Día Internacional del Aire Limpio, por un cielo azul | El Nuevo Siglo
ONU
Lunes, 4 de Septiembre de 2023
Redacción Medio Ambiente

La cifra: 99% de la población mundial respira aire insalubre. Los expertos afirman que se debe actuar urgentemente para preservar la salud y el bienestar de las personas, y por eso la acción colectiva es prioritaria.

Este cuarto Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul, que tendrá lugar el jueves, apela justamente al rol que cada uno desempeña en esta misión: juntos por un aire limpio se centra en la necesidad de establecer asociaciones sólidas, aumentar la cooperación regional, la inversión y compartir la responsabilidad para superar la contaminación atmosférica.

En julio de 2022, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el derecho humano a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible. Este reconocimiento envía un mensaje a los responsables políticos a tomar medidas eficaces contra la contaminación atmosférica, así como a todas las personas a exigir responsabilidades para el pleno disfrute de sus derechos.

Señala la ONU que “dada la naturaleza transfronteriza de la contaminación atmosférica, todas las partes interesadas deben asumir la responsabilidad de proteger la atmósfera del planeta y garantizar un aire sano para todos. Si aunamos esfuerzos más allá de las fronteras, las barreras, los sectores y el trabajo aislado, contribuiremos a reducir la contaminación del aire, impulsaremos la financiación y las inversiones en medidas y soluciones dirigidas a mejorar la calidad del aire y obtendremos numerosos beneficios. En este Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul, hacemos un llamamiento a todas las partes, desde los gobiernos y las empresas hasta la sociedad civil y las personas a título individual, para que trabajen de la mano en poner fin a la contaminación atmosférica”.

Un problema doble

Los efectos en nuestra salud: las diminutas e invisibles partículas de contaminación penetran profundamente en nuestros pulmones, en el torrente sanguíneo y en el cuerpo. Estos contaminantes son responsables de aproximadamente un tercio de las muertes por accidente cerebrovascular, enfermedades respiratorias crónicas y cáncer de pulmón, así como de una cuarta parte de las muertes por infarto. El ozono troposférico, producido por la interacción de distintos contaminantes con la luz solar, es también una causa de asma y enfermedades respiratorias crónicas.

Efectos sobre nuestro clima: Los contaminantes del clima de corta vida se encuentran entre los contaminantes más relacionados con los efectos sobre la salud y el calentamiento global a corto plazo. Pueden persistir en la atmósfera durante unos días o hasta varios decenios, por lo que reducirlos puede tener beneficios casi inmediatos para la salud y el clima.

“La contaminación atmosférica es el mayor riesgo ambiental para la salud humana y una de las principales causas evitables de muertes y enfermedades en todo el mundo, responsable de aproximadamente 6,5 millones de muertes prematuras en todo el mundo (en 2016) atribuidas a la contaminación atmosférica en interiores y al aire libre. En los países en desarrollo, este tipo de contaminación afecta de manera desproporcionada a las mujeres, los niños y los ancianos, y en particular a las poblaciones de bajos ingresos que a menudo están expuestas a altos niveles de contaminación del aire en interiores y en espacios abiertos resultante de los métodos de cocina y calefacción que utilizan leña y queroseno”, recuerda la ONU.

La contaminación atmosférica es un problema mundial que tiene repercusiones de largo alcance debido a su vasta propagación, y porque, si no se produce una intervención agresiva, el número de muertes causadas por la contaminación del aire en espacios abiertos va camino de aumentar en más de un 50% antes de 2050.

“La sociedad tiene que soportar los elevados costos de esta contaminación ya que tiene impacto negativo sobre la economía, la productividad laboral, los costos de atención sanitaria y el turismo, entre otros. Por tanto, no podemos subestimar los beneficios que supondría invertir en el control de dicha contaminación y que existe también una justificación económica para actuar y disponemos de soluciones eficaces en función de los costos para hacer frente a la contaminación atmosférica”, indica el organismo.

La mala calidad del aire plantea un problema en el contexto del desarrollo sostenible para todos los países, en particular en las ciudades y las zonas urbanas de los países en desarrollo, donde los niveles de contaminación atmosférica son superiores a los límites establecidos en las directrices sobre calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud.

Iniciativas como el monitoreo de la calidad del aire sirven para caracterizar de manera detallada, lo que permite alimentar los sistemas de información y ofrecer soluciones robustas para la región. El Pnuma ha brindado apoyo técnico en la región sobre el uso de tecnologías de bajo costo para el monitoreo indicativo de la calidad del aire. Se han llevado a cabo seminarios web sobre calidad del aire y salud en coordinación con la Organización Panamericana de la Salud.

Recuerda el Pnuma que “la contaminación del aire se puede prevenir, pero es necesaria la acción colectiva: gobiernos que formulen políticas eficaces, sectores privados que promuevan soluciones audaces, ciudadanos que presionen para obtener resultados y que puedan marcar la diferencia mediante los cambios que introduzcan en sus propias vidas”.