Una investigación publicada en Science por científicos de las universidades de Portsmouth, Curtin y ANU defiende que es seguro verter al mar agua contaminada del accidente nuclear de Fukushima.
Los expertos evaluaron cualquier efecto potencial basándose en la evidencia científica de emisiones pasadas de radiactividad y cálculos de dosis de radiación realizados por investigadores independientes y la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Las comparaciones con las instalaciones nucleares a nivel mundial revelan que la descarga de tritio planificada de la central de Fukushima --dañada gravemente por un tsunami en 2011-- es sustancialmente menor que las descargas de muchas otras instalaciones nucleares, como la planta de reprocesamiento de La Hague en Francia.
El equipo ha llegado a la conclusión de que las dosis de radiación previstas para la vida marina y los consumidores de productos del mar serán insignificantes y caerán muy por debajo de los umbrales de seguridad.
Las aguas residuales tratadas se diluyen antes de descargarse para garantizar que los niveles de tritio estén muy por debajo de los límites reglamentarios. También se están vigilando cuidadosamente los niveles de otros radionucleidos liberados para garantizar el cumplimiento de las normas establecidas por los órganos reguladores.
El profesor Jim Smith, de la Universidad de Portsmouth, dijo: "La liberación sigue estrictas regulaciones y medidas de seguridad. El plan, siempre que se lleve a cabo correctamente, está respaldado por sólidas pruebas científicas sobre los riesgos de las descargas de radiactividad en los sistemas marinos".
El principal contaminante radiactivo de las aguas residuales es el tritio, presente en forma de agua tritiada (HTO). Si bien el tritio, al igual que otras sustancias radiactivas, puede inducir daños en el ADN de los organismos, su baja radiotoxicidad reduce significativamente los daños potenciales.
La similitud química del tritio con el agua corriente impide un aumento significativo de la concentración de la sustancia, también conocido como biomagnificación, ya que su absorción y distribución están controladas por el volumen mucho mayor de agua no radiactiva.
"Nuestros estudios a largo plazo han descubierto que los ecosistemas acuáticos mucho más contaminados cerca de Chernobyl muestran una notable resistencia a la radiación: las poblaciones de peces e insectos acuáticos están prosperando", explicó el profesor Smith.
El profesor asociado honorario Tony Irwin de la ANU (Australian National University) añadió: "Las liberaciones de agua tritiada ocurren en todo el mundo a niveles significativamente más altos que las liberaciones de Fukushima y han estado ocurriendo durante muchas décadas.
"La central eléctrica de Kori en Corea del Sur descarga aproximadamente el doble de agua tritiada al mar en comparación con la descarga de Fukushima. La instalación de La Hague en el norte de Francia descarga 450 veces más que la descarga de Fukushima al Canal de la Mancha y no se producen dosis de radiación significativas".
El profesor asociado Nigel Marks, de la Universidad de Curtin, añadió: "Hay preocupaciones comprensibles por parte de la comunidad de Fukushima y del público, dado el contexto histórico del desastre, pero estos temores no se basan en evidencia científica. El consenso científico, respaldado por la evidencia, es que la liberación de aguas residuales de Fukushima no representa una amenaza significativa".