El Partido Centro Democrático ha dividido sus apoyos entre los dos candidatos con mayor opción de ganar la alcaldía de Pereira, uno liberal y el otro de La U, para los comicios del 25 del próximo mes. Inicialmente, la colectividad acompañó un aspirante por firmas, pero ante el desistimiento de éste, optó por dejar en libertad de voto a su militancia.
No pareciera ser una situación coyuntural, pues en materia de gobernación de Risaralda el Partido del senador Álvaro Uribe también apoya a los candidatos con mayor chance: Sigifredo Salazar, del Partido Conservador, y el exgobernador Víctor Manuel Tamayo, inscrito por firmas, pero con un fuerte apoyo del Partido de La U.
A primera vista esta situación que se presenta para el Centro Democrático era previsible por el poco tiempo que tiene de vida como Partido, desde julio del año pasado, lo que no le ha permitido madurar suficientemente sus estructuras y liderazgos en varias regiones del país.
En ese sentido es comprensible que no tenga la capacidad aún de contar con candidatos propios en algunas capitales y departamentos del país.
Vale recordar que el Centro Democrático tuvo un fulgurante ingreso en la arena política en las elecciones legislativas de 2014 como un movimiento por firmas, pues aún no contaba con la personería jurídica, llegando a ser la segunda fuerza política el Congreso después de La U con 20 senadores y 19 representantes a la Cámara.
No obstante se trata de otro tipo de elección y el buen resultado en gran parte se explica porque la imagen del expresidente Uribe jalonó la votación, aprovechándola al máximo porque adoptó el mecanismo de la lista cerrada.
En este sentido pareciera apresurado decir que las elecciones regionales de este año son una prueba de fuego para saber qué tanto arraigo ha logrado el Centro Democrático, como lo han sostenido algunos.
Es claro que la colectividad le está apostando a algunas alcaldías y gobernaciones donde considera tiene candidatos propios fuertes, como a las alcaldías de Medellín y Bogotá con el exsenador Juan Carlos Vélez y el exvicepresidente Francisco Santos, respectivamente; en tanto que en otras regiones ha preferido la fórmula de hacer parte de una coalición, incluso con colectividades de la Unidad Nacional con las que se enfrenta de forma enconada en el Congreso.
Por ejemplo, liberales y uribistas van en la misma barca apoyando la candidatura de Arturo Calderón a la gobernación del Cesar.
También se dan casos como en La Guajira, en donde el Centro Democrático tenía la intención en estas elecciones de ‘colonizar’ políticamente el difícil escenario político, para lo cual se barajó a Jairo Suárez Orozco como su candidato a la gobernación. Al final el precandidato decidió no inscribir su candidatura. Como consecuencia, el Partido Centro Democrático tomó la decisión de no brindar su apoyo o respaldo a candidatos pertenecientes a otros movimientos.
Sin embargo, en el caso de la campaña para la alcaldía de la capital de Risaralda, los uribistas decidieron primero apoyar la candidatura por firmas del exrector de la Universidad Tecnológica de Pereira, Luis Enrique Arango. Incluso, el senador Uribe lo acompañó en su inscripción.
Sin embargo, a finales de agosto, Arango renunció a su candidatura que no despegaba en las encuestas, y adhirió a la campaña del liberal Juan Pablo Gallo, no sin antes aclarar que lo hacía a título personal y que en ello nada comprometía al Centro Democrático.
Ante esta situación el Centro Democrático dejó en libertad a su militancia para votar en Pereira. “El Centro Democrático respeta la decisión que tomaron unos compañeros y otros. Nosotros inicialmente habíamos apoyado a Luis Enrique Arango, como él declinó, nosotros por respetar lo que piensan nuestros militantes declaramos libertad de voto, unos apoyan a Israel, otros a Juan Pablo Gallo, por supuesto yo debo abstenerme”, explicó Uribe Vélez.
Sin embargo, algunos interpretan que no es casualidad lo que ocurre con el Centro Democrático en Risaralda, pues estaría jugando con sello y cara, lo que explicaría que sin candidatos propios haya dividido sus respaldos entre los candidatos más opcionados a la gobernación y a la alcaldía de Pereira.
Los candidatos
El exconcejal de Pereira, Juan Pablo Gallo, viene encabezando la mayoría de encuestas en su aspiración por el Partido Liberal, en el cual cuenta como uno de sus principales respaldos al expresidente César Gaviria, oriundo de esta región.
Tiene también el apoyo de un sector del Partido Conservador, la Unión Patriótica, el Partido Alianza Verde, el Partido Opción Ciudadana, un sector minoritario de La U y un sector del uribista Centro Democrático.
En tanto que el candidato del Partido de la U y Cambio Radical es Israel Londoño, quien ya gobernó la ciudad entre 2008 y 2011. Es segundo en las encuestas pero con una diferencia en contra que aún lo deja en la pelea.
Tiene también el respaldo del Movimiento Político MIRA, un sector pequeño del Partido Liberal y del Partido Centro Democrático, del cual tras la renuncia de Arango recibió el apoyo de 11 candidatos uribistas al Concejo de Pereira.
El tercer candidato que continúa en liza es Álvaro Arenas, taxista de profesión, quien se inscribió por el Movimiento Alternativo Social Indígena (MAIS).