La controversia en torno de la carta que las Farc habrían enviado a la exsenadora Piedad Córdoba anunciando, presuntamente, la disponibilidad de liberar a los cinco uniformados plagiados, cuatro de los cuales asesinó a sangre fría hace una semana para evitar su rescate militar, generó roces en el interior del colectivo Colombianos y Colombianas por la Paz (CCP), ya que algunos de sus integrantes nunca supieron de la mencionada misiva y mucho menos que la excongresista se la habría enviado -como lo sostiene ella- al Gobierno para que analizara lo respectivo al operativo humanitario para permitir su liberación.
Roces en CCP (II)
Según trascendió el fin de semana, para algunos activistas de Colombianas y Colombianos por la Paz no se debió mantener en absoluto secreto el contenido de la presunta carta, pues de haberla hecha pública se habría generado un ambiente propicio para la liberación unilateral. “… Lo que sabemos es que unas pocas personas tomaron la decisión de qué hacer con la mencionada carta, cuando se supone que debió haberse convocado a todos los que hacemos parte del colectivo y señalar una ruta de acción para que antes de Navidad hubiéramos podido recibir a los plagiados, claro si era verdad que las Farc querían liberarlos”, precisó una fuente de CCP, que pidió la reserva de su identidad.
Pago ministerial
Dos congresistas en octubre pasado habían apostado un viaje de fin de semana a un lugar turístico colombiano. La apuesta consistía en que uno de ellos advertía que, por lo menos, un ministro y una ministra no llegarían a este diciembre en sus cargos. Sin embargo, llegó el fin de año y los dos titulares del gabinete siguen más que firmes en sus cargos y parece ser que los rumores periodísticos sobre una posible salida de los mismos, lograron el efecto contrario, es decir, que quedaron más ‘atornillados’ a sus escaños ministeriales. ¿Será que el perdedor le pide a Santos que ‘colabore’ con el pago de la apuesta perdida?
Pico y placa (I)
La propuesta del alcalde electo de Bogotá, Gustavo Petro, respecto de que el 1 de enero, día de su posesión, revelará su estrategia para un desmonte gradual de la restricción de tráfico vehicular más conocida como “Pico y Placa”, está creando tanta expectativa entre los expertos en materia de movilidad, que incluso se han puesto sobre la mesa distintas hipótesis, algunas de ellas muy ‘creativas’. Por ejemplo, se rumora que habría un “Pico y Placa” zonal, es decir, que la restricción sólo sería para que los vehículos ingresen a determinados sectores de la ciudad, los más congestionados, mientras que en aquellos en donde no haya construcción de obras u otras circunstancias que dificulten el tráfico, los automotores podrían circular sin limitantes gran parte del día.
Pico y placa (II)
Una segunda hipótesis que circula sobre la modificación al “Pico y placa” se basa en que aquellos vehículos que circulen por las vías en donde se cobrará una especie de peaje urbano, podrían utilizarlas sin ningún tipo de restricción. Es decir, que no importará el último dígito de su placa. Sin embargo, para quienes utilicen las vías ordinarias y no paguen ningún tipo de peaje, sí seguirá funcionando la restricción de tráfico, aunque no por las 14 horas al día en que hoy está impuesta.