con 2.513.320 votos (520 mil solo por la lista) y bajar de esa cifra podría ser un descalabro para el partido de gobierno y las aspiraciones de Zuluaga de suceder a Iván Duque.  A ello hay que sumar que varias figuras emblemáticas de esta colectividad han dado un paso al costado y no aspirarán en marzo próximo: Ernesto Macías, José Obdulio Gaviria, María del Rosario Guerra y se está a la espera de la decisión de Paloma Valencia.

Partidos tradicionales

Dentro de las colectividades comúnmente llamadas tradicionales, como los partidos Conservador y Liberal, las cabezas de listas al Senado no han presentado mayores sorpresas y se han decantado por vía de la propia bancada.

De suyo, el conservatismo escogió de antemano candidato presidencial en la figura del joven parlamentario costeño David Barguil, quien había sacado en las elecciones anteriores la máxima votación del partido en esa corporación legislativa (alrededor de 140 mil votos). El aspirante hace parte hoy de la coalición Equipo por Colombia.

Bajo de esa perspectiva, la cabeza de lista al Senado, de acuerdo con los pactos internos, quedó ahora en manos del veterano senador del Atlántico, Efraín Cepeda, quien de antemano renunció a su precandidatura presidencial. Será una plancha abierta con la mayoría de senadores actuales en procura de la reelección. Como novedad el conservatismo contará con nuevas fuerzas en Santander, en donde había perdido vigencia parlamentaria.

De otro lado, se da por descontado que se perderá la curul del sector político que llegó a representar Aida Merlano y se está a la expectativa de lo que podría ocurrir con la continuidad en la curul del fallecido senador Eduardo Enríquez Maya, en Nariño.


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En principio, el partido Conservador aspira a mantener, como mínimo, la misma representación actual en el Senado, que es de trece escaños, a raíz de haber sacado 1.927.320 votos en 2018.

En el mismo sentido, el partido Liberal escogió al parlamentario costeño Lidio García como cabeza de una lista abierta en donde se aspira a reelegir a la mayoría de la bancada parlamentaria.

García, quien fue presidente del Senado hace dos años, sacó la mayor votación en los comicios de 2018, con 117 mil respaldos, dentro de un global de 1.901.933 votos.

Asimismo, el veterano senador Luis Fernando Velasco ha tenido constantes acercamientos con el petrismo, pero no ha renunciado al liberalismo.

En principio, el jefe de las toldas rojas, el expresidente César Gaviria, promovió la candidatura presidencial del exministro Alejandro Gaviria, detrás de la cual se situaron varios parlamentarios y algunos organismos de esa colectividad. Sin embargo, al ingresar Alejandro Gaviria a la Coalición de la Esperanza dejó de lado los contactos con el exmandatario y su bancada parlamentaria.

César Gaviria, cuya bancada es mayoría en la Cámara, ha indicado que toda su atención política se centrará en los comicios parlamentarios y solo después de las consultas interpartidistas, que se realizarán en esa misma fecha (13 de marzo), se tomarán decisiones sobre la contienda presidencial.

Cambio Radical

Así como varias colectividades ya han puesto sobre la mesa sus cabezas de lista para Senado, una que no lo ha hecho es precisamente Cambio Radical, partido del cual es jefe natural el exvicepresidente Germán Vargas Lleras.

En los mentideros políticos se da por descontado que la cabeza de lista será el exministro de las TIC, David Luna, mientras que algunos miembros de la bancada han anunciado que no aspirarán a la reelección. A su turno Rodrigo Lara se fue a las toldas del Nuevo Liberalismo.

En 2018 uno de los ‘palos’ de las elecciones parlamentarias fue este partido, que obtuvo 16 curules en el Senado con una votación de 2.155.487, siendo la segunda colectividad con mayor apoyo.

Vargas Lleras ha insistido en que no se presentará de nuevo a la contienda por la Presidencia de la República ni al Senado encabezando la lista, pese a que miembros de su bancada le han pedido reiteradamente que asuma cualquiera de las dos posibilidades.

Como se sabe, Cambio Radical ha sido clave pasa sacar avante algunas decisiones del Gobierno pero se ha mantenido independiente y no ha hecho parte del oficialismo gubernamental.

Asimismo, tampoco ha entrado a hacer parte oficialmente de ninguna de las coaliciones presidenciales, aunque Alejandro Char, miembro significativo de este partido, ha ingresado a la coalición Equipo por Colombia respaldando su candidatura presidencial en el mecanismo de las firmas.

De otra parte, también se sabe de contactos de precandidatos de la misma coalición, como Enrique Peñalosa, con Cambio Radical pero no se ha dado ningún aval oficial.

Alianza Verde

Después de muchos ires y venires la coalición presidencial de la Centro Esperanza esperaba sacar una lista única al Senado pero, ante las divisiones, terminó por sacar dos planchas.

Varios intentos se hicieron para lograr una sola lista, en cabeza del ex vicepresidente y exjefe negociador de paz Humberto De la Calle, pero cuando afloraron las divisiones éste prefirió abstenerse de participar, puesto que no se había logrado el objetivo de unidad electoral planteada.

Inclusive en medio de las divisiones afloró un cortocircuito (rápidamente subsanado) entre los integrantes de la coalición, específicamente el senador y aspirante presidencial Jorge Enrique Robledo y los dirigentes del Nuevo Liberalismo, Juan Manuel y Carlos Fernando Galán.

En ese orden de ideas, se optó por presentar dos listas: una representativa de la coalición, uniendo a los diferentes sectores que la configuran (Alianza Verde, Dignidad por Colombia, Colombia Renaciente, ASI, Verde Oxígeno y Compromiso Ciudadano, de Sergio Fajardo), y otra del Nuevo Liberalismo. La primera será abierta (voto preferente) y la segunda cerrada.

La Alianza Verde busca encabezar la lista de esta coalición. Para ello suenan los nombres de los senadores Angélica Lozano, Antonio Sanguino e Iván Marulanda, quien finalmente se mantuvo en este partido y es muy cercano a Fajardo.

En la elección de 2018 la Alianza Verde obtuvo nueve curules para Senado, con un total de 1.317.429 votos. De ellos, como se dijo, alrededor de la mitad fueron por Mockus, a quien le han insistido por estos días que vuelva a encabezar la lista, puesto que si bien fue anulada su elección por un fallo del Consejo de Estado, puede volverse a presentar.

También por el lado de Verde Oxígeno está Ingrid Betancourt, quien no ha descartado esa posibilidad.

Por su parte, el Nuevo Liberalismo contaba con que De la Calle también podría asumir la cabeza de lista de ese partido pero, como se dijo, este terminó marginándose para no causar más división. En todo caso esta lista será cerrada y de tipo cremallera, es decir paritaria entre hombres y mujeres. Todavía no se ha anunciado quién la encabezará oficialmente.

Pacto Histórico

El candidato presidencial que aparece con las mayores posibilidades en las encuestas, Gustavo Petro, ha organizado la coalición Pacto Histórico y bajo ella presentará listas al Senado y la Cámara, pese a que un fallo de la Corte Constitucional le devolvió la personería jurídica de su partido Colombia Humana.

En principio la cabeza de lista para Senado le fue ofrecida a la actriz Margarita Rosa de Francisco pero ella dijo no servir para temas electorales. También Petro le ha insistido a la líder social Francia Márquez que encabece la plancha. pero ella prefiere mantener su precandidatura presidencial e ir a la consulta del Pacto Histórico en marzo próximo.

Entre las alternativas también se cuenta a Clara López, que ya fue precandidata vicepresidencial en una anterior aspiración de Petro. Al mismo tiempo, el senador Roy Barreras se bajó de su aspiración presidencial y de la consulta del Pacto Histórico para ser el nuevo jefe de debate de la campaña parlamentaria.

En 2018 hubo una lista afín con Petro, denominada Lista de la Decencia, que sacó 532 mil votos, siendo Gustavo Bolívar el más apoyado y logrando tres curules.

Asimismo, el Polo Democrático, que en 2018 obtuvo 736.367 votos, hoy es parte central de esta coalición y tiene de figura principal al senador Iván Cepeda. Como se dijo, el senador Robledo salió de este partido para fundar Dignidad por Colombia, que está en la coalición de Centro Esperanza.  

Bajo su coalición de Pacto Histórico, Petro dice que pretende no menos de 15 curules en el Senado, pero todavía está pendiente de saberse quién será su cabeza de lista.

Salvación Nacional  

Así como al Nuevo Liberalismo, partido al que la Corte le revivió su personería jurídica en razón a las circunstancias de violencia exógena que afectaron su realidad electoral, también se aplicó la misma línea jurisprudencial para otras colectividades como el Movimiento de Salvación Nacional.

El Movimiento de Salvación Nacional, promovido por Enrique Gómez Martínez, sobrino del inmolado Álvaro Gómez Hurtado y candidato presidencial, al igual que el Nuevo Liberalismo, sacará una lista cerrada al Senado con perfiles de distintas partes del país. Una de las opciones que más suena es que la plancha sea encabezada por el abogado y reconocido dirigente político José Miguel Santamaría. Del mismo modo se presentarán listas cerradas para la Cámara de Representantes en varios departamentos.

Partidos cristianos

En el actual Congreso hay dos colectividades de origen religioso. El MIRA logró en 2018 un total de 501.489 votos para superar el umbral y conquistar tres curules. En tanto que Colombia Justa y Libres se acercó a los 440 mil y también obtuvo tres escaños.

Para 2022 ya se alcanzó un pacto entre esas dos colectividades para hacer una coalición denominada “Nos Une Colombia” y presentar una lista unificada al Senado. Todavía no se sabe quién encabezará la respectiva plancha, sobre todo porque dos senadores (Jhon Milton Rodríguez -Colombia Justa y Libres- y Aidé Lizarazo -MIRA-) también son precandidatos presidenciales. Este último partido quiere que una mujer ocupe ese lugar.

Otros partidos

El CNE también le acaba de revivir la personería jurídica a Oxígeno Verde (de Ingrid Betancourt) y al Partido Comunista. A la Unión Patriótica previamente se le había resucitado dicho estatus. Incluso también se le otorgó a Colombia Humana, aunque por razones referidas a la campaña presidencial de 2018.

El partido Comunista no sacará listas propias, sino que lo hará dentro de los avales conjuntos del Pacto Histórico, lo mismo que la Unión Patriótica. Igual pasa con Oxígeno Verde que, como se dijo, estará dentro de la lista de la Coalición de la Esperanza, que incluso puede ser liderada por la excandidata secuestrada.

De otra parte, a raíz del acuerdo de La Habana el partido Farc, hoy Comunes, tiene cinco curules automáticas garantizadas sin necesidad de umbral. En la ocasión anterior obtuvieron la exigua cifra de 52 mil votos al Senado, de modo que no se les aplicaron las reglas generales.

En estos momentos están divididos en varias facciones, una de las cuales incluso pidió la escisión. La lista de 2018 la encabezaba ‘Iván Márquez’, pero nunca se posesionó y hoy se mantiene alzado en armas protegido por el régimen de Maduro.

Visto todo lo anterior, parecería, en no poca medida, que una buena parte del Senado colombiano será reelegido. Pero, sin figuras preponderantes que logren una gran votación, a diferencia de ocasiones anteriores, es posible que se produzca un agudo fraccionamiento del potencial electoral. Aun así, como en los pasados comicios, muchos electores votarán solo por la lista, en lugar de candidatos específicos, que puede ser el resultado de unir las consultas interpartidistas con las elecciones parlamentarias.