En momentos en los que finalizan cuatro años de trabajo de la Alianza por Bogotá para la Participación, este grupo se reunió para analizar el balance y retos para el futuro, liderado por la Veeduría Distrital.
En el seminario sobre elementos para un balance de la participación en Bogotá y retos para el futuro, el común denominador de los ponentes fue la importancia de ser incidentes, como incentivo del uso de los mecanismos de participación ciudadana existentes en Bogotá.
El desafío ante el cambio de administración será mantener vigentes los logros y avanzar hacia nuevos resultados de una gestión pública abierta al diálogo entre todos los actores del Estado, para formular, ejecutar y evaluar las políticas públicas.
Hernando Herrera, de la Fundación Social, al explicar el funcionamiento de la Alianza y los puntos por mejorar, sostuvo que "hay que responder colectivamente a los interrogantes que arroja el futuro de los presupuestos participativos, pues la interlocución no ha sido permanente y en esa medida la incidencia es incierta”.
Por su parte, Sebastián Saab, del Ministerio del Interior, presentó la Ley Estatutaria de Participación, formulada ante la escasa utilización y desconocimiento de los mecanismos de participación por parte de los ciudadanos. Como funcionario del Gobierno nacional, afirmó que se habla de participación ciudadana, pero ante el escepticismo de las personas, hay que hablar de incidencia, pues esa es la manera de contribuir efectivamente al fortalecimiento de la democracia. “No solo se trata de que existan los mecanismos, sino de que realmente cumplan sus objetivos”, dijo.
A raíz de eso, surgió el Consejo Nacional de Participación, que cuenta con representantes de diversos grupos sociales que deliberan acerca de temas coyunturales para influir en la gestión del Gobierno.
A su turno Lorena Vázquez, profesora de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, explicó que la creación de mecanismos formales no garantiza una participación efectiva: “En Bogotá hay muchos espacios, pero los ciudadanos aún no sienten que pueden participar incidentemente”.
Vázquez agregó que en este tipo de ejercicios suele prevalecer el interés particular sobre el general y que lo más difícil es medir el grado de influencia de la participación en la gestión pública. En esa medida recomendó que si se crean mecanismos debe asegurarse que los ciudadanos decidan realmente.
Ante esto, José Cuesta, subsecretario de Asuntos Locales de la Secretaría de Gobierno, destacó la importancia de la incidencia y propuso los presupuestos participativos como mecanismo efectivo para que los ciudadanos palpen su influencia en la gestión pública, pues son ellos mismos quienes deciden acerca de los temas que los involucran. Mencionó la descentralización como parte de la realidad de la Bogotá Humana en relación con las localidades, cada vez más autónomas en la gestión de los recursos, y habló acerca de la racionalización de instancias de participación, evidenciada en consejos locales de participación, representativos de los diferentes grupos ciudadanos.
Ejemplo de la incidencia en la participación es la experiencia de Corposéptima, cuyo presidente, Mauricio Rico, destacó la recuperación del parque de la calle 70 con carrera 12, a través de cuatro etapas que conllevaron al cuidado del espacio público por parte de los habitantes del sector. Los ciudadanos realizaron el diagnóstico de los problemas principales y formularon las soluciones, hasta materializar en acciones la transformación del parque, que contribuyó a disminuir problemas como la inseguridad y el manejo de basuras.
El avance de estos cuatro años ha sido significativo a través de las acciones de los observatorios ciudadanos y de las iniciativas privadas, públicas y sociales en busca de una participación incidente, en el marco de las Alianzas por Bogotá.
La Alianza por Bogotá para la Participación ha logrado acciones como ser invitada permanente en la Comisión Intersectorial para la Participación; hacer aportes al Estatuto de Planeación al SGG y Concejo de Bogotá y realizar un documento sobre el nuevo modelo de participación en Bogotá.