Debido a que el tema del empleo pasó del séptimo al tercer lugar en prioridad para la ciudadanía entre 2011 a 2015, la Administración lanzó la Política de Trabajo Decente y Digno o decreto 380 de 2015 que fue construido y concertado con centrales de trabajadores, gremios y el sector público nacional, en concordancia con los nuevos objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas y cumpliendo a su vez con una meta del Plan de Desarrollo “Bogotá Humana”.
Frente a este diagnóstico, la política busca trabajar sobre cuatro ejes: (1) Promover los principios y derechos fundamentales de la OIT en el trabajo; (2) Generar oportunidades de empleo e ingresos; (3) Procurar el acceso a la protección y seguridad social; y (4) Generar condiciones para el dialogo social y tripartismo.
Los resultados del diagnóstico del mercado laboral en la última década presentan resultados mixtos en la ciudad:
1) El aparato productivo ha sido capaz de absorber la presión sobre el mercado (la Tasa Global de Participación subió de 66% a 72,5%), hecho reflejado en la disminución de la tasa de desempleo (bajó de 16,6% a 8,7%);
2) No ha sido posible mejorar la calidad del trabajo en una década, la mitad de la población ocupada sigue sin cotizar a salud y pensión ni la proporción de asalariados ha cambiado en este periodo.
De la política se destaca que esta modifica sustancialmente el quehacer de la Alcaldía y en especial de la Secretaría en esta materia, pues ordena los recursos invertidos en formación para el trabajo (hasta 54 mil millones de pesos en los últimos años) para garantizar su pertinencia con estudios de demanda y perfiles ocupacionales; al tiempo que señala la importancia de crear un programa en la Secretaría para potencializar aquellos saberes básicos necesarios para cualquier ocupación, denominados como “capacidades blandas”.
No obstante, la tarea prioritaria en formación para el trabajo será la articulación efectiva con el Sena, pues con un presupuesto para Bogotá de 273 mil millones de pesos (2015), es la entidad clave con quien articular la pertinencia de la formación. Bogotá tiene representación en el Concejo Distrital a través de un experto designado por el Alcalde.
Frente a los temas de intermediación, gestión y colocación, el Gobierno Nacional determinó que el instrumento para todo el país sea el Servicio Público de Empleo (en mayo de 2016 cumplirá dos años la agencia distrital), un instrumento diseñado para atender los retos que imponen fenómenos como el desempleo friccional, la informalidad y el desempleo estructural a través de la articulación de políticas activas y pasivas que eliminen las asimetrías del mercado y permitan ofrecer servicios sociales integrales.
También se hace un énfasis en la erradicación del trabajo infantil. Siete de cada cien niños con edades entre los 5 y 17 años trabajaron en 2013 (7,9%), de acuerdo con el módulo de seguimiento a la encuesta nacional de trabajo infantil, indicador sensiblemente inferior al calculado en 2011 cuando se ubicaba 11,1%.
La nueva política también indica otros dos temas: potencializar la democratización de las oportunidades de vinculación laboral para la población vulnerable, con instrumentos que acercan la oferta y la demanda, y las puntadas iniciales para el diseño de instrumentos específicos para los grupos poblacionales de los cuales se tiene información: i) en mujeres priorizando aquellas que tengan un nivel de educación menor a universitario (ocupación laboral menor al 25%), además, el 30% de las mujeres en la capital ganan menos de un salario mínimo (hombres 17%) ii) jóvenes con la tasa de desempleo más alta de los grupos etarios (14,8%) y iii) población en condición de discapacidad, pues del total de personas en edad de trabajar (315.817) solo el 31,7% está ocupado.
El Decreto fue construido en el marco de la Subcomisión de Concertación de Políticas Salariales y Laborales de Bogotá, donde están todos estos actores presentes y con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo.