Los rumores periodísticos en torno de que habría un cambio en la presidencia de Ecopetrol, de la que saldría Javier Gutiérrez y entraría el actual embajador de Colombia en Estados Unidos, Gabriel Silva Luján, tuvieron mucho eco en los corrillos económicos, en donde causó sorpresa que la Casa de Nariño, que obviamente maneja los hilos de la estatal petrolera, pues es dueña del 80 por ciento de las acciones, esté pensando en cambiar el timonel de una empresa que en los últimos cinco años generó utilidades récord y se ha posicionado como una de las más importantes del continente. Fuentes de la Presidencia de la República indicaron que no se tenía noticia oficial al respecto.
Un articulito
Las denuncias del director de la DIAN, Juan Ricardo Ortega, acerca de las anomalías que se estarían presentando con la tributación de las fundaciones sin ánimo de lucro que manejan cuantiosos recursos, llevaron ya a un parlamentario de la comisión III de la Cámara de Representantes a encargar a su equipo de asesores la redacción de un artículo al respecto para ser adicionado al texto de la reforma tributaria que el Gobierno presentará al Congreso cuando arranque la legislatura a mediados de marzo próximo. Incluso, Ortega será uno de los primeros funcionarios citados por el Congreso para que ahonde sus denuncias sobre falencias en recaudo de impuestos.
Aclarar demandas (I)
Poner en blanco y negro todo lo referente a las demandas que cursan contra la Nación en todo el sistema judicial no es tarea fácil. La misión inmediata debe ser asumida por el nuevo director de la Agencia de Seguridad Jurídica, Fernando Carrillo, en quien el Gobierno tiene fundadas esperanzas de que en corto tiempo pueda hacer una radiografía muy puntual y precisa del nivel de riesgo del erario por las causas indemnizatorias impulsadas por particulares contra la Nación.
Aclarar demandas (II)
“… Los diagnósticos que tienen la Contraloría, Procuraduría y la Contaduría no son necesariamente consistentes, salvo en lo referente a las contingencias presupuestales destinadas por cada entidad oficial para cumplir con los fallos contencioso-administrativos de penas pecuniarias… Sin embargo, en el resto hay mucho dato superficial y no hay clasificación real del nivel de riesgo, es decir, distinguir aquellas en donde la posibilidad de una condena es alta, de aquellas en donde se evidencia que se trata de causas peregrinas y sin mayor viabilidad”, precisó un alto funcionario gubernamental.
Cuello de botella
Las pólizas de seguro y de responsabilidad global podrían convertirse en los cuellos de botella de la nueva ley sobre espectáculos públicos que viabiliza la posibilidad de que los estadios de fútbol puedan ser escenario de conciertos y otros eventos culturales y de farándula. Según un experto en el tema, al no ser los estadios colombianos construidos con las especificaciones que sí existen en Estados Unidos y Europa para soportar la carga y “estrés” que produce a la gramilla el peso de aficionados y equipos de los artistas, el riesgo de daños es muy alto y, por ende, las pólizas de seguro no serán nada baratas.