La posibilidad de un paro de trasportadores empieza a rumorearse en algunos puertos del país, bajo la tesis de que el encarecimiento de los insumos para el sector automotor debido al incremento sustancial en la cotización del dólar está teniendo un efecto muy fuerte en la canasta automotriz.  Aunque el Gobierno mantiene constante comunicación con los gremios que agrupan a los camioneros y demás organizaciones de transporte de carga pesada,  por el momento no tiene pensado un incremento de tarifas ni de fletes, pues esto tendría un efecto directo en la inflación del segundo semestre. Varios gremios del transporte han pedido al Gobierno algún tipo de medida, por vía de la extensión tributaria o arancelaria, que les ayude a amortiguar el impacto en los costos por culpa del alza del dólar.  Sin embargo, también es claro que la baja cotización internacional del petróleo  ha disminuido de manera sensible el ritmo del incremento en los precios de la gasolina y el diésel en el último año, dándoles algo de aire y mayor margen de rentabilidad a los transportistas.

Alerta aérea

También están encendidas las alarmas en el sector del transporte aéreo, debido, no sólo a que la revaluación del dólar está golpeando el volumen de viajeros y turistas a nivel internacional, sino porque parece inminente la posibilidad de un alza en el precio de los tiquetes, impulsada principalmente por el mayor costo de los combustibles para las  aeronaves. Asimismo es obvio que hay preocupación en las empresas del sector porque muchas de sus inversiones para modernización de su parque se han financiado con préstamos de la Banca Internacional, tasados en dólares, y que por efecto del mayor costo de la divisa este año han llevado a que esas deudas hayan crecido por el solo diferencial cambiario entre el 15 y el 20 por ciento. 

Ganar perdiendo…

En las toldas del Partido de la U crecen las voces que consideran que no es la mejor estrategia haber optado por alianzas con distintos candidatos a gobernaciones y alcaldías; precisamente en aquellas zonas en donde los actuales mandatarios  pertenecen a la colectividad “el tema de las alianzas multipartidistas es algo natural, en estas elecciones, pero veo que la U se arriesgó en varias regiones en donde  creo que teníamos la fuerza suficiente para ganar las gobernaciones y alcaldías que hoy ya son de nosotros, pero que finalmente terminamos jugándonos con aspirantes de otras  alianzas, lo que finalmente  va a terminar afectando nuestros números cuando se haga el nuevo mapa político resultante de los comicios  del 25 de octubre …No se olvide que los candidatos de alianzas son cobrados por distintos partidos como propios y al final no se sabe cuál de las colectividades fue la que puso el mayor potencial electoral”, le dijo a EL NUEVO SIGLO un parlamentario de la U, en conversación off the record.

¿Libertad azul?

“…Que decreten ya la libertad para apoyar al candidato que quiere cada quien y que dejemos este triste espectáculo de un conservatismo bogotano que no supo capitalizar la votación que tuvo en Bogotá en la primera vuelta presidencial”. Esa fue la sentencia de un exintegrante  del Directorio Nacional Conservador ante la división que hay en el  partido  frente a los apoyos a los distintos aspirantes  al Palacio  Liévano.