¿Cambios?

No son pocos los análisis que se están haciendo en los corrillos políticos frente a la posibilidad de que si se confirma el triunfo de Joe Biden en la carrera por la presidencia de Estados Unidos, entonces sería necesario que la Casa de Nariño pensara en la posibilidad de operar desde ya un cambio de embajador ante la Casa Blanca e incluso hasta en la Cancillería, dadas las nuevas realidades políticas en la relación bilateral entre ambos gobiernos a partir de enero, cuando se daría el relevo en la potencia del norte. Sin embargo, varios observadores políticos recalcan que, primero, solo hasta cuando se aclare el panorama político en Estados Unidos se puede empezar a analizar si es necesario aplicar cambios en los voceros ante la Casa Blanca y, segundo, que, siendo realistas, cuando Biden asuma a Duque apenas si le quedarán un año y siete meses en el poder.

¿Inexequible?

Un congresista de la oposición dijo a varios reporteros políticos que la reforma al Código Electoral se va a caer en la revisión de exequibilidad que le haga la Corte Constitucional, si es que el proyecto llega a ser aprobado por el Congreso. Indicó que se han cometido errores de trámite y fondo que “seguramente” llevarán a que la norma no pase el tamiz del máximo tribunal. Sostuvo, incluso, que en algunos casos los yerros “son tan evidentes” que parecieran ser a propósito, con el fin de crear las condiciones para que la reforma se caiga y las reglas del juego para los comicios parlamentarios y presidenciales de 2022 sean las mismas que hoy se aplican y no permiten ningún tipo de transparencia en las campañas y las citas en las urnas. Lo cierto es que las denuncias alrededor del alcance del proyecto no solo provienen de la izquierda sino de senadores como Rodrigo Lara, que ahora se apartó de Cambio Radical.

El “trancón”

A propósito de un informe publicado por este Diario en la edición del viernes, en torno a que hay un “trancón” de candidatos y precandidatos presidenciales que quieren abanderarse como los aspirantes del “centro” de la política colombiana, es decir que no son de izquierda ni de derecha, así como ajenos a la polarización, un veterano exministro le envió un mensaje a esta Sección en donde afirma que “… es cierto que hay un trancón de candidatos en el centro, pero lo más raro es que ninguno de ellos nació en la ‘zona’ sino que vienen de los extremos de la política”. Agregó que lo más llamativo de esta circunstancia es que estos aspirantes critican a otros candidatos que están haciendo lo mismo que ellos.

No, pero…

La idea del Centro Democrático en torno a proponer regresar a la figura de una sola alta corte judicial no tiene mayor eco. Esa no es una novedad, ya que desde hace años el uribismo tiene esa misma tesis y siempre ha recibido más críticas que respaldos. Ahora que plantea citar un referendo, en donde esta sería una de las trece propuestas, tampoco cambia el marcado rechazo a la iniciativa. Sin embargo, en algunos sectores políticos consideran que la idea no es el todo descabellada, no tanto en la dirección de reunificar las altas cortes, sino en aplicar a través de un referendo la reforma a la estructura judicial que lleva años proponiéndose o tramitándose de forma fallida en el Congreso. Para algunos expertos es más fácil hacer esa reingeniería vía referendo que por la posibilidad de citar una asamblea constituyente de temario limitado a esta reforma.