El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo este jueves que su país tiene un compromiso "inquebrantable" con la seguridad de los Estados del Golfo Pérsico, luego de una reunión en su residencia de Camp David con representantes de esas monarquías.
"Quiero reafirmar nuestro compromiso inquebrantable con la seguridad de nuestros asociados en la región del Golfo", dijo Obama a la prensa al fin de la reunión.
El mandatario reafirmó que Estados Unidos "está preparado para trabajar con el Consejo de Cooperación del Golfo (GCC) para contener y enfrentar una amenaza externa a la integridad territorial de cualquiera de esos Estados".
En ese cuadro, defendió "más entrenamiento y cooperación entre nuestras fuerzas de operaciones especiales".
Sin embargo, Obama añadió que el fortalecimiento de los lazos militares con las monarquías del Golfo no tiene por objetivo marginar a Irán, país que constituye el principal foco de las inquietudes en la región.
"Quiero ser bien claro. El propósito de la cooperación de seguridad no es perpetuar una confrontación de largo plazo con Irán, ni marginar a Irán", dijo el presidente estadounidense.
De acuerdo con Obama, "ninguna de nuestras naciones tiene interés en un conflicto de final abierto con Irán. Damos la bienvenida a un Irán que desempeñe un papel responsable en la región".
Esto supone un rol en que "tome pasos concretos y prácticos para construir confianza y resolver sus diferencias con sus vecinos de una manera pacífica", añadió.
Para Obama, el "fin de las tensiones en la región y la resolución de sus devastadores conflictos requerirá un diálogo más amplio, uno que incluya a Irán y a sus vecinos del GCC", dijo.
El propósito central de ese fortalecimiento de los lazos militares busca "garantizar que nuestros asociados pueden administrar la relación con Irán políticamente, diplomáticamente, desde una posición de fuerza y confianza".