En un mundo donde la conciencia ambiental está en constante evolución, la adopción de prácticas empresariales sostenibles se ha convertido en una prioridad. En este contexto, la Hora del Planeta, a realizarse el próximo 30 de marzo, emerge como un recordatorio anual de la importancia de proteger nuestro planeta y buscar soluciones innovadoras para preservarlo.
Una de estas soluciones radica en la optimización de la logística, una práctica empresarial fundamental que puede tener un impacto significativo en la reducción del impacto ambiental y el aumento de la eficiencia operativa.
El IPCC de la ONU ha señalado el año 2030 como el plazo clave para evitar desastres ambientales a escala mundial. La hora cero se define como el momento en el que la sociedad debe haber modificado sus comportamientos para contrarrestar el aumento de la temperatura, reducir la huella de carbono, entre otros aspectos. Según datos de la Corporación Financiera Internacional Colombia, México, Centroamérica y el Caribe, Colombia contribuye solo con el 0,6 % de las emisiones globales de CO2, pero figura entre las naciones más susceptibles al impacto del cambio climático.
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Ante esta situación, es crucial la optimización para contrarrestar la huella de carbono y el impacto ambiental para 2030. La optimización de la logística implica la implementación de tecnologías y estrategias inteligentes para mejorar la gestión de la cadena de suministro y la distribución de productos. Esto incluye la optimización de la carga y la ruta de los vehículos, el ahorro de combustible, la reducción de desperdicios y la maximización de la vida útil de los recursos, como las llantas de los vehículos. Estas medidas no solo benefician al medio ambiente, sino que también mejoran la eficiencia general de los procesos empresariales y proporcionan ventajas financieras y competitivas.
Dentro de este panorama, empresas como Drivin lideran el camino al ofrecer soluciones innovadoras para optimizar los despachos. Juan Ángel, Country Manager de Drivin en Colombia, destaca que “al implementar medidas para reducir el impacto ambiental de las operaciones, las empresas no solo pueden ayudar a preservar el planeta, sino también mejorar su reputación, reducir sus costos sin tener que invertir en tecnología combustible, atraer a consumidores comprometidos con el medio ambiente y garantizar su sostenibilidad a largo plazo”.
Para que el sector logístico aporte en este llamado de urgencia de la protección del planeta debe implementar claves para desarrollar una logística que apoye la reducción de la huella de carbono; por ejemplo, la planificación cuidadosa de la carga de los vehículos y la selección de rutas eficientes pueden reducir significativamente las emisiones de carbono y el consumo de combustible. Mediante el uso de algoritmos avanzados y sistemas de gestión de flotas, las empresas pueden determinar la mejor manera de distribuir la carga entre los vehículos disponibles y seleccionar las rutas más cortas y menos congestionadas.
Cifras de un estudio del Smart Freight Centre y el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible afirman que el sector logístico y de transporte aporta algo más de un tercio de las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2), lo que lo convierte en el sector con más emisiones en numerosos países desarrollados. El informe igualmente establece que para alcanzar los objetivos mundiales de emisiones netas cero, sector logístico y de transporte debe reducir sus emisiones en torno a un 20%, hasta menos de 6 Gt en 2030.
“El sector logístico, que ejerce una influencia tan notable en las emisiones a nivel mundial, ostenta la capacidad de desempeñar una función crucial en el proceso de transición hacia un futuro libre de carbono, además de ser un actor clave en la adaptación ante las diversas repercusiones derivadas del cambio climático”, afirmó Ángel.
Por otro lado, la optimización de la logística también permite reducir el consumo de combustible al minimizar las distancias recorridas y evitar los atascos de tráfico. Además, la adopción de tecnologías más limpias, como vehículos eléctricos o híbridos, puede contribuir aún más a la reducción de la huella de carbono de una empresa.
Igualmente, el cuidado adecuado de los vehículos, incluido el mantenimiento regular de las llantas, puede prolongar su vida útil y reducir la necesidad de reemplazo frecuente. Esto no solo reduce los costos operativos, sino que también disminuye la cantidad de desechos de llantas que terminan en vertederos o se queman, evitando así la liberación de productos químicos peligrosos en el medio ambiente. Según la alcaldía de Bogotá entre 2020 y 2023, 222.445 llantas fueron desechadas indebidamente en la vía pública.