En fuentes cercanas al ex presidente Álvaro Uribe se asegura que la escogencia de Simón Gaviria como jefe único del liberalismo es un golpe directo a la intención del ex mandatario de retomar el dominio sobre La U. “… Es muy sencillo, el presidente Santos prácticamente tiene ahora dos partidos: liberales y La U… Los primeros pujan por convertirse, de facto, en el partido de gobierno en la práctica, y la segunda sabe que con esa presión roja sus posibilidades de ‘rebelarse’ a ciertas directrices del Jefe de Estado se reducen mucho… Ello implica que La U estará ahora más sometida a los criterios de Santos para no dejarse quitar espacio de los liberales y que la intención de Uribe de pelearle el poder en La U al Presidente se ve más reducida”, precisó un ex alto funcionario uribista, que pidió la reserva de su nombre.
¿A progresistas? (I)
Y siguiendo con los ecos de la constituyente liberal, el triunfo de la línea santista en la cumbre roja puso de nuevo sobre la mesa la posibilidad de que varios dirigentes que se autocatalogan de “centro-izquierda” estén pensando seriamente en renunciar a la colectividad y buscar nuevos nortes políticos. Es allí en donde el plan de dimensionamiento nacional del movimiento Progresistas, que fundó y lidera el alcalde electo de Bogotá, Gustavo Petro, podría convertirse en una buena opción en donde podrían recalar varios dirigentes liberales, toda vez que la naciente facción se ubica en la franja de la “centro-izquierda democrática”. ¿Será?
¿A progresistas? (II)
No hay que olvidar, por ejemplo, que en las mismas toldas petristas se ha indicado que dentro de la estrategia de fortalecimiento nacional de Progresistas el objetivo no sólo es ‘reclutar’ a dirigentes del Polo Democrático que no se encuentran conformes con la radicalización de la colectividad de oposición, sino que también se buscaría enganchar a reconocidos liberales, conservadores e independientes que se identifiquen con el centro del espectro político y quieran hacer parte de un nuevo partido político que quiere colocarse a la derecha del Polo pero a la izquierda de La U y el oficialismo rojo y azul. Es más, entre esos posibles dirigentes liberales se alcanzó a mencionar perfiles como el del exfiscal Alfonso Gómez Méndez, precisamente uno de los más críticos de la constituyente roja y la forma en que resultó electo Simón Gaviria como jefe único.
Paradojas judiciales
Volviendo con lo que se afirma en los corrillos uribistas, ayer un ex alto asesor en temas legislativos de ese gobierno advertía las “paradojas que tiene la política… Recuerdo que cuando en el mandato Uribe se habló de crear una especie de supertribunal que juzgara a los congresistas, de inmediato se generó un revuelo nacional y se acusó a la Casa de Nariño de querer anular la Corte Suprema de Justicia en medio del proceso de la parapolítica… ¿Dígame periodista, cuál es la diferencia que hay entre la propuesta de supertribunal que se lanzó en el gobierno Uribe y la de la supercorte que ahora el gobierno Santos y sus mayorías parlamentarias están impulsando en el Congreso?”. Vea pues.
Petro-denuncias
En los corrillos políticos bogotanos se asegura que antes de que termine el primer bimestre de 2012 el alcalde Petro irá personalmente a la Fiscalía, la Procuraduría y otros entes de control a instaurar una serie de denuncias sobre lo que encontró en las entidades distritales. Es más, se asegura que, a diferencia de otros empalmes entre administraciones entrante y saliente en Bogotá, en el actual los delegados del burgomaestre electo se han dedicado más a escuchar y preguntar, que a recibir como tal el estado de obras y proyectos. Se afirma que la desconfianza y reservas son mutuas, y que en las primeras semanas de gestión todos los designados en las entidades tendrán que presentar un informe de posibles anomalías detectadas y que ello irá al dossier que Petro llevará personalmente ante las instancias judiciales.