El presidente tunecino Beji Caid Essebsi decretó este martes el estado de emergencia en el país y toque de queda en la capital y sus suburbios, tras el atentado contra un autobús de la seguridad presidencial que dejó al menos 12 muertos.
Tras este incidente "doloroso, esta gran tragedia (...) proclamo el estado de emergencia por 30 días según los términos de la ley y un toque de queda en el Gran Túnez a partir de las 21H00 hasta mañana (miércoles) a la 05H00", declaró el jefe de Estado en un breve mensaje por televisión.
El portavoz de la presidencia, Moez Sinaui, precisó a la AFP que el toque de queda se mantendría "hasta nueva orden".
Al menos 12 agentes de la seguridad presidencial murieron y otros 20 resultaron heridos en la explosión de un autobús este martes, en lo que las autoridades calificaron de "atentado".
Una periodista de la AFP vio un autobús parcialmente calcinado cerca de la avenida Mohamed V. Numerosas ambulancias, bomberos y fuerzas de seguridad concurrieron al lugar de la explosión.
"La mayoría de los agentes que estaban en el autobús murieron", declaró una fuente de seguridad presente en el lugar de los hechos.
El ministerio del Interior no pudo precisar cuántas personas había en el vehículo.
Túnez, que se enfrenta desde su revolución, que provocó la caída del régimen de Zine el Abidine Ben Ali en enero de 2011, a un ascenso de la influencia yihadista, responsable de la muerte de decenas de policías y militares, vivió este año dos atentados revindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en tres meses.
Así, 60 personas murieron en los atentados del museo del Bardo, en Túnez, en marzo pasado, y en un hotel en la costa en Port El Kantaui, el 26 de junio.