Ante la posibilidad de una ‘rebelión’ general de las altas cortes judiciales frente al proyecto de reforma a la justicia, la Casa de Nariño ordenó al titular del ministerio de Justicia, Juan Carlos Esguerra, maniobrar para que en el cuarto debate en la plenaria de la Cámara de Representantes se puedan ‘corregir’ varios de los cambios que se introdujeron en la Comisión I de la esa corporación, entre los cuales están temas tan polémicos como la excepción a la aplicación de la sanción de la “silla vacía” así como el ‘raponazo’ del Congreso a las facultades que tienen los máximos tribunales para elegir o ternar a los aspirantes a la Contraloría, Fiscalía y Procuraduría.

¿‘Rebelión’ judicial? (II)
Incluso no se descarta que el presidente Santos cite esta semana una reunión de la Mesa de la Unidad Nacional para solicitarles a los partidos de la coalición mayoritaria que morigeren los cambios introducidos en la Comisión I, toda vez que al Gobierno le quedaría muy complicado de manejar una oposición en bloque de las cortes Suprema de Justicia y Constitucional, así como de los consejos de la Judicatura y del Estado al proyecto de reforma a la estructura de gobierno, facultades y jurisdicciones de la rama judicial. Es claro que todo el clima de distensión entre el Ejecutivo y las altas cortes, prioridad de Santos, está en peligro por cuenta de la indisciplina de las mayorías parlamentarias que le ‘metieron mano’ al proyecto en forma drástica.

¿‘Rebelión’ judicial? (III)
Previendo ese riesgo, trascendió en altas fuentes gubernamentales que el Ejecutivo le habría enviado ‘mensajes’ a los máximos dignatarios indicándoles que, por ahora, lo importante es que la iniciativa cumpla su primera vuelta (es decir, que sea aprobada en cuatro debates antes del 16 de diciembre), y en la próxima legislatura se harán los ajustes del caso, no sólo por tratarse de la instancia definitiva del proyecto sino porque se exigen mayorías más altas en comisiones y plenarias.

¿‘Rebelión’ judicial? (IV)
Sin embargo, al parecer en la cúpula judicial no le tienen mucha fe a la capacidad de la Casa de Nariño para evitar que grupos de senadores y representantes a la Cámara aprueben cambios que tienen un ‘tufillo’ de revanchismo frente a los máximos tribunales que han sido especialmente activos en procesos como los de la parapolítica y las pérdidas de investidura, que han costado muchas curules a los partidos. Las altas cortes consideran que prueba de ello es que el Senado y la Cámara quieren ‘cruzarse’ la postulación o escogencia de los titulares de la Fiscalía, Procuraduría y Contraloría, lo que implica que el riesgo de politización y burocratización de los entes de control es muy alto.

¿‘Rebelión’ judicial? (V)
Ya la semana pasada los presidentes de las altas cortes reiteraron sus peros al proyecto. El titular de la Corte Suprema de Justicia, magistrado Tarquino Pacheco, y del Consejo de Estado, magistrado Mauricio Fajardo, indicaron que la reforma está incompleta y no está escuchando a los sectores involucrados. Los peros de los máximos tribunales se extienden también a la entrega de funciones judiciales a notarios y abogados o incluso a cómo sería el reemplazo de la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes.