Fueron cuatro años de trabajo articulado de la Administración distrital con la academia, sectores productivos, entidades públicas y ciudadanía en general para mejorar la calidad del aire de Bogotá. La Secretaría de Ambiente, desde enero de 2020 se comprometió en reducir la contaminación.
“La calidad del aire es el problema ambiental más grave que enfrenta Bogotá, como todas las ciudades de América Latina. Por eso, la Administración de Claudia López también le cumplió a Bogotá, tuvimos más de 21 iniciativas que cambian y mejoran la calidad del aire en Bogotá”, dijo la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
El Distrito actualizó el inventario de emisiones contaminantes atmosféricos a 2020 y este mostró una reducción de material particulado (PM) 2.5 en un 26 % en comparación con el informe del 2018, pasando de emitir 9.501 a 7.035 toneladas (t) de PM, respectivamente.
Esta reducción es resultado, entre otros factores, de la renovación de la flota del transporte público de pasajeros, la salida de los vehículos del SITP Provisional, la modernización de las fuentes fijas (industrias) que dejaron de utilizar combustibles fósiles y líquidos, y se pasaron a gas natural, y al cambio de metodología para el cálculo de algunos de los sectores.
La Secretaría de Ambiente presentó Etiquetado Vehicular ambiental (EVA), una herramienta para la categorización de las fuentes móviles terrestres de carretera y vehículos cero emisiones, según su impacto ambiental en la calidad del aire y en las emisiones de GEI. Además, será utilizado en los programas y proyectos de reducción de emisiones contaminantes y en la gestión de la movilidad y en la promoción de tecnologías de bajas y cero emisiones.
“El Etiquetado Vehicular Ambiental, un instrumento que en el futuro va a ser esencial en la forma en que formulamos las restricciones vehiculares como el Pico y placa, los cargos por congestión o, incluso de haberlos, los peajes urbanos. ¿Quiénes deben ser restringidos cuando tenemos una alerta ambiental o cuando tenemos problemas de congestión? Sin duda deben ser los vehículos que más contaminan, tanto en gases efecto invernadero como en material particulado, que es lo que más afecta la salud de la ciudadanía”, agregó la secretaria Urrutia.
Uno de los primeros cambios fue fortalecer la Red de Monitoreo de Calidad del Aire, cuyos equipos de vigilancia fueron ampliados con siete nuevas estaciones que cumplen con los estándares internacionales y garantizan la veracidad de los datos que se publican en tiempo real en los canales de la entidad.
Se renovó el Índice Bogotano de Calidad del Aire y Riesgo en Salud (Iboca), estrategia que permitió el fortalecimiento del protocolo de emergencias y la reducción del riesgo asociado a la contaminación del aire con la implementación de la metodología now cast para implementar acciones de prevención antes de la declaratoria por alerta o emergencia.
La firma del pacto por la calidad del aire #UnidosPorUnNuevoAire fue una iniciativa histórica que se dio en el marco de la presentación del Plan Estratégico para la Gestión Integral de la Calidad del Aire de Bogotá 2030, una hoja de ruta que propuso herramientas sólidas para mejorar las condiciones atmosféricas y proteger la salud de la ciudadanía. A esta estrategia de gobernanza se sumaron más de 110 organizaciones y más de 1540 personas.
“El Plan Aire deja una ruta clara para que en los próximos 10 años la ciudad, desde todos los sectores, no solo ambiente, tome las medidas necesarias para que cumplamos los niveles que nos exige la OMS”, afirmó la secretaria Carolina Urrutia.
Así mismo, el Distrito lanzó la Red Colaborativa de Microsensores, una estrategia que busca mejorar la gestión de la calidad del aire con un enfoque más cercano a la comunidad y de trabajo conjunto, atender las demandas ciudadanas para definir los sitios de interés donde se debe medir e identificar episodios puntuales de contaminación y fomentar la investigación, desarrollo y la puesta en marcha de nuevas prácticas para disminuir las concentraciones en ambientes específicos.
Además, la Secretaría de Ambiente, con el apoyo de Movilidad, lanzó la patrulla CazaChimeneas, un vehículo que puede evaluar las emisiones generadas por automotores que operan con diésel, gasolina y motocicletas de cuatro tiempos. El objetivo es realizar un control y seguimiento a las fuentes de contaminación que circulan por las calles de Bogotá.
Por primera vez, el Distrito priorizó vías a pavimentar con criterios ambientales para mejorar la calidad del aire en zonas críticas. Con una inversión de 2 473 566 246 millones de pesos, la Secretaría de Ambiente y la Alcaldía Local de Ciudad Bolívar iniciaron la intervención de 19 segmentos viales en esta localidad.
A esta última estrategia, se suman las intervenciones que realiza la Administración en la zona suroccidental de Bogotá, allí, se encuentran las localidades de Ciudad Bolívar, Bosa, Kennedy, Tunjuelito y parte de Puente Aranda, donde hay mayor contaminación atmosférica.
Para complementar las acciones en este sector de la ciudad, el Distrito lanzó y decretó la primera Zona Urbana por un Mejor Aire (ZUMA), una herramienta que busca mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático, reducir las emisiones en la industria y del transporte, fortalecer las coberturas vegetales, realizar el mantenimiento de la malla vial y disminuir los riesgos de enfermedades respiratorias asociadas a fenómenos de contaminación.
“Es muy emocionante terminar un trabajo que iniciamos hace tres años cuando empezamos a revisar cuadra por cuadra los temas de calidad del aire. Estaremos implementando acciones intersectoriales, para mejorar las condiciones ambientales de Bosa, como plantación, monitoreos en zonas específicas, control a fuentes móviles y fijas, entre otras. Hoy, iniciamos con la primera ZUMA y vamos a ir por diferentes localidades de Bogotá. Agradecemos el apoyo incondicional que hemos tenido de C40 en los temas de calidad del aire”, indicó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
El desarrollo de las ZUMA es liderado por la Secretaría de Ambiente junto con las secretarías de Movilidad y de Planeación, y contará con la participación de las secretarías de Gobierno, Hacienda, Hábitat, Desarrollo Económico, Salud, Educación, Integración Social, Cultura, Recreación y Deporte y de la Mujer, además de las alcaldías locales, para poder así adelantar un trabajo integral entre las entidades.
Por último, “Dejamos estructurado el Fondo de Carga, también, una enorme modificación a la forma en la que pensamos las soluciones a la contaminación. Los transportadores de carga son un sector que no ha tenido acceso al empleo formal ni a la seguridad social y no tiene acceso al sistema financiero. Desde el fondo carga esperamos poner recursos, asistencia técnica y garantías para que nuestros transportadores puedan dejar atrás esos vehículos muy antiguos que tienen y cambiar a nuevas tecnologías", concluyó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.