El jueves próximo se reunirá de nuevo la Junta Directiva del Banco de la República para decidir si continúa bajando sus tasas de interés de referencia, factor clave para aumentar el nivel de liquidez de la economía, abaratar el dinero e impulsar la inversión.

A finales de septiembre disminuyó sus tipos a 10,25%, completando siete rebajas consecutivas. Hace un año, como consecuencia del pico inflacionario en gran parte de 2023, las tasas estaban en 13,25%, pero desde diciembre pasado, a medida que cedió el costo de vida debido a la política contracíclica del Emisor, comenzó una desescalada sistemática.

Hoy, con una inflación anualizada del 5,81% y de 4,58% en lo corrido del año, los mercados y analistas aseguran que la próxima semana el Emisor, cuyo gerente es Leonardo Villar, volverá a disminuir sus tasas, y las pondrá por debajo del 10% (porcentaje que no se veía desde septiembre de 2022).

Sin embargo, muchos sectores urgen que la rebaja sea, como mínimo, de 50 o 75 puntos básicos. La cúpula gremial considera que el Banco debe ser más audaz en este campo para facilitar la reactivación de una economía descolgada que este año no crecería más allá del 1,5%.

Ayer, incluso, el dirigente financiero Luis Carlos Sarmiento Angulo solicitó al Banco de la República aplicar una reducción más drástica en las tasas con miras a tener un impacto más positivo en la economía, sobre todo en sectores como vivienda, vehículos, comercio, turismo, consumo y otras actividades.

El Gobierno también solicita al Emisor disminuir las tasas, más ahora que el “Pacto por el crédito” suscrito con el sector financiero, arrancó irrigando $10 billones a la economía real.

Hay optimismo respecto a la decisión del Emisor, más aún porque en septiembre cuatro codirectores votaron por rebajar 50 puntos básicos, pero los otros tres se inclinaban por 75. Ahora, con una inflación más controlada, la opción sería más viable.