El problema ambiental a nivel global no es ni mucho menos retórico, es en realidad un reto para la supervivencia de nuestra especie en el planeta; cada día un grupo creciente de organizaciones y de individuos se interesan en el tema y con mayor o menor conocimiento, intentan generar alertas que permitan reconocer los peligros del mal manejo ambiental y corregir en lo posible los errores que se están cometiendo a diario. De otra parte, la geopolítica y la lucha por los mercados a nivel mundial ha terminado por ideologizar el asunto ambiental, sin fundamento científico de ningún tipo para ello.
En este contexto, en los últimos días se ha venido advirtiendo sobre las temibles consecuencias que tienen para nosotros las decisiones chinas tomadas en 2018, en conjunto con algunos países satélites de este gigante asiático, referentes a la recepción de residuos plásticos provenientes de otros países; esta decisión esta cambiando de fondo el estatuó quo ambiental del planeta y esta generando riesgos que requieren de soluciones inmediatas.
El quid del asunto radica en que el mundo no se ha preocupado por tomar en serio el reciclaje del plástico, ¿Para qué? Si se tiene en cuenta que existe la posibilidad real de exportarlo a la China; la consecuencia de no haber tenido esa prevención ha sido de repercusiones globales y nos encontramos con un elemento, reciclable, reutilizable, útil y maleable, que se está convirtiendo en un dolor de cabeza para toda la humanidad.
Sobre el tema se han comenzado a plantear soluciones de todo tipo, desde el absurdo “prohibir el uso del plástico en el planeta” hasta el desastroso “sigamos utilizando el plástico hasta que el planeta aguante”, quizá el termino adecuado sería comenzar un ágil plan de establecimiento de reciclaje o reconversión de los desechos plásticos a nivel global y el aprovechamiento del mismo en términos de combustible ecológico; esto, no solo disminuiría la presión de dichos residuos sobre los rellenos sanitarios, sino que además disminuiría en alguna forma la extracción de hidrocarburos y disminuiría la producción de gases de efecto invernadero.
Dice el Banco Mundial, en un reciente informe, que la tendencia mundial no es ni mucho menos a disminuir la producción de dichos residuos, la tendencia es a aumentarlos tendiendo a que para el año 2050 exista una producción de residuos plásticos un 75% superior a la producción actual; con semejante panorama los países del mundo deben solucionar el problema del reciclaje sin depender de la geopolítica mundial. No deja de ser alarmante que dicho cálculo nos lleva a suponer un volumen de desechos plásticos en el planeta, para el año 2050, del orden de 3.800 millones de toneladas por año; esto quiere decir que el planeta podría producir hasta 1’102.000 millones de galones de combustible que cumplan normas euro 4 y euro 5, en el año 2050.
Por ahora podríamos concentrarnos en desarrollar los procesos en Colombia, la producción de plástico promedio en los residuos del país es de un 11.48%, esto nos lleva a una producción posible de combustible que serviría para satisfacer la demanda nacional de gasolina y diésel; es poco probable que se llegue a ello pero serviría un estudio serio del ministerio de ambiente que lleve a una legislación que, no solo permita el desarrollo de los procesos, sino que ayude a impulsar los mismos. Entre tanto solo resta orar porque las discusiones de los gigantes del planeta no acaben por terminar de acabar con el planeta, al fin de cuentas se trata de la casa de todos.
@alvaro080255