El descache de la Cancillería | El Nuevo Siglo
El canciller Murillo de Colombia se reunió con su par venezolano en el marco de la COP16 en Cali. /Foto Cancillería
Martes, 29 de Octubre de 2024

“El diplomático es una persona que primero piensa dos veces y finalmente no dice nada”. Esa es, dentro de un mar de frases que se atribuyen a Winston Churchill, una de las citas más referenciadas cuando se habla de los lineamientos y cautela a seguir en materia de relaciones exteriores de los estados.

Un repaso a esta premisa del célebre político inglés bien le habría servido a la Cancillería colombiana al momento de analizar las implicaciones que tendría la polémica reunión entre el titular de la entidad, Luis Gilberto Murillo, y el ministro de Relaciones Exteriores del régimen dictatorial de Venezuela, Yvan Gil. Implicaciones superlativas porque no se trataba de un encuentro bilateral en Bogotá, Caracas o la frontera, sino nada menos que en el marco de la COP16 sobre Biodiversidad (en Cali), un evento de la ONU y al cual asisten delegados de 190 países y entidades multilaterales.

¿No se evaluó desde el gobierno colombiano lo que significaría reunirse con el representante de un régimen autoritario, acusado de fraude electoral por toda la comunidad internacional e incluso al que una misión de la ONU acaba de acusar de una ola de represión violenta y delitos de lesa humanidad contra la oposición y quienes exigen democracia? ¿Nadie previó en la Cancillería el riesgo de que dicho encuentro podría darle alguna dosis de legitimidad a un gobierno espurio como el de Nicolás Maduro, considerado un paria por la mayoría del concierto de naciones? ¿Tampoco se previó que se le daría al canciller venezolano vitrina mediática global para defender la trampa electoral chavista e insultar a la oposición? ¿No está consciente la Administración Petro de que se le acusa de complicidad activa con la satrapía?...

Un descache de Colombia en materia diplomática en toda la línea.