Aumentar las tasas de interés a 5,50% con una alza adicional de 0,25%, decidió el Banco de la República.
El gerente del Emisor, José Darío Uribe, dijo que en octubre la inflación anual al consumidor se situó en 5,89% y el promedio de las cuatro medidas de inflación básica en 5,11%. Estos resultados superaron las proyecciones del equipo técnico de la entidad y del promedio del mercado. Las medidas de expectativas de inflación aumentaron: la de los analistas a uno y dos años se sitúan en 4,4% y 3,6%, respectivamente y las que se derivan de los papeles de deuda pública a 2, 3 y 5 años superan el 4%.
Señaló que la aceleración de la inflación en lo corrido del año se explica principalmente por la transmisión de la depreciación nominal a los precios al consumidor y el incremento en los costos de las materias primas importadas, así como por la menor dinámica en la oferta de alimentos.
Asimismo, el traslado de parte de la devaluación del peso a los precios al consumidor y un fenómeno del Niño fuerte hacen más lenta la convergencia de la inflación a la meta, tanto por su impacto directo sobre los precios y las expectativas de inflación, como por la posible activación de mecanismos de indexación.
El funcionario dijo que las nuevas cifras para el tercer trimestre, en especial de ventas al por menor, sugieren una demanda interna más dinámica que lo previsto. Las exportaciones netas habrían restado al crecimiento. Por el lado de la oferta, la producción industrial muestra una tendencia positiva y los indicadores de despachos y producción de cemento sugieren una dinámica favorable de la construcción. El Indicador de Seguimiento a la Economía –ISE- del DANE sugiere un crecimiento cercano al 4% en el tercer trimestre. Con esta información y con los nuevos datos de actividad económica de octubre, el equipo técnico mantuvo el pronóstico de crecimiento para 2015 entre 2,4% y 3,4%, con 3% como cifra más probable.
Sostuvo que el aumento de las expectativas de inflación ha reducido considerablemente las medidas de tasa de interés real de política y del sistema financiero. Al mismo tiempo, el crecimiento del crédito interno se mantiene por encima del ritmo de aumento del producto.
Además, el Banco tuvo en cuenta que las cifras de actividad económica mundial continúan reflejando una dinámica de la demanda externa débil e inferior a la observada en 2014. En los Estados Unidos la demanda interna crece a tasas favorables, mientras que la zona del euro se recupera lentamente. En China continúa la desaceleración y las principales economías de América Latina registran crecimientos bajos o contracciones del producto. Señaló Uribe que “aumentó la probabilidad de que la FED incremente su tasa de interés de referencia en diciembre y las tasas de los bonos de largo plazo subieron. El dólar se apreció y los precios de los principales bienes básicos disminuyeron”.
Asimismo, el precio del petróleo se situó por debajo de lo proyectado por el equipo técnico. La caída en los términos de intercambio registrada a lo largo del año ha deteriorado el ingreso nacional y explica en gran medida el mayor nivel de la tasa de cambio respecto al dólar.
En síntesis, las expectativas de inflación han aumentado y el riesgo de una desaceleración de la demanda interna, más allá de lo coherente con la caída registrada del ingreso nacional, se ha moderado. Con el fin de asegurar la convergencia de la inflación a la meta de 3% decidió aumentar en 25 puntos básicos la tasa de interés de referencia, continuando así la fase de endurecimiento de la política monetaria iniciado en septiembre pasado.
Crecimiento
Por su parte, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dijo que el año entrante tenemos un pronóstico mejor ya que la economía encontró una senda mejor de crecimiento. Sobre el aumento de 25 puntos básicos, es que el comportamiento de la inflación y otro el déficit de la cuenta corriente que es alto, eso nos debe ayudar a que no se afecte el crecimiento y a atender los dos problemas de inflación y la cuenta corriente”.
Por su parte, los analistas del Bancolombia consideran que la cifra de inflación de octubre, revelada después de la última reunión del Emisor, condujo a un aumento en las expectativas de inflación de los agentes para el cierre de 2015 y para 2016. De hecho, en la última encuesta realizada a los analistas económicos la expectativa de inflación para el final de este año aumentó desde 5,58% hasta 6,25%, y la del final de 2016 pasó de 3,89% a 4,3%, estando por primera vez por encima del rango meta del Emisor. Esto refuerza el argumento de que las expectativas de precios están respondiendo hasta ahora más a la inflación observada que a las decisiones de política monetaria.
Es importante recordar que revisamos al alza nuestra expectativa de inflación para este y el próximo año. El IPC de octubre refleja la materialización de los riesgos al alza que la inflación ha experimentado en las últimas semanas, como resultado de las presiones alcistas en varias categorías de la canasta familiar, la intensificación del fenómeno del Niño, la activación de mecanismos de indexación de precios y la aceleración del traspaso de la devaluación a la inflación. Por lo anterior, aumentamos de 5,73% a 6,5% nuestra proyección de inflación para final de 2015, y de 3,7% a 3,96% para final de 2016.
Como respuesta a lo anterior, esperamos que el Banco de la República eleve su tasa de intervención hasta 6% antes de finalizar 2015. Además del ajuste de 50 pbs de la reunión de hoy, prevemos que la Junta realice un incremento adicional, con el propósito de lograr que las expectativas inflacionarias de mediano plazo vuelvan a situarse por debajo de 4%. Nuestras estimaciones sugieren que, para que esto ocurra, la tasa repo debería llegar hasta 6% en diciembre, y seguir en este nivel hasta tanto las lecturas inflacionarias converjan hacia el techo del rango meta, lo cual solo ocurriría hacia el cierre del próximo año.