Según una investigación publicada por el Geophysical Research Letters, los vientos cálidos que soplan desde la Península Antártica aumentan la temperatura entre 15 y 20 grados Celsius en esta zona del mundo y generan un importante deshielo.
La investigación subrayó que, por cuenta del deshielo, se forman lagos entre 50 metros de ancho y un kilometro de longitud.
“El invierno sobre la plataforma de hielo Larsen C en la Península Antártica es negro y frío durante meses con temperaturas tan bajas como menos 25 grados. A pesar de esto, el derretimiento continúa durante el invierno debido a los cálidos vientos foehn (alemán para "secador de pelo") que soplan desde las montañas de la Península”, explicó el informe del Geophysical Research Letters.
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De acuerdo a las imágenes proporcionadas por la Agencia Espacial Europea (ESA), los lagos de agua formados por el deshielo se vuelven a congelar en lo corrido del invierno y, por lo tanto, esto no contribuye al aumento global del nivel del mar.