Veto verde | El Nuevo Siglo
Jueves, 1 de Octubre de 2015

No están muy contentos  en el Centro Democrático con el veto político que las directivas de la Alianza Verde impusieron a sus dirigentes y militantes  prohibiéndoles respaldar la candidatura de Francisco Santos a la Alcaldía de Bogotá. Aunque la cúpula de los verdes indicó que el uribismo y ese partido eran como “el agua y el aceite”, en las toldas de Santos se dice que ya tenían listas algunas adhesiones de los verdes pero que la restricción impuesta por la  dirigencia de esa colectividad  se atravesó a última hora. “…No deja de ser extraño que un partido que siempre dijo que se oponía a la disciplina de perros en las colectividades, ahora acude a esa misma táctica para vetar a un partido político, como el uribismo, que hoy tiene la bancada más grande en la Cámara por Bogotá”, dijo un dirigente del Centro Democrático en charla informal con un periodista de EL NUEVO SIGLO.

¿Y los paros?

Muchas veces lo que no es noticia, porque no se presentaron los hechos que se esperaban, termina convirtiéndose en ella.  Esto viene a colación porque en algunas instancias gubernamentales todavía se extrañan de que la anunciada ola de paros campesinos que estaba prevista para la antesala electoral, al final no se concretó pese a que era obvio que detrás de esas protestas habían intereses políticos de candidatos a alcaldías, gobernaciones, asambleas y concejos. Según trascendió en algunas instancias  de esas organizaciones rurales, al final de cuentas lo que bloqueó algunos  de los paros fue la crisis fronteriza con Venezuela ya que los organizadores de las protestas dieron a entender que en medio de semejante coyuntura no sólo no sería bien calificada esta clase de presiones al Gobierno, sino que era obvio que todos los esfuerzos oficiales estaban encaminados a resolver esa problemática. Incluso, también se tuvo en cuenta que el eco en la prensa de las protestas campesinas sería  muy bajo.

Sigue en la mira

El uribismo no baja la guardia en sus pesquisas sobre la contratación de la Fiscalía General. Se sabe que en las últimas semanas ha recopilado más pruebas y testimonios para no sólo adelantar el respectivo debate en el Congreso, a cuyas citaciones Eduardo Montealegre no ha asistido, sino que se estaría pensando en la posibilidad de confeccionar una demanda contra el Fiscal General ante la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes. Por otra parte, continúan algunas voces del uribismo quejándose del por qué no se ha movido la denuncia que esa colectividad política había presentado ante la Comisión Interamericana  de Derechos Humanos (CIDH) por presunta persecución política  del ente acusador.

Sí o no salarial

Una alta fuente sindical le contó a un periodista de EL NUEVO SIGLO que las propuestas de aumento del salario mínimo para el 2016, tendrían este año unas características distintas a la estrategia de las centrales obreras en la última década. Indicó que se está evaluando la posibilidad de no casarse con una propuesta de incremento muy alta para luego negociarla en la Comisión de Concertación Salarial, sino que le apostaría a un planteamiento más bajo y realista. Dicha propuesta no sería negociada sino que Gobierno y empresarios deberían aceptarla o los sindicatos se levantarían de la mesa, dando paso a que el reajuste al sueldo mínimo tendría que ser fijado de nuevo por decreto.