Off the record | El Nuevo Siglo
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Jueves, 22 de Octubre de 2020
Redacción Política

¿Mil UCI o no?

El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, salió al paso de la polémica con la Gobernación sobre las camas de Unidades de Cuidado Intensivo (UCI) que tiene la capital antioqueña para afrontar el rebrote del covid-19. “Medellín cumplió su apuesta por tener mil camas de cuidados intensivos. Ante los escépticos que predecían que se vendría colapso primero el 15 de agosto, después el 15 de septiembre y luego el 15 de octubre, Medellín no solo nunca colapsó, sino que hoy tiene la tasa de letalidad más baja entre ciudades principales logrando al mismo tiempo liderar la reactivación económica y ahorrar cierres innecesarios a la ciudad”, dijo el mandatario capitalino. Sostuvo que “con el ánimo de reducir el número de procedimientos no urgentes, la Gobernación de Antioquia ha planteado la posibilidad de declarar alerta roja hospitalaria, lo cual tendría dicho efecto. Sin embargo, esto no tendría implicaciones tipo cuarentena en Medellín, ni en su Área Metropolitana, dado que este incremento no es consecuencia del covid”.

220 en espera

¿Tiene o no Medellín 1.000 camas de cuidados intensivos? ¿Por qué no cuadran las cifras de la Alcaldía y la Gobernación? Eso se preguntó Quintero y respondió que la ciudad cuenta con mil camas UCI, entendidas como camas en un hospital con toda la tecnología necesaria para atender un paciente que requiera le salven la vida, en especial, que requiera un respirador artificial mientras logra superar la etapa infecciosa. “De estas mil, 780 están activas, quiere decir que están reportadas en el sistema nacional de salud (estas son las que reporta la Gobernación) y 220 más que serán activadas en el momento en que el covid así lo requiera. Teniendo en cuenta el incremento actual activaremos 26 más para atender las cirugías retrasadas”, precisó Quintero.

Allá y acá

Colombia y Venezuela tienen muchas diferencias políticas, económicas, sociales e institucionales. Sin embargo, ayer tenían una coincidencia muy puntual: en ambos países  se estaban adelantando sendos paros del sector educativo. En Colombia, como se sabe, Fecode convocó a una parálisis de dos días en protesta por un presunto incumplimiento de los acuerdos firmados con el Gobierno y el plan de alternancia en el regreso a las aulas tras varios meses de virtualidad por cuenta del coletazo de la pandemia. Y, en Venezuela, los sectores de la educación decidieron mantener la protesta ayer, alegando que el régimen dictatorial sigue profundizando la crisis de los profesores mediante la “desaparición del salario, la destrucción de la seguridad social y el desvanecimiento de la Convención Colectiva como el instrumento laboral de los trabajadores de la educación”. Exigieron el restablecimiento del valor salario, el rescate de la seguridad social y recuperar el derecho a la alimentación.

La Parada, Cúcuta

Y hablando de Venezuela, el diputado Carlos Valero, miembro de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional (AN), propuso la creación del observatorio de migración del Parlamento para monitorear y brindar apoyo a los migrantes y refugiados venezolanos en el mundo. Valero aseguró que es de gran importancia el establecimiento y la estandarización de las políticas de acogida de venezolanos, “trabajo que puede coordinarse con ONU y la OEA”, puntualizó. “Hay unos miles de venezolanos que han decidido huir nuevamente del país en medio del estrago económico, social y de servicios públicos causado por el régimen y profundizado por el covid-19. Vemos con tristeza que La Parada, en Cúcuta, se ha convertido en el lugar de encuentro de nuestros hermanos, están los que esperan por regresar y aquellos que se van”, expresó.