Los desafíos de los partidos políticos para el próximo año son de marca mayor. Por ejemplo, en La U hay dirigentes que consideran que en 2012 la colectividad debe fijarse como meta prioritaria evitar que el pulso entre la línea santista y la uribista llegue a una división que, llevada a extremos, bien podría significar una escisión. Obviamente hoy es claro que el santismo tiene la preponderancia dentro de La U, pero también es evidente que el uribismo está cada vez más convencido de que hay poco margen de acción del Partido para hacer valer las posturas del ex mandatario y por eso no pocos advierten que lo mejor es buscar hacer toldo aparte, y para ello siguen insistiendo en elevar a movimiento político la marca “Colombia Primero”, bajo la cual se lanzaron las dos campañas presidenciales de Uribe Vélez.
Retos partidistas (II)
Al Polo Democrático le pasa algo similar: debe enfocarse el próximo año en evitar que la colectividad se divida. La decisión de haber suspendido del Partido a tres senadores que son abiertamente cercanos al entrante alcalde de Bogotá Gustavo Petro afectará la unidad de acción de la colectividad de centro izquierda y de la bancada parlamentaria. Aunque la dirección del Polo quiere quedarse con los tres escaños de los senadores ‘rebeldes’, legal y constitucionalmente no hay norma que le permita ese proceder. Incluso, ya hay dirigentes en el Polo que consideran que una vez retome Clara López las riendas del Partido, debería reversar la decisión de sacar a Luis Carlos Avellaneda, Camilo Romero y Jorge Guevara y buscar puentes de entendimiento con ellos.
Retos partidistas (III)
En cuanto a lo que debe ser el reto para 2012, en el liberalismo hay dirigentes que consideran que la prioridad debe ser fortalecer su peso específico dentro del gobierno Santos, pues está visto que tanto La U como los conservadores se están moviendo para evitar que la ideología, proyectos y programas bandera de las toldas rojas sigan teniendo tanta exposición en el ejercicio diario del Ejecutivo. También se afirma que la línea santista del liberalismo debe maniobrar para neutralizar los intentos de otros sectores por buscar una mayor distancia y diferenciación entre la colectividad y la Casa de Nariño, teniendo la puja como telón de fondo el tempranero debate reeleccionista.
Retos partidistas (IV)
En lo que concierne al conservatismo, es palmario que debe en 2012 apuntalar un verdadero proceso de reingeniería. Para varios de sus dirigentes y congresistas es claro que hay que desparlamentarizar el manejo del Partido y abrirles espacio a otros sectores, especialmente a un liderazgo más activo y decisivo del ex presidente Andrés Pastrana. Además, ese remozamiento será más urgente debido a que el próximo año la colectividad podría sufrir un duro golpe por cuenta del proceso en la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia que investiga las anomalías en la Dirección Nacional de Estupefacientes, en donde hay varios congresistas y ex parlamentarios del Partido en la mira.
Retos partidistas (V)
Sobre Cambio Radical, su principal reto para 2012 será sacudirse de la sensación pública y política de que será ‘absorbido’ por el liberalismo en cuestión de poco tiempo y, por lo tanto, la colectividad está ya en un lento camino agónico. Y en cuanto a los Verdes, el próximo año exigirá muchos esfuerzos para desmentir que la “ola verde” es un fenómeno coyuntural que podría sucumbir por sus contradicciones internas ya altamente evidenciadas.