La posesión de Rafael Pardo como Ministro para el Posconflicto fue leída por algunos sectores políticos y análisis periodísticos como un ‘equilibrio’ en materia de “chequeras” entre el liberalismo y Cambio Radical. Como se sabe Pardo será el encargado de manejar el nuevo súper fondo de donaciones internacionales para el posconflicto, que ya cuenta con promesas de aportes de 750 millones de dólares pero podría llegar, según las previsiones del Gobierno, a 3.000 millones de dólares si llega a firmarse un pacto de paz con las guerrillas. Se trata, sin duda de un volumen de recursos muy alto en manos de un ministro liberal. De allí que congresistas y analistas hayan advertido que esta “chequera” sería tanto o más amplia que la que maneja el vicepresidente Germán Vargas Lleras, encargado de los proyectos de infraestructura, vías y vivienda. Tras esas lecturas, desde Cambio Radical ayer se escucharon réplicas, en voz baja, que advertían a los liberales que no se olvidaran que en el caso de los fondos del posconflicto el “dueño de la chequera” también es el Presidente de la República.
¿Funcionó el conato?
Si bien es cierto que la ‘rebelión’ que algunos parlamentarios de la Costa Caribe quisieron incitar para presionar al Gobierno a replantear el alza de las tarifas de energía y gas para los usuarios industriales y residenciales de esa región, no tuvo mayor eco en las bancadas de Senado y Cámara, ayer en los pasillos del Parlamento se afirmaba que el campanazo político sí tuvo efecto, ya que los ministerios de Hacienda y Minas se terminaron moviendo para analizar posibles salidas a las exigencias de los dirigentes de la Costa Norte. “… Al menos nos hicimos escuchar y el Gobierno se movió para poner, ahora sí, atención a nuestros reclamos, lo que no había hecho de manera sustancial antes de que se hablara de la rebelión costeña y de incluso bloquear proyectos clave como los del proceso de paz… Lo que esperamos ahora es que se haga justicia con la Costa Caribe en materia de servicios públicos y compensación por producción de gas”, dijo un parlamentario costeño que pidió la reserva de su identidad.
Gabinete en ciernes
Se llegó diciembre y se espera que el alcalde electo de Bogotá Enrique Peñalosa oficialice en pocos días los nombres de quienes van a integrar su gabinete. Si bien es cierto que ya se han filtrado algunas posibles designaciones, oficialmente solo hay dos nombres confirmados, empezando por quien será el encargado de la aún no creada Secretaría de Seguridad y Convivencia Distrital. En los corrillos del Concejo capitalino se afirma que Peñalosa confeccionará un gabinete muy técnico en el que estarán personas que ya trabajaron en su primer mandato capitalino o que lo acompañaron en la formulación de los planes de gobierno de sus candidaturas fallidas y obviamente de la última y triunfadora. Se dice, por igual, entre algunos de los cabildantes reelectos o electos que el mandatario entrante está analizando unos perfiles de personas que trabajaron en campañas como la de Rafael Pardo y otra para proponerles que lo acompañen. Por ahora todas las expectativas están puestas en el tono de la reunión que hoy tendrán, por primera vez después de las elecciones, los alcaldes electo y saliente de la ciudad, encuentro pactado dentro del cronograma de empalme.