Reforma laboral, una táctica electoral del petrismo | El Nuevo Siglo
El proyecto de reforma laboral está cerca de ser aprobado en la plenaria de la Cámara de Representantes. /Foto Cámara
Jueves, 10 de Octubre de 2024

REFORMA ESTRATÉGICA. Uno de los temas que más analizan varios partidos de oposición e independientes tiene que ver con el efecto que el proyecto de reforma laboral pueda tener en la fidelización del apoyo de los sindicatos y demás organizaciones de trabajadores al gobierno Petro con miras a los comicios de 2026. Si bien es cierto que muchos congresistas han denunciado esta estrategia evidente en el marco de los debates tanto en la Comisión Séptima como en la plenaria de la Cámara, ninguna de las protestas ha dado lugar a que se morigeren de forma sustancial algunos artículos que, en opinión de los críticos, parecieran venir calcados de los pliegos de peticiones que periódicamente emiten las centrales obreras.

PULSO URIBISTA. Con los senadores María Fernanda Cabal, Miguel Uribe Turbay y Paloma Valencia reiterando en las últimas semanas que serán precandidatos presidenciales de cara a los comicios de 2026, hay algunos dirigentes del Centro Democrático que consideran que esos tres parlamentarios deberían ir analizando la posibilidad de renunciar a sus respectivas curules por tarde en la mitad de 2025. Esto con el fin de concentrarse en la precampaña de la colectividad y luego jalonar una alianza de centro derecha para enfrentar a la opción petrista que buscará competir por la sucesión en la Casa de Nariño.

UNA APUESTA RIESGOSA. La decisión de presentar el proyecto de reforma constitucional a la justicia, que se viene trabajando desde el primer semestre por parte de una comisión interdisciplinaria de la respectiva rama convocada por el Gobierno, depende de la suerte que corran iniciativas como la reforma tributaria, la laboral e incluso el nuevo proyecto que fue presentado esta semana en materia penal. Según un parlamentario del Pacto Histórico, faltando dos meses y una semana para que termine este primer tramo de legislatura, no tiene sentido radicar un proyecto acto legislativo porque no se alcanzarían a suplir con tranquilidad los primeros cuatro debates obligatorios a la iniciativa.

REMEZÓN A LA VISTA. En los pasillos de la Procuraduría se advierte que una vez se produzca el cambio en la jefatura del Ministerio Público, a mediados de enero, podría darse un barrido general en la mayoría de las delegadas y otra serie de altos cargos del ente de control disciplinario. De hecho, según le dijo a EL NUEVO SIGLO una alta fuente de la entidad, ya hay altos funcionarios que están preparando sus renuncias protocolarias o incluso darían un paso al costado en las próximas semanas con el único objetivo de ir vislumbrando su futuro laboral a partir del primer mes de 2005.

CALLADITO. Se le preguntó a un ex vicecanciller por qué creía que el presidente Gustavo Petro no había emitido opiniones respecto a la competida campaña presidencial de Estados Unidos. El experto señaló que muy posiblemente la Cancillería y los asesores de la Casa de Nariño le recomendaron al jefe de Estado que se abstuviera hablar o trinar al respecto, ya que podría levantar una gran polvareda política a nivel nacional e internacional, lo que llevaría a que el factor Colombia terminará asomando en una contienda proselitista en donde hasta el momento ha sido un tema casi que ni tocado por los candidatos Donald Trump y Kamala Harris.