Off the record | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 7 de Agosto de 2019
Redacción Política

No tan crítica

 

Al interior del gabinete del presidente Duque hay mucho optimismo sobre lo que será este segundo año de mandato, a tal punto que algunos de los ministros han dicho abiertamente que cumplirán con creces y anticipadamente las metas fijadas para agosto de 2020, cuando se complete el 50% de este cuatrienio. La tesis en el alto Gobierno es que las correcciones y ajustes que se hicieron a varias de las políticas heredadas de la administración Santos, sobre todo en aquellas en donde no fue necesario arrancar de cero, ya están dando resultados y serán aún más visibles en los próximos meses. Aunque no se admite públicamente varios de los ministros son de la opinión de que la herencia del mandato Santos, en algunos rubros, no fue tan crítica como se esperaba.

 

Ejemplo y queja

 

La decisión del Gobierno colombiano de otorgar nacionalidad a más de 24.000 niños nacidos aquí pero hijos de migrantes venezolanos será llevada, como ejemplo, al pleno de la OEA con el fin de que otros países latinoamericanos procedan en la misma dirección y se neutralice así el riesgo de apatridia en que estarían no menos de 200.000 menores cuyos padres salieron de su atribulada nación huyendo de las crisis política, económica, social e institucional creada por la dictadura chavista. De igual manera se piensa poner de presente tanto a la OEA como a la ONU la urgencia de concretar las promesas de ayuda económica de varios países, agencias y entes multilaterales para atender la ola migratoria venezolana, sobre todo en Colombia, Perú y Ecuador, que han recibido la mayoría de ese flujo poblacional.

 

¿Un proyecto riesgoso? (I)

 

En las toldas del Centro Democrático hay algunas voces que consideran que la bancada del partido no debería insistir en otro proyecto de acto legislativo para reformar la Jurisdicción Especial de Paz (JEP). La tesis de quienes así piensan es que nada ha cambiado en materia de escenario político en el Congreso que lleve a pensar que la iniciativa no será derrotada, como ya ocurrió en la primera legislatura, en donde incluso sectores de La U y conservadores -de la coalición oficialista- se opusieron a reformar el sistema de justicia transicional. Algunos dirigentes del partido de gobierno afirman, en privado, que no resulta muy inteligente arriesgarse a una segunda derrota en el Legislativo, más aún porque en plena época electoral se le terminaría dando “munición de campaña” a la izquierda y otras colectividades que acusan al Gobierno y el Centro Democrático de querer desmontar el pacto de paz.

 

¿Un proyecto riesgoso? (II)

 

Un periodista de EL NUEVO SIGLO le preguntó respecto de estas dudas a un parlamentario del Centro Democrático, quien dijo que pueden haber “distintos pareceres” al interior del partido en torno a cómo “corregir” la JEP, sobre todo porque algunos dirigentes y muchas de las bases son de la opinión de que no se debe insistir en la vía del Congreso para dicha reforma, sino que el tema sea llevado directamente al constituyente primario, en donde es seguro que habrá luz verde porque todas las encuestas evidencian que la opinión pública está en contra de las altas dosis de impunidad que contiene el acuerdo firmado por el gobierno Santos. “…Como se ve, no son dudas sobre la necesidad de la reforma, en la que todo el país está de acuerdo, sino sobre la vía más eficaz para concretarla, ya que el Parlamento tuvo su oportunidad y falló, pese a escándalos como los de ‘Santrich’ y otros más”, sostuvo el parlamentario en charla off the récord.