Cuando el candidato de izquierda Gustavo Petro relanzó su campaña presidencial, desde el mismo día en que fue derrotado en las elecciones de 2018 por el hoy presidente Iván Duque, ha tratado de mantener la iniciativa política. Y ahora, con la encuesta del Centro Nacional de Consultoría (CNC) publicada el viernes pasado por la revista Semana, parecería conservar la ruta en ascenso de la que no ha sido destronado en casi ninguno de los sondeos desde que se inició en firme la lucha por la Casa de Nariño.
Como se sabe, esta campaña ha tenido el aditamento inédito de haber contado, en principio, con unos cincuenta precandidatos. Luego, en el último año y medio, esta cifra se fue reduciendo paulatinamente hasta los quince aspirantes que finalmente se presentaron en las coaliciones en la jornada electoral del último 13 de marzo, aparte de Rodolfo Hernández, Ingrid Betancourt, Enrique Gómez Martínez, John Milton Rodríguez y Luis Pérez, que decidieron no participar de tales eventos y mantenerse en liza.
Solo a partir de ahí, y cumplido el trámite de las consultas para seleccionar aspirantes únicos, emergieron los candidatos resultantes de las alianzas partidistas: Gustavo Petro, Federico Gutiérrez y Sergio Fajardo. En ese largo proceso de filtro también otras figuras como la de Oscar Iván Zuluaga, elegido de candidato oficial del Centro Democrático, renunciaron a sus aspiraciones.
Ahora, a poco más de un mes de la primera vuelta y de acuerdo con los datos del CNC, en el lote puntero Petro (38%) aumenta su ventaja sobre su inmediato contrincante Gutiérrez (23,8%), acorde con el comparativo del sondeo previo, hecho el 31 de marzo. En el lote siguiente permanece Hernández con 9,6% y Fajardo pierde terreno con 7,2%. Posteriormente están Betancourt (en descenso) y Rodríguez, ambos con 0,9%; Pérez con 0,4% y Gómez Martínez con 0,3%.
No obstante, la cifra de votos en blanco, pese a una leve disminución, continúa siendo bastante alta con un rubro de 7,6%. Por ningún candidato se manifiestan 2,1% de los encuestados y no saben o no responden (indecisos): 8,8%. Es decir, un total de 18,5% en la sumatoria de estos índices y cuyo movimiento puede ser definitivo en el transcurso de estas semanas.
Calculadora electoral
En ese orden de ideas, Petro y Gutiérrez son los candidatos favoritos para pasar a la segunda vuelta. Dependiendo del resultado de nuevas encuestas se sabrá si alguno tiene posibilidad de llegar al 50% más uno de los votos el 29 de mayo, lo cual en términos constitucionales haría innecesario el balotaje y podría proclamarse de una vez presidente de la república. Por lo pronto, esa eventualidad no parece vislumbrarse. De hecho, sobre un estimado de veinte millones de votos válidos, ese umbral sería de diez millones de sufragios más uno, en la primera vuelta.
En ese sentido, según los porcentajes del sondeo del CNC y la estimación electoral antedicha, Petro contaría hoy con alrededor de 7,6 millones de votos y Gutiérrez con 4,7 millones. En tanto, Hernández tendría 1,9 millones y Fajardo 1,4 millones votos, respectivamente. Los demás oscilarían entre 180 mil y 60 mil sufragios. Quedando alrededor de un mes de campaña, momento decisivo en el que un número importante de votantes se decide, es ahora cuando ciertamente se comienzan a marcar más claramente las tendencias.
En la actualidad, se podría decir que Petro ya superó los 5.818.375 respaldos que obtuvo su coalición, el 13 de marzo. Pero se mantiene a 2,4 millones de votos de ganar en primera vuelta, cifra para nada despreciable. Por su parte, Gutiérrez también consolidó la votación de su coalición, que había sido de 4.145.691 votos. Pero a este, aún más distante de ganar en la primera vuelta, le queda por delante el ejercicio de sumar la totalidad de los respaldos que obtuvieron las colectividades de su alianza partidista en los registros para las elecciones de Congreso.
Incluso, uno de los elementos a tener en cuenta en la última encuesta del CNC es que todos los candidatos diferentes a Petro, quien subió 1,5 puntos pese a las controversias, se estancaron o descendieron unas décimas, incluido Gutiérrez (Fajardo lo hizo un poco más). Si bien este sondeo tiene una muestra del doble de encuestados a los anteriores, no deja de ser un dato curioso. De suyo, frente a los registros previos, lo que más se incrementó fue el rubro de “no sabe, no responde” (2,6%). El punto, en todo caso, es que las oscilaciones de los candidatos hacia arriba o hacia abajo están dentro del margen de error.
Desafíos
En realidad, en estos últimos veinte días no es mucho lo que han cambiado las encuestas del CNC. Es evidente, sin embargo, que Gutiérrez deberá redoblar sus esfuerzos de campaña, uno de cuyos temas centrales, como se sabe, es aumentar en los electores el conocimiento de su perfil e ideas. Es posible que esto siga incidiendo en el desarrollo de sus actividades proselitistas, por lo cual su propósito fundamental debería radicar en ello, asumiendo una mayor sintonía directa con la ciudadanía y una explicación persistente de sus propuestas, muchas de ellas de cambio y protección de la democracia, según viene establecido en su programa.
Por su parte, parece temprano aún para saber si las candidaturas de Hernández o Fajardo podrán superar los índices en torno del diez por ciento o si, por el contrario, cederán a la competencia que, por lo general, suele situarse entre los dos primeros, profundizando la tendencia a la baja de sus perseguidores. Fajardo no ha logrado situarse aún en torno a la votación que su propia coalición logró el 13 de marzo. Y Hernández tendría que hacer un gran esfuerzo para proyectarse como una tercería viable frente a Petro y Gutiérrez.
Finalmente, la encuesta pregunta por preferencias hacia la segunda vuelta, en la que Petro le sacaría algunos puntos a Gutiérrez. Pero, como suelen decir los expertos en estas materias, no siempre interrogar en el transcurso de la primera vuelta por el desarrollo de la segunda es lo más apropiado.
En efecto, bien se dice que el método electoral del balotaje encarna barajar de nuevo. Y solo cuando comience la competencia entre los dos candidatos seleccionados en la primera vuelta es que se puede evaluar la verdadera recomposición del escenario.